Monday, January 25, 2016

De Deseos y Realidades...


Tengo que confesar que mi ausencia se debió a dos motivos; el primero marcado por la libertad y autonomía que tiene el cuerpo humano de auto sabotearse y por consecuencia caer en colapso; el segundo motivo fuere destinado a mi retiro mental, quise apartarme de los dedos, de las teclas para conseguir una Obra Maestra, de esas que dejan huella y que inspiran más y más en el corazón... Es imposible considerar una competencia contra la Obra Maestra más grande que el creador nos dio, que eres tú Mar, Mar de mis adentros, Mar de mis suspiros, Mar de infinito, Mar de mis deseos... Pero la lucha le hacemos y pronto, si es que no te he aburrido, tus ojos la verán.

...Anoche viajé por tu cuerpo, volví a soñarte, era un sueño-recuerdo, pues solo estuve recordando las planicies que me sucumbieron, recordando tus suspiros apasionados y tus ojos elevados en deseo. El viaje me detuvo en tus senos, en donde estacioné mis caricias en la aureola de ángel que los coronan, en el marrón rosado que ya he probado, tan exquisito y que me sucumbe, cual preso de la gula de tus hermosos pechos...  Suculento néctar de mil rosas...

...Alguna vez, me preguntaste que por qué te deseo tanto, a lo cual inferí motivos mundanos, motivos adyacentes a mi calidad humana, a mi calidad de hombre, lo cual, para no rebuscar, complemento con pasajes bellos, que combinan deseo y amor, lujuria y ternura, pasión y esperanza, fuerza y fragilidad...  Te deseo en proporciones infinitas, acorazado de mil fantasías y cumpliendo millones, estacionándome en tu valle y enajenando mi sed en tu miel. Te deseo Mar,  y deseo volver a tomarte prisionera de mis manos, en tus caderas precisar mi fuerza de hombre ante tu dulce fragilidad, tan sensual y atrevida en tu cintura, mientras doy un mordisco a tu cuello de sirena y gimes de la pasión que te abrasa, con mis manos rozando con más fuerza aun en tu tersa espalda, y bajar hasta  parar en tu vientre de almea... Cuando  ya sientas mis labios que se han posado en tu nuca, sentirás el calor de mi aliento, respirando fuerte sobre tus oídos, como surcando camino, sabes que voy rumbo a tus labios y nos unimos en incansables y rítmicos bailes de pasión y de amor desenfrenados, cuando ya vivo dentro de tu estreches y en incontables gotas de sudor abordamos un viaje juntos al cielo y al edén... Consagramos el amor con tu explosión en el universo entero como testigo, hemos congelando al fuego e incendiando al agua de tanta pasión sin medida... Después de explorarte toda, de continuar con el banquete de tus misterios, te recorro nuevamente, poro a poro con mis labios y mis besos, aprisionándote de nuevo de la pasión y el amor, para volver a comenzar un ciclo infinito, un ciclo circular que no termina jamás y en donde siempre yo te voy a desear más y más, y juntos jamás nos cansaremos de iniciar y terminar.

...La realidad es que te deseo tanto vida mía, que hay tardes en que pienso morir, en que pienso que mis fuerzas flaquearán y quiero dejar todo en el olvido e irte a buscar, ir a entrometerme en tu activo de vida, ir a ser el infeliz ese, el que siempre hecha todo a perder, el que solo aparece para concentrar sus amores en ti y que tú no me veas ni siquiera por el calce del ojo. Ese yo nocivo, es el que me dice qué es lo que debo hacer para demostrarte cuánto amor te tengo, cuánto te deseo, aparecer en tu puerta y declararte de una vez por todas mi amor eterno, mi musa adorada y mi fuente amada...

Pienso incluso en llegar al extremo de robarte, cual cuento de romance sustraerte conmigo, de decirte "ven conmigo y conocerás el verdadero amor, la verdadera vida, y vivirás" y olvidarnos que el mundo existe, comenzar de cero tú y yo, y saber que nos estarán buscando pero no nos encontrarán, porque estaremos en nuestro universo confinado solo para amarnos, solo para desafiar las leyes mundanas que nos dictan cátedra de comportamiento en sociedad ¡Al demonio la sociedad! Si yo te amo más que a mi vida misma, si yo te venero desde el día que te conocí y desde mucho antes, ¡Si! desde mucho antes te pude sentir, si yo sangro mis dedos de tanto roer y pulir el suelo que has pisado en alabanza a seguir tus pasos y conciliar el fuego que calcina mi alma, si con las lágrimas que en este momento enjugo, de verme imposibilitado y limitado a solo unas líneas, en un portal cautivo de todos, asfixian y sofocan, duele tanto este llanto que pareciera que es ácido el que resbala por las mejillas de tanto que deseo contigo estar... Todo esto al mundo no le compete, solo a ti y a mi, y por un poco de tu amor, amor que puedas entregarme sin prejuicios de vida, y yo a cambio regresarte mundos enteros de alegría, entregarnos uno al otro a ojos cerrados, en confianza plena, en fe en las aspiraciones mutuas y en amor diario para que cada día que pase amarnos más y más, en expansión perpetua hasta que Dios mismo sienta enojo de tanto que nos amemos, de tanto que hoy te amo...

Entiendo que todo lo anterior es muy posible de realizar, solo dame la pauta, un mensaje, un aviso por correspondencia, una línea a mi ensayo, y yo me encargo del resto, del primer paso, que es el más difícil de dar. Te amaré con sustento real, con la fuerza del verdadero amor y con las fuerzas de mil batallones que custodien nuestra fábula real de quien es este, tu loco enamorado... Lo irónico del tema es que muevo montañas por ti, desafiaría mil mundos, y en diez mil vidas enteras me sacrifico por ti, solo dame la señal y lo haré,  pero sin tu aviso, no puedo siquiera tomar el bus e irte a buscar.

Héctor Eduardo.

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