Saturday, January 09, 2016

... Teoría de la Obsesión

Y apenas han pasado unas cuantas horas desde tu partida, y siento el marchito latir de un corazón con la incierta esperanza de saber si seguirá o no bombeando su sangre... Que es el flujo de tu amor.

No  quiero reencontrarte, por el miedo de volver a perderte. Esta sensación horrible que cierne mi mirada triste es tras tu partida, no deseo pasar por esta melancolía y soledad, en donde mi traicionera imaginación construyó un castillo exclusivo para ti, en donde mi mente solo piensa a cada paso, a cada avance del día en el nombre que llevarán tus hijos, que en el marco teórico de mis pensamientos, serán también los míos. Pero me doy cuenta que un deseo no siempre es alcanzable y me sumerjo más en la nostalgia, en la ausencia de tus pecas, en no volver a besar el lunar que tienes tan seductor en tu seno, declarando la guerra a los recatos; En que ya no acariciaré tu cuello sin acelerar tu respiración, y susurres mi nombre con voz de deseo y nuestros labios ya no tengan la batalla del siglo, mientras mutuamente nos robamos la respiración y nos regalamos el alma; En que no cruzaremos nuestros dedos cuando tome tus hermosas manos... Oh Dios Padre! creador de mil perfecciones en el universo, me declaro tan devoto de tus milagros, como de esas manos que surcaste para ella, tan finas y coquetas, tan delicadas y aterciopeladas, como guante de seda, tan seductoras y sensuales, como quien calza obras maestras... tan así, como de pianista, lista siempre para crear arte con ellas.

Mencionaste algo de no saber en qué situación me introduciría, si pasáramos la vida lado a lado, codo a codo: imagina esto, tú, yo, la playa, el parque, el cine, ir por ti al Tec, decirte Guadalupe y tu me protestes, subir a un avión juntos (esa primera vez desearía con el corazón estar a tu lado), verte escribirme tus cartitas inconclusas, escuchar tus historias, nuestra primera navidad juntos, y día de reyes, pasear, llorar, reír, hacerte enojar para luego hacerte sonreír con un beso, nuestros 14 de febreros con mis  septiembres y tus noviembres entremezclados, contarte mis anécdotas que encuentras llenas de locura, escuchar tus berrinches para con tu padre, confortarte cuando me digas que lo extrañas mucho y quieres ir a visitarlo, burlarte de mi, cuando me veas batallando con mis deberes no cumplidos; Casarnos, una hermosa ceremonia en la Iglesia de tus sueños, que me veas transformarme en devoto por ti, en devoto de ti; vivir juntos, ver el álbum de fotos de la boda, pedir servicio a domicilio, cocinar para ti, que cocines (aunque no sepas) para mi; la emoción y la pasión de hacer el amor noche a noche, día a día, en cualquier rincón de nuestra cabaña, en cualquier lugar de la ciudad, y sin importar el momento, o las estaciones del año, y desearte más y más conforme pasen los días y los años, amarte en cada rincón de tu anatomía, tener el mundo para nosotros solos, y cuando lleguen nuestros retoños que lleven tu nombre o mi nombre, pero que sean la concepción de un amor ya escrito... En fin, toda una vida, si en eso me metería al momento en que te vinieras a vivir conmigo...  Voy de salida a por ti, para quedarnos siempre juntos!!

Solo le ruego al señor no dejar de sentir este profundo amor, tan puro y lleno de lágrimas al redactar estas líneas, porque si dejara de sentir que TE AMO, que daría mi vida entera por ti, que cambio cada sereno segundo de mi existencia por una lágrima tuya que desborde por tu mejilla y sea brindada de la felicidad que yo te profiero, que siempre te soñé, desde aquel lejano 2000, cuando te vi en mis profecías nocturnas, por vez primera, y solo aguardaba tu llegada; si dejara de sentir todo esto en mi pecho que me tiene inundado en sal de dolor y desesperación, la teoría de la obsesión cobraría fuerza y el mundo entero perdería sentido, sería como vivir la mentira de la esperanza y la fe, que todos mis valores y mis creencias caducan sin la oportunidad de ver la fecha en el empaque. Sin saber que sí llegarías, y  no fuiste el producto de mi imaginación elevada en desesperación, que esa noche del 22 en la habitación 1101 tuvo un propósito, más allá de la pasión carnal... Que yo no te busco para acrecentar tus confusiones, sino para aclararte el camino, que sepas que si me regalas un poquito, un miligramo, qué va!, un átomo de tu amor!, yo me encargo del resto, solo necesito la chispa que encienda la llama y lo demás, eso déjamelo a mi... Yo te enamoraré de mi tanto o más de lo que yo te amo a ti.

... Extraño tanto mi avena en tu labios, y mi voz diciendo tus nombres, cuando cayo...

Héctor Eduardo.

...Un día elevé mi amor hasta la cima del cielo por ti, y cuando me fui, hasta el frío de tus píes me llevé... para el recuerdo...

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