Saturday, January 30, 2016

La Tormenta.

Dicen que viene una fuerte lluvia... Será la primera a la que me enfrente desde que te marchaste de mi vida. Ni la más fuerte tormenta puede superar en intensidad, el oleaje de sentimientos que tengo porque tú ya no estás, es un abismo de pena y tristeza que me embriaga de tus recuerdos y se confronta con cada uno de mis presentes, de mis momentos, ocasionando, para mi desgracia, mucha pena, y pocos momentos de consuelo.

Me río de la supuesta tormenta tan esperada, porque comparada en proporción, no es más que una simple brisa que empapa con su rocío las heridas que aun siguen en carne viva y que tardan, tardarán años luz en secarse y reconfortarse. Viví muchas lluvias, muchas tormentas desde antes de tu llegada, pero jamás un maremoto como que en el que naufrago hoy en día, un rumbo sin rumbo, o peor aún, un rumbo con rumbo, pero desconocido, es el que transito por el océano de la vida.

No sé si fueron producto de un efímero momento, pero tus recuerdos siguen encarnados en mis memorias, si tuviera que escribir un libro, dedicaría cada una de sus líneas, cada uno de sus capítulos internos, al clamor de tu hermoso recuerdo. Entonando con la tinta que corre por mis venas, los momentos que entre tú y yo no hemos vivido, que no hemos gozado... Las emociones de tu amor sincero delegado a otro cariño, y la penuria de un final que no es de cuento, mucho menos de novela, sino de una realidad en la cual me encuentro... Sin embargo ya me he provisto de provisiones para este meteoro de calamidades, con reservas de tus besos y conservas de tus caricias, unas cuantas sonrisas no perecederas y tus miradas embotelladas en mis ideas... La tormenta la salvaguardaremos y después seguiremos en la calma y paz de tu vida.

Cada párrafo, cada enunciado del dichoso libro, sería enfocado en expresar tus rasgos, en exaltar de la mejor manera tu semblante que te hace tan especial, tan inigualable, tan única y simplemente, tan amada por quien te escribe y te piensa. Eres una cofradía de suspiros con anhelos; contigo quiero quedarme, pero contigo recuerdo que no existo paralelo en tu tiempo, es algo así como un oasis en medio del desierto de la felicidad, no tengo cómo llegar a ti, más que con la hermitaña fe que ha anidado en mi interior y que es el piloto de la llama que no se ha extinto, que está pequeñita, esperando ser re encendida y que ilumine tu corazón... Mientras tanto escribo, y escribo sin escribir nada, solo escribiendo el universo entero que sofoca y da vida a mi alma, con cada vocal y consonante llevando las letras de tu nombre e inspiradas en tu hermoso ser, que es el rayo que me dio vida y luz, y hace que hoy me puedas leer.

Héctor Eduardo.


No comments: