Sunday, January 31, 2016

Día N

Día N desde tu partida. Como un murmullo en el cielo, como el ulular del viento, tu lejana lejanía se ha centrado en mis recuerdos.

Pienso qué será hoy en día de tu vida, pienso en dónde estarás, con qué compañía, y solo me quedo con mis manos capturando el vacío de tu distancia y el mudo hablar de tus palabras.

No quiero que avance el tiempo, no quiero que avance sin ti mi vida, pues eres mi tristeza y mi melancolía... Te extraño Mar, como la arena extraña al mar.

Te Amo.

Héctor.

Saturday, January 30, 2016

Nombre (s)

En algún punto de nuestra disfuncional cercanía, en medio de una degustación de palabras e intercambio de ideas, vamos, una charla que sostuvimos, me confesaste que solo me llamo con un solo nombre, que el segundo, que data desde hace ya muchos ayeres, pegado a mi, como sanguijuela que solo extrae de mis interiores el liquido de la vida, debería ser eliminado, pues para ti solo llevo un  solo rasgo de distinción, que el segundo epiteto que me marca como individuo, como ser, es tan abominable y/o tan poderoso que es mejor enterrarlo en el borrón del grafito.

Apelo que mi rango de soldado, siempre lleva como insignia distintiva, la composición de ambas composiciones que conforman mi nombre. Sin embargo, en atención y creencia firme de tus palabras y en homenaje la recuerdo de tus besos y tu belleza, quedo en acuerdo de llevar la parcialidad como mi huella, de subyugar mis ayeres, para apaciguar mis mañanas con uno solo de mis nombres.

En el otro lado del recuerdo, tu nombre entero habita mi corazón, completito, con cada letra grabada en hierro y forjada desde el amor. No destilo uno solo de los componentes que le dan vida a tu nombre entero, pues en el encuentro la guía y la luz que me allana el camino. Entre tu nombre y mi nombre hay una galaxia de distancia, es el tartán que te da ventaja en  cada semblanza que mis ideas te representan, tu nombre es la majestuosidad de un linaje de belleza, mientras que mi nombre, ya en individual, solo es el cautiverio de una sola de tus memorias.

Héctor.

Coraje.

Coraje endemoniado... Ese mal gestado e iracundo sentimiento es el que me tiene nublado completamente de todo tipo de razonamientos... Me enfrento al mundo, al cielo, a los mares, a las calamidades, a las tormentas, a los infiernos y a los demonios, todo por un arrebato de coraje, del coraje que siento, del coraje que tengo en mi bravío pecho, del coraje que me grita y alardea que simplemente no hay nadie más que me lea, que no hay una sola alma a la cual expresar esta quimera que me tiene preso de muchas y mal enfocadas ideas.

Maldito coraje, cómo no has aparecido cuando más te he necesitado, cómo te atreviste a esfumarte cuando tu ímpetu me podía haber dado la dicha, la vida entera de seguir empujando y no frenar. Con tu misericordiosa estancia en mis instintos, solo basta apretar la mandíbula y allanar el camino, invadir y saquear la sensatez y estafar a toda pesquisa que aun exista de la tranquilidad. Tú y yo nunca podremos co existir, mal nacido eres desde tu concepción y mal vivido eres en el edén de la razón. Eres la paria de todo tipo de miedo, pero a su vez, eres el miedo de todo tipo de razonamiento.

Te ahogo con estas líneas, coraje infructuoso, porque sin tu presencia soslayo la ironía de tenerte para mi, pero no haber revolucionado mi vida con tus habilidades, y sin tu innecesaria ayuda, prefiero cesarte, despedir tus servicios de mis que haceres... Derrocar tu monopolio de infestación visceral y volver a encumbrarte en el vacío de la nada, del recuerdo, del olvido... No eres nada sin mi, coraje, pero la realidad es que sin coraje, la vida no me sabe a ti...

Héctor Eduardo.

La Tormenta.

Dicen que viene una fuerte lluvia... Será la primera a la que me enfrente desde que te marchaste de mi vida. Ni la más fuerte tormenta puede superar en intensidad, el oleaje de sentimientos que tengo porque tú ya no estás, es un abismo de pena y tristeza que me embriaga de tus recuerdos y se confronta con cada uno de mis presentes, de mis momentos, ocasionando, para mi desgracia, mucha pena, y pocos momentos de consuelo.

Me río de la supuesta tormenta tan esperada, porque comparada en proporción, no es más que una simple brisa que empapa con su rocío las heridas que aun siguen en carne viva y que tardan, tardarán años luz en secarse y reconfortarse. Viví muchas lluvias, muchas tormentas desde antes de tu llegada, pero jamás un maremoto como que en el que naufrago hoy en día, un rumbo sin rumbo, o peor aún, un rumbo con rumbo, pero desconocido, es el que transito por el océano de la vida.

No sé si fueron producto de un efímero momento, pero tus recuerdos siguen encarnados en mis memorias, si tuviera que escribir un libro, dedicaría cada una de sus líneas, cada uno de sus capítulos internos, al clamor de tu hermoso recuerdo. Entonando con la tinta que corre por mis venas, los momentos que entre tú y yo no hemos vivido, que no hemos gozado... Las emociones de tu amor sincero delegado a otro cariño, y la penuria de un final que no es de cuento, mucho menos de novela, sino de una realidad en la cual me encuentro... Sin embargo ya me he provisto de provisiones para este meteoro de calamidades, con reservas de tus besos y conservas de tus caricias, unas cuantas sonrisas no perecederas y tus miradas embotelladas en mis ideas... La tormenta la salvaguardaremos y después seguiremos en la calma y paz de tu vida.

Cada párrafo, cada enunciado del dichoso libro, sería enfocado en expresar tus rasgos, en exaltar de la mejor manera tu semblante que te hace tan especial, tan inigualable, tan única y simplemente, tan amada por quien te escribe y te piensa. Eres una cofradía de suspiros con anhelos; contigo quiero quedarme, pero contigo recuerdo que no existo paralelo en tu tiempo, es algo así como un oasis en medio del desierto de la felicidad, no tengo cómo llegar a ti, más que con la hermitaña fe que ha anidado en mi interior y que es el piloto de la llama que no se ha extinto, que está pequeñita, esperando ser re encendida y que ilumine tu corazón... Mientras tanto escribo, y escribo sin escribir nada, solo escribiendo el universo entero que sofoca y da vida a mi alma, con cada vocal y consonante llevando las letras de tu nombre e inspiradas en tu hermoso ser, que es el rayo que me dio vida y luz, y hace que hoy me puedas leer.

Héctor Eduardo.


Friday, January 29, 2016

Tu Jardín

Tu Jardín -

Crepúsculos, amaneceres, días y noches,
cuantificados por iguales, todos pensados en tu nombre.

Amarrando las estrellas de cada uno de sus filos,
consigo hacerme de tres de ellas y te las regalo con un hilo.
Haz de cada una, un arrecife de mi cariño,
haz de cada una un cielo nocturno.

Contemplando tu jardín, desde el balcón de tus helechos,
rasgo rosas y te entrego un ramo de cerezos.
En cada pétalo hallaras acuarelas y zafiros,
eucalipto y el resto de tus hechizos.

Pilares de eufemismos en tu belleza
soportan la fuerza de los planetas 
alabando la luna de tu mirada,
y la palidez de tu hermosa silueta.

Seguiré en el balcón espectante de tu danza,
cobijado con la brisa de tu sonrisa,
y suspirando en la cornisa,
que tu eres el amor de mi vida...

Héctor Eduardo 

Pedradas al Sol...

Con solo fijar la vista, descubrí que tengo muy buena puntería, pues en uno de mis tantos movimientos imprudentes, torpes y hasta grotescos, di preciso en el  centro de tu corazón, un certero flechazo que creí te haría regalarme un suspiro de amor, pero solo fue algo por apenas encima de tu alma.

Dentro de lo impráctico que resulta escribir sobre un amor no materializado, resulta de bastante provecho saberse único en su género, pues dime tú amada mía ¿Quién antes te había venerado con tanto anhelo, con tanta vehemencia y alabanza? Seguro estoy que nadie jamás te ha entregado tantos tributos de sol, como cuando te pienso y te hablo, cuando me callo y me escuchas... Coincidimos en tiempos de no coincidencia, nos besamos en tiempos de veda, cuando no debimos antes besarnos, cuando debimos reservar el beso para un momento sin sombras, para un tiempo en donde solo existiéramos tú y yo en una eterna gloria. Pero nos besamos y te amé por entero esa noche de desvelo, te acaricié rindiendo congruencia a lo que ya comenzaba a sentir por ti y tus futuros inciertos, te cargué en mis brazos como jamás en mis brazos había soportado a una mujer en mis treinta años, te vi directamente a los ojos y me viste a los míos, para fundirnos en besos, quedos, exquisitos, relajados y enamorados de nuestra soledad que se mezclaba y se difuminaba en la soledad de un mundo solo para nosotros dos, sin nadie que nos mirase, sin nadie que nos estorbara...

Mar, de corazón te digo que cada día que pasa, es más complicado tener la reserva de energía que me traiga tu semblante a mi, tengo los empujes de destreza mental, de versatilidad en las ideas, pero las fuerzas son cada vez más nulas, y no consigo encontrar la salida a este torbellino de emociones que dicta el amarte más y más... Deberé considerar dormir más, pues solo en mis sueños, en mis mejores sueños sueles estar, en ellos cumplo cada una de mis aspiraciones, en ellos le arrojo fuego al fuego y desato tormentas de amor y de emoción, endulzo tu mirada con mis caricias y deseos y te hago la mujer más feliz sobre la tierra... Solo en lo sueños, y nada más.

En el plano de lo existencial, y dentro de mis autistas manías, he adquirido el hábito de arrojarle pedradas al Sol, contemplando que veo las muchas posibilidades de atestarle un severo golpe y en él te puedas enamorar de mi amor,  una contusión cargada de cariño y sentimientos puros. Que al atinar la piedra en el centro de su iluminación, tu encuentres la sintonía y el mismo canal de comunicación que llevo por siempre entregado a ti, esperando por ti, que nos cifremos en el mismo lenguaje del corazón y que evoquemos a nuestra lejanía como un pasaje del libro de anécdotas, pues está visto que tu vida siempre estará ligada con la mía... Eres el centro de mi Sol y yo seré esa piedra.

Héctor Eduardo.

La Biblioteca sin Libros.

Ni yo mismo alcanzo a soportar mis líneas; ayer quise releer lo que escribo y no soporté el estupor de tan abominable creación y opté por cercenar de mi mente lo que acababa de apreciar, entendería a la perfección que ya no continuaras más por estos llanos rebuscados y entonces si, mis letras vayan al viento, a la nada, al vacío...

Hace muy poco tiempo, pocos días, me preguntaron sobre mis hábitos de lectura, simplemente quedé en silencio, y no contesté otro más que lo que siempre argullo, que no leo. Mi argumento para soportar que no leo, que no me gusta leer,  cuando es precisamente lo contrario, que es uno de mis grandes amores, y que no poseo mejor tesoro, hoy en día, que todo lo que he leído "Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído" diría Jorge Luis, y en suma tiene mucha razón, pero yo lo guardo y argumento que no leo porque no tengo libros, no poseo hojas empolvándose y todo se queda en el eterno resplandor de mis recuerdos, de mis tribulaciones mentales que pueden arrebatar pasajes completos, pero jamás me harán hurto de la esencia misma de lo que mis ojos han escrutado y han rebuscado en diferentes versiones, en diferentes tomos.

El valor de un libro no es el precio de lista cuando sale al mercado, o su cotización cuando se considere best seller, vamos, el valor de un libro, no es siquiera el poseerlo y tenerlo siempre en mente, sino su verdadero valor es captar la esencia, degustar suculentamente ese bocado de conocimiento y redundarlo, consagrarlo con el desarraigo, con su ausencia, con no poseerlo, de ser generoso con el conocimiento y dar la oportunidad que alguien más pueda atender los mismos textos, las mismas escrituras que a mi me han hecho tan feliz... Por eso no conservo libros, no existe ninguna evidencia en el mundo que me delate como lector empedernido, que me señalen como alguien que sabe, porque prefiero mantener mi estatus de ignorante y conservar mi ignorancia como puntal de un futuro conocimiento, solo que con el placer de saber que alguien más se estará llevando una parte de mi, para sus adentros, leyendo las mismas hojas que leí, pasando por las mismas líneas que yo pasé, emocionándose como me emocioné y por qué no, aburriéndose cuando yo también me aburrí.

Mi hogar, es una biblioteca sin libros, tengo un acervo de la 'a' a la 'z' sin tan solo una página en material, llevo aventuras desde la edad de nuestro señor, hasta tiempos futuros y bifurcados con un poco de ficción y mucho contenido en narrativa, realismo mágico, barroco, y llegando a la estación de la obtusa filosofía y sus muchos componentes que forman un laberinto a mis ideas, pero que cuando encuentro la salida del enredado camino, tengo la oportunidad de ver más claro que nunca la fotografía llamada vida.

Ayer en una aventura que sostuve de negocios, vi en un anaquel, un libro que hace muchos ayeres tuve en mis manos (no era el mismo ejemplar, claro está) y siguiendo mi ideología, esa de que un libro siempre se puede volver a releer, por eso hay que liberarse de ellos, lo readquirí y he comenzado a re enamorarme de esta pieza de colección que no coleccionaré, pero que siempre albergaré en mis sobrecargadas neuronas... El libro hace fiel premisa a mi sentir actual, es como un bombazo de realidad con solidaridad de todos los que nos rodean, es del Maestro Octavio y el título es El Laberinto de la Soledad... Solo espero pronto no tenerlo, señal de que ya lo he releído.

Héctor Eduardo.

"Cuando la literatura se muda al cine, siempre queda corta a las expectativas de quienes leemos su estado evolutivo original. Espero y la Quinta Ola no me quede mal, hoy se estrena y por supuesto no la dejaré pasar'

Thursday, January 28, 2016

Castillo en el Mar.

Un me gustas despacito, no sabe igual que un me gustas con deseo,
un abrazo tuyo es más épico que el cielo, pero con un sol de tus besos, muevo al mundo entero.

Un me faltas susurrando, es peor que un te recuerdo gritando,
un olvido tuyo es no apreciar lo tanto que te he amado,
volar cometas en el aire de primavera es contar la compañía tuya de princesa
y soñar con tus sueños en mis sueños, me transitan al edén de tus sorpresas.

Un Te Quiero completito, no es más que un Te Amo en pedacitos,
un Te Amo en pedacitos, no es más que un Te Amo, siempre,  pues siempre te necesito.
cuando olvidemos mencionarnos, recordemos estas rimas,
y entonces recobraremos nuestra vida en tiempo y con total alegría...

... Hoy tuve una visión, cuando en un viaje de negocios, al estar en la estancia del hotel donde tuve la reunión, volteé la vista y vi la postal más hermosa que la madre naturaleza nos pueda signar. Con la marea coronando un paisaje de calma y consuelo, de esperanza y fe en la vida, ternura y azúcar para el futuro... Vi el climax, los Campos Elíseos que te entregaría en el futuro, cuando me des el "acepto" El lugar es un Castillo en el Mar, en donde su principal actividad es organizar ceremonias de unión y de amor en la costa del océano... Al mirar dicha imagen, no pude evitar pensar en ti, en tus besos y en tus labios, en darte un fuerte abrazo frente a todos, frente a las olas y las gaviotas, y decir Te Amo, tan fuerte que ensordeciera hasta al más retirado de la playa... El último día que nos vimos, me escribiste un cuarto de carta y en ella mencionaste que te diste cuenta de muchas cosas, pero no concluiste, releí por mil millonésima ocasión la misiva y aun sigo con la inquietud de saber a qué te referías... Y hoy me vuelvo a preguntar, qué había de mi, que te pudiera gustar, qué hay en mis palabras que te pudieran enamorar, qué hay en mis recuerdos que te puedan mantener... Y luego me doy cuenta que todo lo tienes tú, y no te lo llevaste, yo te lo entregué para que lo conservaras como evidencia de lo que pudo y no existió, como una señal que de perpetuidad a futuras generaciones del más hermoso amor que jamás existió... Que cuando voltees al Mar, y mires ese castillo, que algún día lo encontrarás, tengas un segundo de mi... Para tu pensar.

Héctor Eduardo.

Algo de mi Corazón...

Meses de cinco semanas, y años con cuatro febreros, hacer agostos en tu piel, un sábado de enero... Qué oración tan espectacular. Como espectacular el recordarte plena, como plena es la poesía que surca mi balcón pensando en tus mañanas, acurrucada en tu almohada, respirando el aire de azucenas.

Dejando la poesía de lado, y encontrando un refugio en la realidad; hoy quiero platicar un poco sobre la debilidad de haberte encontrado, cuando no tuve la noción de estarte buscando. Fuiste como un inmenso salvavidas que me regresó a la vida, como una burbuja de aire en medio de la marea, un recorrido que camina el desvalido. Inolvidable aquel día en escuché por vez primera tu voz melosa y risueña, como un jolgorio al silencio de mis facciones sin rostro, como una eternidad dentro de un suspiro, como eso y más fuiste re dirigiendo mi camino.

Confesándome en honor a tu figura y vaciado por completo de franqueza y realidad, mi corazón te extraña más y más, como las estrellas a los cometas. Vuelvo la cara al cielo y encuentro en su firmamento algunas nubes de algodones que te adornen tus labios con sus gotitas de melaza, y sucumbo en la felicidad de pensarte siempre y añorarte más.

Digo lo que siento, porque guardar los silencios que nos hacen ruido por dentro, que nos tienen en esclavitud y afónicos de amor, nos terminan por liquidar, por fulminar completamente. Mil veces prefiero la anemia de tus besos al entierro de tu olvido, y mil veces quedo venerando tu recuerdo, solo con tus ojitos mirando al infinito.

Viviré amándote enterita, desde el talón hasta tu cabello, con recorridos pertinentes en cada rincón de tu cuerpo, haciendo mis estaciones en tus labios y de inquilino en tus pechos. Viviré susurrándote palabritas de enamorado, entregando a tus oídos bálsamos de dicha y suspiros que te reciten la distancia del cielo a mi corazón, con la noche de tu eterno sol...

Héctor Eduardo.

"Un buen destino es que dos personas se encuentren, cuando ni siquiera se estaban buscando... Yo te busqué siempre y hoy estamos alejados"

Chismografo.

Y hace mucho frío... A decir verdad, y científicamente hablando, el frío es la ausencia de calor ¿?, bueno, al menos fue de las pocas lecciones que aprendí en la materia de Física en tercer semestre en preparatoria... En fín.

Hoy no sé de qué escribir, ya que mi vida está enmudecida. Estoy pasando un otoño de llanto, pensando solo en tus ojos, en tus palabras y en tu piel. Estoy estacionado en el eterno octubre, con la caída de las hojas de los árboles pensando en nuestro cada vez menos cercano reencuentro... Pasando por todas las etapas para superar este sentir, desde la negación, la ira, la resignación y hoy me encuentro sumido en la frontera de la aceptación y la depresión... Hoy acepto que ya no estás aquí, que mi vida debe de proseguir con su camino, como seguramente continuarás tú el tuyo... Eso es depresivo, porque en la unión de dos personas, que en el menor grado, en el peor escenario, se quieren, no deberían permanecer distantes, pero esa es la única realidad... Tierra de por medio, tierra que nos apresa y nos roba el oxígeno... Que nos mata.

Cambiaré drásticamente de tema, pues no tiene sentido seguir inmerso en las mismas calamidades de siempre... Hoy reencontré en una gaveta un antiguo tesoro de mi infancia, el cual delata las vivencias de un chico, en primera instancia tímido y posteriormente en transición a lo que hoy en día he llegado a no ser. El "tesoro", por llamarlo de algún modo, no es otra cosa que una publicación escolar interna, escrita con máquina de esas que ya no existen y el objetivo de la misma, no fue otro que exhibir chismes ocasionales de la época... En el mismo aparece mi nombre plasmado en varios de sus renglones, lo más curioso del asunto, es que en todos me ligan con las muchachas "populares" del grupo, claro está, haciéndoles mofa a ellas con un sujeto como yo. De entre toda la maraña de compañeras, recordé a una, una en particular que siempre me hablaba y me buscaba, ella no era de las populares, "popularidad" concepto tan ambiguo y superficial que jamás me ha llamado la atención. Ella era del apartado de los intelectoides, pero con el toque de excelsa belleza (¿alguna similitud con vos?), me cansé una y otra vez de apartarla de mi camino, en el automático mecanismo de defensa, de estar siempre a la defensiva, jamás caché que el motivo de ella era genuino, me escribía cartas, me arrebataba la libreta y me hacía, literalmente, mi tarea (yo siempre fue del grupo "N", No trabaja, No hace tareas, No copia, No platica, No se mete con nadie, etc.) y ella en muchas ocasiones me lo dijo, textualmente se me declaró, a lo cual yo colapsaba y optaba por retirarme del lugar, pero no era porque no me atrayera, sino más bien, por la timorata actitud que en mi reinaba, y que viéndolo en retrospectiva, sigue imperando en mi. Estos eventos fueron en primer y segundo grado, cuando en tercer grado cambié de "mentalidad", y más cuando la vi muy allegada a otro compañero del grupo, me dije "vamos a intentarle", pero el tiempo y la vida, como siempre, fiel a su estilo, me hicieron llegar una semana con retraso, ella ya tenía una semana de novia con este otro amigo, y pues solo me quedó quedarme en la avenida, con las flores marchitas y viendo como se alejaron mis oportunidades que jamás aproveché...

Esos recuerdos vinieron ahorita que escruté ese viejo "diario", y aun siento en mis sentidos, el olor a tierra mojada de aquellos días, cuando apenas tendría catorce, y hoy, con la semblanza de ver hacía atrás, considero que no debí esperar, debí actuar antes, solo que me ganó el parsimonioso instinto de cobardía, cual como me ha sucedido hoy, aquí, en esta historia que tu y yo vivimos.

Héctor Eduardo.

Wednesday, January 27, 2016

La Más Hermosa...

En una reminiscencia de ti, me acomplejo por que fuésemos tan distintos, en estaturas desiguales, pero tú enorme, gigante en hermosura. No logro entender aun los mandatos del corazón, lo caprichos de este músculo traicionero que me ha hecho caer de rodillas ante ti, que ha sido capaz de convertir mis noches de tranquilidad y sueño continuo en largas charlas con mi almohada, atestándole un dejo de tu figura y un llanto por tu olvido... Noches de desvelo y confinadas solo a tu ya lejano recuerdo... Si este es mi exilio, apenas con dos semanas de desafuero en tu corazón, no quiero pensar en los años cuando me tengan ya cubierto y no recuerdes siquiera como me llamo yo.

Te recuerdo mucho, te recuerdo en concepto, en figura y en deseo. Recuerdo las pasitas de la avena que te comías, y que con tanto amor te preparaba, recuerdo tu enajenación por las frituras de queso, que hasta me las peleabas. Recuerdo en estas reminiscencias, el que me guardaras parte de tu ración de alimentos, anticipando que siempre te diría que si, y que de la porción, degustara un manjar entero... Fue maravilloso que esperaras por mi, para irnos en el mismo sendero, aun cuando jamás te había dicho Te Quiero.

Eres el cielo que ha enarbolado mis sentidos, eres la gota del rocío que ha refrescado mis futuros sin brillo. Eres locura que me ha invadido y a pesar de no ser tu amado, yo te amo por entero, yo te amo sin condiciones y sin esperar nada a cambio.  Me has enseñado el camino a un mundo nuevo,  has colgado las estrellas de la fe en mi mirada y me he adueñado de tu cara, poniéndola en la luna para asomarme noche a noche viéndola a ella, viéndote a ti...

Estoy cada vez más lejos del alpiste que me dabas, pero en algún punto retomaremos el camino que nos dictamina la felicidad en las palabras precisas e indicadas... Ten siempre mis latidos en tu morral, ten mis besos siempre guardados en tu bolso, lleva siempre mi loción en la prenda que te cubra del frío a tu cuello de sirena, cubre de mis caricias cada una de tus pecas, abre los ojos con el susurro de mis palabras y deshiela el alma con cada uno de mis versos.

Estoy en el borde del Sendero Óctuple, considerando volverte mi primavera, y en tu distancia vivir siempre este eterno invierno. Rezaré tu lejanía con un siglo mío de amaneceres dedicados a tus labios, daré plegarias en honor a tus ojazos y vertiré Padres Nuestros en el recuerdo de nuestro encuentro, de nuestras olas en las sábanas en donde nos dejamos llevar, todita para mi, todito para ti, un encuentro tan lindo y tan precioso que nadie más podrá igualar... Contemplándote como la más hermosa del mundo, estrellada como estrella con el eterno detalle de tu bello perfil  y sin dejar de agradecerte en secreto que me hayas permitido tener tanta devoción y tanta creencia de que vivo y siento tanto amor por ti, que en muerte vivo y en vida muero por conseguir tu amor.

Aunque todo parezca tan exacto a cuando estabas... La luna solitaria se ha mudado a otro balcón y me haces falta...

Héctor Eduardo.

Fruto del Árbol

Algo que encontré, deambulando por ahí:

Amigo (A): ¿Aun la extrañas?
Yo (Y): ¿A quién? ¿Al amor de mi vida? No, ni un poquito.
A: Qué extraño eres ¿Cómo puede ser el amor de tu vida alguien a quien ni siquiera extrañas?
Y: ¿Sabes qué pasa cuando las frutas maduran?
A: ¿Se separan del árbol?
Y: Así es. Mi amor ahora es como una fruta madura. Y me he separado de mi árbol. Y madurar implica aprender a dejar ir, incluso cuando se trata del amor de tu vida. Por eso no la extraño. Al fin y al cabo, si la vida quiere, nos volverá a reunir, y si nunca sucede, siempre recordaré algo; Ella me hizo conocer el amor más puro que jamás haya creído que existiera, y más que eso, me hizo madurarlo, aprender que amar, no significa poseer...

                     Sustraído de algún lado.

Viejos Amaneceres...

Recuerdo los viejos amaneces... Aquellos que disfrutaba en proporciones infinitas a la par del viejo café de olla que preparaba mi abuelita. En aquellos lejanos días, la sencillez de vivir se consagraba con unas cuantas piedras, unas viejas botellas y buena puntería para ser quien más las truena y se lleva el reconocimiento de los amigos, de los primos y alguno que otro que ni siquiera conocía... Quién diría que ese infante, que no le bastaba más que el Sol, el café, las piedras y las botellas, hoy pernocte noche tras noche, en espera de un aviso tuyo, de un patrón que me indique que te encuentras con bien, que todo marcha conforme a tus planes y que en esos planes encuentras un espacio para que pueda incluirme en la pieza musical de tu vida.

En los viejos amaneceres sostenía una espera que se hacía eterna, esperando que el Sol llegara y quitara las sombras de mi vida, pareciendo un presagio de lo que tiempo después sostendría como la más difícil prueba, soportar tu eterno amanecer, donde no ha asomado siquiera el primer rayo de luz y parece que el mundo no puede girar para impulsar un poco más tu eterno e interminable despertar.

Un amanecer de aquellos, comparado con un amanecer de los de hoy, es en gran nivel dos puntos muy distanciados, aquellos llenos de fe y esperanza, con la pureza de una inocencia en proporción a la infancia... Los amaneceres de hoy, con pesadez y tristeza, con la melancolía que dejan las huellas de tu partida, con la gravidez de tu peso, plasmado en mis recuerdos de aquella noche que te cargué entre mis brazos, tan princesa, tan sirena, tan bella y tan hermosa... Mis amaneceres son precarios, son la antesala de mis anocheceres, son el flujo del tiempo invertido al lugar en donde estás, son el espejo roto que no soporta mi cara reflejar, son el cristal de tus lentes, sin tus ojos a agrandar... Son tu sonrisa, sin en labial que robar cuando me beses y yo te ame más.

Héctor Eduardo

Me robaste el corazón con solo unas caricias... Me quedé con tu recuerdo para toda la vida.

En el Espejo.

Si he sabido amor, que nuestras vidas se separarían, optaría por no encontrarte última vez jamás, puesto que no reencontrarte sería síntoma de nuestra eterna compañía, porque la distancia y el olvido son veneno, pero mi dolor nunca para de emanar. Cuando en tus ojos me vi por vez primera, divagué en un mundo de blancos zafiros y dulces gardenias, con los jardines de tu cuerpo y las rosas que me obsequiaste en cada uno de nuestros encuentros.

Hecho de menos cada fragmento de ti, hecho de menos la alegría que le diste a mi existir, tu dulzura y encanto, tu astucia e inteligencia, tu prudencia y arrebatos de espontáneas alegrías. Cuánto tiempo ha pasado desde la última charla que sostuvimos cara a cara, cuántas cosas han sucedido desde que nos dimos aquel último beso recostados en la alcoba, cuánto se ha perdido del recipiente infinito de amor que aun sigue lleno en su estante, pero sufre de tu ausencia y sufre con mucho dolor.

No sé si algún día vuelvas a buscarme, no sé si tu amor, el amor que entregas al mundo, a la vida, se quede sin encontrar refugio en otros brazos lejanos a los míos, no sé si con la distancia el olvido de mi existir calcinará toda huella de mis manos acariciando cada hebra de tu pelo, acariciando cada rincón de tu cuerpo y al masaje de mi aliento a cada poro de tu alma. No sé si con el paso de los días, que en tu ausencia se convierten en años, te reavive la chispa y el deseo de verme, así como estoy, marchito, sin alinear, flaco y sin hambre de alegría, porque toda la flor de mi existir eres tú, porque la compostura de mis mañanas se viste con tu elegancia, porque mi alimento y mi alegría me lo das en bocados de palabras y compañía y sin ti amada Mar de mi vida, me siento a la deriva, encallado en medio del océano y sin saber qué rumbo voy a tomar.

No he parado de verme al espejo, de platicar con el sujeto que se proyecta en la imagen y reclamarle el por qué ha permitido que te vayas, por qué no ha luchado desde un escenario real por ti, ¿Y sabes Guadalupe? Al verlo tan destartalado, comprendo que él entiende que si tú te robaste su corazón, es porque se ha enamorado de todo lo que representas en este plano de energía, que tus sueños se han hecho los sueños suyos, que tus metas las ha absorbido por ósmosis para tomarlas  para él, que las razones en el día que te hacen reír, son las razones que él tiene para amar la vida, que los motivos que te hacen llorar, le sirven para inspirarte un hombro donde puedas descansar, que tus noches él las hace sus mañanas y que de tus días él te entrega el Sol enterito para impulsarte de su energía... El que el infeliz ese, el del espejo no haya aparecido a tu encuentro, es meramente porque sabe de tu poder, de tu fuerza, te concibe como la Mujer mas bella y mas hermosa del mundo entero, pero también la más determinada y aguerrida... y de esa forma sabe que tú sabes respetar las reglas que te dictas y en tus reglas dictaminaste, para mi dolor y muerte diaria, la de buscarme cuando debas de buscarme... Y el del espejo vive con la esperanza de ver que hagas honor a tu próxima venida, como canto celeste y me entregues tu corazón...

Cuando vivo con el tipo del espejo, me desespero por no poder abrazarte, y me quedo loco de celos de pensar que mi corazón cruel se haya descompuesto al saberte en unos brazos ajenos... Esta es la vida en el espejo, porque yo soy el tipo detrás del espejo de tu vida, no puedo alcanzarte o tocarte, no puedo más que darte un reflejo de mis palabras con tristeza o alegrías, solo proyecto trazos de escritura, ya sin vida y todo lo que ves en mi, en este espejo, es solo mi deseo de estar siempre donde tú estás...

Rotceh Odraude.


Tuesday, January 26, 2016

Aforismos Varios... Todos Ellos a tu Amor.

Te regalo peces vivos del mar muerto, mis carencias y toda mi abundancia... Te regalo un quijote y un molino, y un rebaño de besos que dan frío.

Seca las lágrimas de tu llanto, en el pañuelo que te sosiega mi corazón...

Toca con tu mando de cielo, un poco la ternura de mis sentimientos... Anda ve, que yo siempre te esperaré.

... Camina descalza entre mis angustias, que yo tejeré edredones que cobijen tus alegrías.

... Aceptémoslo, te gusto y me gustas, te quiero y me quieres, te amo y me amas ¿Ves qué simple es el amor? Ven y hagamos locuras para rendirle un merecido tributo.

Piensa en los arrebatos que te alejan en el horizonte... La distancia se mide en recuerdos y no en tiempos, y yo siempre recuerdo cuando te robé un beso.

De tanto platicar nuestras historias, hasta Dios se sabe nuestro cuento... Es curioso, que Él salga en este verso, pues hablar de Él y de ti es redundar.

Las estrellas que brillan en el cielo llevan por grupo constelaciones... Pero solas, todas ellas llevan tu nombre.

Toma de mis manos cada uno de mis dedos, en ellos encontrarás amor, ternura, pasión, deseo, sueños, lealtad, nobleza, protección, cobijo y el mundo entero.

Siempre seré tu eterno enamorado, aunque me veas lejano, con la mirada perdida... Es porque te estoy viendo con el alma en carne viva.

Te amo Mar, por la simple razón de que te amo... No hay más por dónde buscarle.

Héctor Eduardo.

La Esperanza del Enamorado.

En el corazón del enamorado del que no se han enamorado, solo existe consuelo cuando escribe versos sin rima, cuando contempla la pálida luz de la luna y esta trae consigo a la mujer amada, aquella que siempre calla y se oculta entre la niebla. Cuando uno ama con el alma, damos la vida por entero, sacrificamos la dicha y a la tristeza la hacemos inquilina.

Mas allá de los albores de tu sol, esos que maquillan de tu naranja el mar y que por la tarde, como el ocaso te alejan más y más. No se soportan ni las mañanas y ni las noches sin tu compañía, sin tu sed de mis ojos y mi agua que calma tu ansiedad. No desiertes mis abrazos de tu piel, no arranques de raíz tus sentimientos que viven hechos para mi.

El corazón del enamorado es un cordel buscando su cometa, es la luz que emana de la estrella buscando alojarse en tus ojos claros, en tus ojos de princesa y golondrina. Con hilo de amor te amarro, como amarrando la luna, mi balcón siempre será tu jardín, eres el sol de mi ocaso y la luna de mis amaneceres. El milagro de amar es amarte como si fueras milagro, es encontrar en el sonido de tu silencio la voz que me hipnotiza y me embriaga de dicha.

El corazón del enamorado madura con el tiempo de esperar a su amada, simple y llana, majestuosa y sublime. Vida mía, acabas de llegar como neblina en la mañana a mi vida y hoy me arrancas dicha vida sin tener más deseos más que acceder a tu sublime deseo de que te ame, mientras duermas, amándote vestida, si quieres a escondidas, pero amarte hasta gritar. Tu eres mi puerto, y a ti tengo que llegar... Estoy muy lejos, demasiado lejos que no puedo a tus ojos divisar. Domino la ira de la distancia, me calma el recuerdo de la cárcel de tu piel donde me arranco la vida de los deseos que tengo de amarte y amarte hasta el final de los tiempos.

El corazón de este enamorado vive con la esperanza, y busca intentos simples de confesarte enamoramiento en honor a ti, una sola mujer, con tu hilvano de ilusión con realidad busco entregarte tributos de adagios en honor a tus ojos. Descalzo tu luna en mi piel, con estrellas que respiras del vértigo que te estremece y te hace bien. Una sinfonía de tus besos y una trova de tus gemidos de excitación. Te amo Mar, por tus cualidades de llevarme a tu lejanía y regresarme vacío de mi, pero lleno de ti, sumergido en tu temporal, extraído de mis sentidos y guarecido de tu aroma al lado mío.

En mis sueños mejores siempre estás, dictándome poesías, que han sido escritas por mis manos, pero guiadas por la devoción que me guía a tu corazón...

Héctor Eduardo.

"Al oir tu voz, escucho como me habla el cielo... El tocar tu aroma es aspirar el mundo entero..."
                                                                                                       RM

La Humedad de tu Recuerdo.

Contemplar la exaltación que dejaste en mi alma, en los senderos de mis ojos con el soliloquio rosa de tus labios, cuando su carmín se diluye, es porque son mojados por la sed de mis besos y cuando se resecan es por la sal de mi distancia que no estoy para rozarlos con la dulzura y el antojo de morderlos cual mi postre predilecto, a la miel de mi exceso de apetito y la gula del deseo.

Sintiendo tu lejano respirar, acudo por las noches a la playa para captar las gotas de tus suspiros de cuando me extrañas y en silencio me llamas, porque no neguemos lo innegable Mar, en las rebeliones de tus sentimientos, enumeras y tratas de contar uno a uno los besos que nos dimos, las caricias que nos arrebatamos, las palabras que pronunciamos, pero sobre todo los silencios en que solo nos miramos.  Y vas por el beso cincuenta (sin cuenta) cuando te detienes y comienzas de nuevo. Entonces tentada de llamar te quedas, contagiada de mis versos y mis proezas, tiempo pides y tiempo te entrego, pero en el núcleo del volcán  de tu corazón, reservada la H queda, para cuando llegue mi brigada de confort, con acuarela de amor.

No confortemos al ruiseñor con distancia, no admiremos paisajes de amor viviendo en la cárcel de los recuerdos, la única ruta de amar es amando en tiempo real, cruzando nuestras manos, entrelazando nuestros dedos, con la fuerza de la pared y de unión y futuro entero. Eso es vivir, eso es el cielo, eso es alpiste y centeno, laurel y rosal.

Veamos a Dios en nuestras miradas, que la verdad no nos empuje como avalancha y nos de abatimiento, y que el sol no nos manche de su llanto de palidez. Mi mano dibujándote el labial de tu boca se lleva media vida cuando a mi lado no estás. Mi libertad lleva tu nombre, espero robarte la piel con las caricias de mis letras, con el roce de mis besos en el contorno de tu espalda y darle mordiditas pequeñas a tus hombros mientras suspiras y se queda marcada tu risa en mi camisa despintándose de amor.

Te regalo un concierto entero de todas mis sonrisas para que las guardes en el bolsillo de tu alma, para que las conserves lavadas con el aureola de ángel que lleva tu aura. Quiero que mantengas ahí mi almohada con un pasaje entero a mi cuerpo, y encuentres las estación que detiene tu balada. Tuyo es mi silencio que no escuchas, tuyas son las palabras que te menciono en estas líneas, tuyo es el fuego que produzco que aunque me queme, a ti te llena de sosiego y te brinda un molino entero de
deseos y arrepentimientos por los caminos que no hemos seguido... Más solo conservo, la humedad de tu recuerdo.

Amor, date cuenta que soy tuyo, completamente tuyo y me empolvo desgastado en el olvido del retiro obligado, en el agrio suspiro que has emitido. A nuestro abecedario se le ha perdido la 'a' y a pesar de la foto tuya que tengo en el cuadro sobre el diván, vagando ando en la ciudad buscando la alquimia que entregue el vértice de tus labios, aunque sea en el que emitieras un beso que se trepara en mi mejilla, untado de lejanía... He hundido las sonrisas, esas que te he obsequiado, en pozos de dolor, viviendo solo en ti, como una teoría improbable, sin cobrar vida, sin voluntad de existir, enfermo y con inmunidad a la felicidad... El tiempo nos ha alcanzado con su velocidad, y no me he puesto de acuerdo para llorar la lluvia matutina. Mi vida yace entre sol y espinas con tu ausencia física, pero la presencia de tu miel por unos días más en mis sueños azules... Ya no quiero seguir atrapando nubes, pero siempre, día tras día te pienso... Te pienso.

Héctor Eduardo.

Amor y Felicidad.

... Tengo un gran nudo en la garganta... No fue la mejor de las noches. Comienzo con una reflexión que la mayor parte de la humanidad se ha hecho ¿Qué es este sentimiento que se llama amor? Alguna vez me dijiste, en una de nuestras tantas charlas muy amenas que sosteníamos, que el amor es una obsesión, solo que en un menor grado. Yo tengo mucho amor por ti, y siguiendo esa pauta, quiere decir que estoy muy obsesionado contigo, pero solo que en menor grado... mmm no sé, no me satisface esa conclusión.

Entonces volvemos a la pregunta central ¿Qué es el amor? pero a esta pregunta se le pueden adherir otras más, como ¿Por qué se sienten tantos tipos distintos de amor? ¿Por qué el corazón nos abandona cuando hay una persona que nos ama y por qué nos traiciona haciendo que amemos a quien no debemos, a quien siquiera en el mundo tiene un segundo de su tiempo para respondernos? ¿Cómo puedo amar por correspondencia, solo por haber besado siquiera esos labios, y tomado con fuerza esa cintura tan estrecha? ¿El amor es un recuerdo perdido de una ilusión de un futuro soñado? ¿Estoy enamorado de ti, o solo del tipo que yo soy cuando estás conmigo? ¿Estoy listo para jamás volver a amar? ¿Es vida, la vida sin amor?

Y así puedo llenar cuartillas enteras con preguntas sin respuestas, con sentimientos que vacían mi cansada alma por no saber mas de tus palabras, por no saber más de tus besos, por haber alcanzado el cielo, arañado la gloria y surcado el paraíso aquella noche, cuando nos amamos, y nos cedimos por entero los dos. En estos silencios, cuando estamos alejados, siento que aun te amo más y más, pero ya no te escucho... Tu voz se hace un lejano eco.

Todas las preguntas anteriores surgen con relación a la desesperanza que comienza a invadirme, que comienza a crecer en el pasto de mi fe. Porque cuánto tiempo es "un tiempo", "una distancia", un "alejarme y aclararme" que fueron las palabras para separarme de tu presente, el edicto de mi infelicidad y de tu realidad otrora conmigo, hoy sin mi... Sin nada... Palabras que hoy en día creo que no tienen respuesta, solo fueron proferidas sin conocer el verdadero poder de la palabra "cálzame una espada y acabaré con un ejército, cálzame de una pluma y arrodillaré al mundo entero", ese valor de la palabra es el que se ha subestimado y no se le tiene en buen valuarte, porque una palabra, una sentencia puede cambiar el curso de la historia, el curso de la vida, y mi vida, mi vida ha sido cambiada por completo, primero con tu llegada, después con tus besos y por último, con tus palabras de probable apócrifo regreso ó verdadero consuelo...

Mi alma está débil, llora un gran pesar en mi pecho. Este no es sin duda el mejor de mis amaneceres, pues se siente el espesor de mi melancolía, de mi abatido sentido del humor y mi constipada inspiración... Una pena por no tener mejores historias por escribir, porque el cuento no termine en final feliz, pero atestando un severo golpe a la realidad, esa de la que tanto huimos, los que escribimos y los que soñamos, siento que mi fe es el placebo más hermoso que la vida me ha dado, porque con ella me sostengo en los tiempos de veda, de ella tomo la reserva de alimento cuando no hay más que penas, pero lamentablemente, ella es un engaño y no hace más que darme pequeños grumos de lo que quiero escuchar, de lo que quiero ver, de lo que deseo vivir, pero, sin sustento, sin precisión, sin realidad, todo basado en una corazonada, en una ambiciosa utopía que se virtualiza y estanca en tus ojos y en tus labios, y se va difuminando cada vez más, en recordar cada vez menos el timbre de tu voz y en pasajeramente ir olvidando el tacto de rozar tus manos, así como el brillo de tu hermoso cabello, cuando le da el sol... Paulatinamente me acuerdo cada vez menos de tus rasgos bellos, los distorsiona mi cerebro y tengo imprecisiones de tus detalles que te hacen tan única y tan especial, y eso me duele, me duele como no te imaginarás jamás tanto dolor acumulado en el alma... Condición humana la de olvidar, más el alma jamás te dejará de amar.

Mi corazón no desea olvidarte, pues te he hecho una promesa, pero mi razonamiento me dice que debo hacerlo, sin embargo, entra en una paradoja, pues tanto es que lo intento que me acuerdo mucho más de ti y entonces no consigo olvidarte, pero eso me tiene sin hambre, sin deseos, sin aspiraciones... Ese dolor, esa pena es lo que me tiene Enfermo de Recuerdos, de tristezas, de nostalgias, de nauseas por no encontrarme un futuro en donde vuelva a alcanzar la felicidad... Felicidad, por ahí debí comenzar este llanto de letras, por preguntarme qué es el amor no obtendría ninguna respuesta satisfactoria. La única respuesta viable es que El amor, es Felicidad, y mi felicidad, claro está que lleva tu nombre escrito Mar, entonces, dicho esto, tú eres el amor que se me ha escapado frente a mis narices y no lo he vuelto a hallar... Eres mi felicidad que se ha alejado y se perpetua en el Mar...

Héctor Eduardo.

Monday, January 25, 2016

Besando tu Alma...

Voy a delinearte, correctamente amor, el lápiz labial de tu boca, y voy a respirar profundamente tu aroma de sándalo y claveles de rosas, vamos a esperar que las flores nos hablen y que el canto que de ellas emane, sea un himno para tu biografía, amada mía. Viviremos en amor, en el cielo, así como en los aguaceros, como un tributo al amor en general, manifestándonos con un homenaje a tu cara y a tu sonrisa, a tus creencias y a tu hermoso caminar.

El agua del mar no siente en su profundidad la ansiedad de esperarte, deambulo por todos los parques considerándote en todas partes. Mis emociones y mis sentimientos son unas fichas intercambiables por tu amor, en donde me quedé sin cambio y ya no tiene fecha de devolución, pues siempre que te pienso te se me ahoga el pecho en el ruido de tu lejanía... Mis distancias con el labial de tus labios es tan lejana como caminar en cuclillas, sin agua de aquí hasta tu memoria, transitando por el pasaje de tus recuerdos felices, de cuando me quisiste y valía para tus manos, cuando nos rozábamos las tristezas y las convertimos en dicha.

Vuelve a mi otra vez, no te das cuenta que tu eres el guión de mi vida, el sendero que arranca las sonrisas de mi árbol de dolor. Necesito tu luz, ven alúmbrame con tu silencio en persona, no me oscurezcas con el escándalo de tu lejanía. Hagamos un camino del amor sin desperdiciar el tiempo en que debemos abordar el vuelo a nuestra felicidad... No nos detengamos para tomar impulso, si nuestra dicha tiene tu signo y tus suspiros... No quiero escuchar de ti ni una palabra, mas que te amo, y yo corresponderé con un beso que te tome desprevenida y te deje sin suelo.

¿A dónde irán a dormir mis besos si no son atrapados en tus caricias?¿Dónde puedes estar mi pequeña gran mujer sin el alcance de mis manos? ¿A dónde vas a parar si tienes la clave de mi alma y no la descifras y la arrojas a la nada? No te mires al espejo, porque desearás ver mi reflejo acompañándote en donde estás. Cada caricia tuya y besos míos, han dado, han sentado las bases de estas promesas hechas ciertas inspiradas en tu perfume y en tu bufanda de romántica fragancia.

Contaré hasta diez, como siempre te recomendé, y en instantes aparecerás, consagrada como agua bendita y santificada como virgen santa, yo le daré un gran beso a tu alma, en las historias que escribes en tu letra engarfiada de tristeza y melancolía. Iré por ti y siempre estarás tú tras el aire puro que viene de la estela de tu presencia. Me muero sin tu fe, pero me muero siempre por ti... Besaré de nuevo tu alma, que sin nosotros se llora un mar de angustia, pero estoy convencido que si tuviera toda la inspiración del mundo, la canjearía por todos los mares del mundo, y te enamoraría en un segundo, tan solo en un segundo Mar...

Héctor Eduardo.

De Talentos y Algunos Poemas.

En las tardes de mi juventud, siempre quería sobresalir por algo. Pensaba que si soy bueno en el deporte, atraería las miradas de las compañeras más atractivas. O creía que por el hecho de tocar la guitarra, me daría un poco de estatus con ellas, pero aun así nada, vamos, que hasta llegué a pensar que escribir poesía, utilizándola como herramienta de conquista, obtendría la admiración, pero la realidad fue contraria totalmente. Ni el deporte, ni el berrear (eso es lo que hago al "cantar") ni la poesía me han servido de mucho, pues cuando por fin te encontré hermosa y deslumbrante, no tuve oportunidad de pretenderte enamorar...

Qué ciego he sido, si el más grande don que la vida misma me dio, fue el de amar, como te amo yo, y en medio de ese amor, cada movimiento que doy, cada expansión de mi pecho buscando respirar, cada silvido pensando que te canto una de las canciones que tanto te pueden, quizás gustar, todo es inspirado en la gracia del amor, y mi amor no es otra cosa que una semilla de tu vida, depositada en la fértil inspiración que vive en mi corazón, donde solo con pensar en ti, fluye las ideas y las palabras y vienen los versos que son completamente pensados, en ti mi amor...

Preguntas -

A dónde va tu corazón sin mi,
en dónde estacionarás tu felicidad,
si yo te amo tanto y mucho más te necesito,
que sin ti mi corazón morirá.

Qué será de tu amor sin mis caricias,
qué será de mi amor, sin tus sonrisas,
cómo pararé de pensar en ti, con melancolía,
cómo adoraré tu timbre de voz,
cuando cantas tus bellas melodías.

Cómo fue que te fuiste de mi vida
cuando apenas te encontré
y me vi contigo, todita y totalmente querida.

Comprende párvula fémina de mis encantos,
que nadie en este mundo te ama tanto,
que solo consagramos lirio y guirnalda,
para escenificar el llanto de mis arrebatos.

Hay de nuestros caminos distantes,
que se alejan como marea errante,
que se esparcen en el ocaso del cielo nocturno,
pero que tanto dolor corta, como diamante.

Mientras espero la presencia de tu incienso,
que me entregue el aroma que desprendes de tu cuerpo,
y me arguyo poesía mal pronunciada,
que no es otra cosa más que el lamento de tanto que te pienso.

Héctor Eduardo.

Otra Mitad.

Entremos en la materia de lo que ha sucedido en los últimos días... La única constante en todo este proceso de distanciamiento es extrañarte y amarte cada vez más... No sé si tu estrategia de retirarme de tu vida, pretendía precisamente lo contrario, porque de ser así, y muy seriamente lo creo, no está teniendo los resultados esperados, pues cada momento te extraño más y más y te necesito en mi vida, donde ya no puedo respirar.

... Recuerdo la primera vez que te acompañé, no sé si lo recuerdes, nos fuimos caminando hasta el bulevar, tu hablabas y hablabas y yo te escuchaba. Esa vez, te dije que iba al banco, para hacer unos movimientos, lo cierto es que no iba a ningún lado, de origen, ya después aproveché para pasar. La única verdad, es que deseaba conocerte más y más, deseaba que me platicaras tus historias, tus aventuras en la vida y qué mejor oportunidad que caminar a tu lado, sin prisa y solo escuchar tu hermosa voz, mientras yo te contemplaba en silencio, te admiraba con palabras calladas que nacen del cariño, que desde entonces te tengo. 

Lo que recuerdo mucho de ese día fue cuando me dijiste de tu pretendiente, alguien incluso de menor edad que quien escribe estas líneas. Al escuchar tus palabras, me creí perdido, sin esperanza alguna, pero esa lección de la vida, de no perder la fe, me hace estar hoy aquí, porque, cierto estoy, que será una tarea ardua, el tener la fuerza de voluntad de no atracar mi promesa de esperarte, e irte a buscar antes de lo previsto, pero tengo que tener paciencia, y yo sé, que conservo alta la convicción que de mi ya  te enamoraste, quizás un poco, quizás un mucho, pero lo que importa es eso, que en algún punto de nuestra lejanía, tomarás la bocina y me llamarás ¿y sabes? De inmediato iré a tu encuentro, iré por ti, sin palabras, sin preguntas, sin más tema de conversación que tu mirada alineada en la mía, que mis labios compartiendo la textura de tus labios, que mis manos ceñidas a tu cintura y tus brazos rodeando mi cuello en señal de que nos amamos... Será el comienzo de todo, el principio del cosmos y eterna cofradía de tus alegrías con mis anhelos. 

Hay mucho frenos que te detienen, yo lo entiendo, lo razono, mas mi corazón siente que es más lo que se pierde mientras no estemos los dos juntos, de la mano cruzando esa misma avenida. Recorrer otra vez esos caminos, tu tomando mi brazo mientras me platicas tus historias y lo mucho que me has extrañado, y yo guardando tu seguridad con mi compañía, contemplando tu perfil de princesa y de la cual me rindo completamente amando tu belleza. Llegar al bulevar y no dejarnos jamás, hasta que vivamos la mejor de los cuentos de novela... Y cuando eso haya pasado, en las siguientes diez mil vidas acompañarte y encontrarte siempre y continuamente, pues amor de mi vida, tu eres mi otra mitad y yo soy tu alma eterna, que eso no lo dude tu corazón... Tu eres Sol y yo soy Luna! 

Héctor Eduardo.

Te juro por mi y mi vida, que si te llego a dar un abrazo, con todo esto que te extraño, te desarmo por completo... Te amo.

Lecciones de Anatomía.

Hoy amanecí más poeta que nunca, por lo cual me siento a escribir unos cuantos versos en tu honor, como siempre lo hago, y espero que mi inspiración no desentone con el amor y deseo por tus besos, aquellos que con tanta enjundia me regalaste y yo guardé en mi bolsillo de la camisa, en el corazón.

Hoy amanecí un poco soñador. Sueño y estoy inspirado en tus ojos de azucena, en la mirada llana que abre las ventanas de mi alma y me atraviesan por completo mi espíritu con tan solo ver tus hermosas y sincronizadas pestañas ¿Guadalupe, te han dicho alguna vez que tienes una mirada pura y transparente? Llena de un bosque de helechos de ilusiones y considerablemente una madeja de luz y brillo, de amor y fuerza, de sueños y confianza... Entre tu mirada y la mirada, esa que es convencional, la de los mortales, hay un océano de diferencia, tu mirada abraza y da confort, consuela al arrepentido y convierte a tu religión al desvalido, tu mirada evangeliza y profetiza, intuye y amenaza, sostiene y calla, pero sobre todo, tu mirada, te denuncia, te exhibe y te delata, que de mi, te sientes un poco más enamorada...

... Hoy amanecí un poco más sediento. Tengo sed de tus labios, tan versátiles y tan enteros, tan jugosos como un cerezo y tan exquisitos como un vino añejo. Tus labios dictan amor, tus labios enjugan mi emoción, tus labios me han robado el alma cuando me han besado, porque tus labios son lo más hermoso que tienes y Dios te ha dado. En tus labios mis batallas se pierden, en tus labios entrego mi voluntad, a esos labios todo les debo y nada me dan, en tus labios emites las palabras y las disfrazas de caramelo, para que yo los vuelva a morder, chupar y masticarlos con tiento y deseo. Tus labios me han hecho tartamudear de pasión, tus labios me han robado el corazón, tu labios Mar, son la promesa divina, de cuando encuentre mi corazón en tus labios, me apegue a ellos y nunca más, te deje de besar...

... Hoy amanecí más atrevido. Porque tengo muchas ganas de tus senos, detenerme en ellos y encontrar el cielo, saberte mía por completo, cuando con mis manos los exploren y te exciten mis caricias y lo que hago en tu pecho. Porque tus senos son fogosidad, son elixir que me han dado potencia y energía, revulsivo de pasiones y deseos. Tus senos son el aviso de que me gustas por completo, cuando se yerguen amenazantes ante el frío del calor de mis dedos en ellos, te delatan por su actitud desafiante y no hago más que morderlos para que vibres por dentro. Tus senos son el manjar que me hipnotiza y que a ti te hace palpitar, cuando en ellos hago mi cabaña y me acurruco ante su emanar. Son tan finos y sensuales, tan atrayentes como corales y tan provocadoramente sexuales, que con estas líneas ya no puedo continuar... Tus senos son el aperitivo ideal del amor que te quiero dar, cuando lleguemos al platillo principal que es hacernos el amor...

... Hoy amanecí pensativo. Pienso en tus bellas piernas, tan firmes y tan suaves, tan hermosas y femeninas. Tus piernas no han sido bien valoradas por mis versos y ensayos, pero es en realidad que tus piernas, a pesar de que les catalogas como un mapa mundi, son realmente el mundo entero donde me deseo estacionar. Tus piernas me dan el soporte para andar, porque tus piernas te llevan o te traen, en tus piernas, como tallos de gardenia me estaciono para amar y me cuentan tus historias en cada marca de tu diario peregrinar. Tus piernas me ha gustado magullar, frotarlas con pasión, pero desde el fondo de mi corazón, con tus rodillas curvas, cual violoncello que cautiva con su ritmo y armonía en tus piernas nos hipnotizas... De tus piernas yo quiero diario explorarlas sin parar, darle un beso a tus muslos y arriba un poco más, de tus piernas se ha colgado las estrellas que tanto quiero en mi alma abrazar... Tu piernas son una sinfonía que me cuentan la opera de tu amar...

Te amo por completo, te escruto del cabello al cielo y siempre te espero a que me busques, Mar de mis sueños...

Héctor Eduardo.

De Deseos y Realidades...


Tengo que confesar que mi ausencia se debió a dos motivos; el primero marcado por la libertad y autonomía que tiene el cuerpo humano de auto sabotearse y por consecuencia caer en colapso; el segundo motivo fuere destinado a mi retiro mental, quise apartarme de los dedos, de las teclas para conseguir una Obra Maestra, de esas que dejan huella y que inspiran más y más en el corazón... Es imposible considerar una competencia contra la Obra Maestra más grande que el creador nos dio, que eres tú Mar, Mar de mis adentros, Mar de mis suspiros, Mar de infinito, Mar de mis deseos... Pero la lucha le hacemos y pronto, si es que no te he aburrido, tus ojos la verán.

...Anoche viajé por tu cuerpo, volví a soñarte, era un sueño-recuerdo, pues solo estuve recordando las planicies que me sucumbieron, recordando tus suspiros apasionados y tus ojos elevados en deseo. El viaje me detuvo en tus senos, en donde estacioné mis caricias en la aureola de ángel que los coronan, en el marrón rosado que ya he probado, tan exquisito y que me sucumbe, cual preso de la gula de tus hermosos pechos...  Suculento néctar de mil rosas...

...Alguna vez, me preguntaste que por qué te deseo tanto, a lo cual inferí motivos mundanos, motivos adyacentes a mi calidad humana, a mi calidad de hombre, lo cual, para no rebuscar, complemento con pasajes bellos, que combinan deseo y amor, lujuria y ternura, pasión y esperanza, fuerza y fragilidad...  Te deseo en proporciones infinitas, acorazado de mil fantasías y cumpliendo millones, estacionándome en tu valle y enajenando mi sed en tu miel. Te deseo Mar,  y deseo volver a tomarte prisionera de mis manos, en tus caderas precisar mi fuerza de hombre ante tu dulce fragilidad, tan sensual y atrevida en tu cintura, mientras doy un mordisco a tu cuello de sirena y gimes de la pasión que te abrasa, con mis manos rozando con más fuerza aun en tu tersa espalda, y bajar hasta  parar en tu vientre de almea... Cuando  ya sientas mis labios que se han posado en tu nuca, sentirás el calor de mi aliento, respirando fuerte sobre tus oídos, como surcando camino, sabes que voy rumbo a tus labios y nos unimos en incansables y rítmicos bailes de pasión y de amor desenfrenados, cuando ya vivo dentro de tu estreches y en incontables gotas de sudor abordamos un viaje juntos al cielo y al edén... Consagramos el amor con tu explosión en el universo entero como testigo, hemos congelando al fuego e incendiando al agua de tanta pasión sin medida... Después de explorarte toda, de continuar con el banquete de tus misterios, te recorro nuevamente, poro a poro con mis labios y mis besos, aprisionándote de nuevo de la pasión y el amor, para volver a comenzar un ciclo infinito, un ciclo circular que no termina jamás y en donde siempre yo te voy a desear más y más, y juntos jamás nos cansaremos de iniciar y terminar.

...La realidad es que te deseo tanto vida mía, que hay tardes en que pienso morir, en que pienso que mis fuerzas flaquearán y quiero dejar todo en el olvido e irte a buscar, ir a entrometerme en tu activo de vida, ir a ser el infeliz ese, el que siempre hecha todo a perder, el que solo aparece para concentrar sus amores en ti y que tú no me veas ni siquiera por el calce del ojo. Ese yo nocivo, es el que me dice qué es lo que debo hacer para demostrarte cuánto amor te tengo, cuánto te deseo, aparecer en tu puerta y declararte de una vez por todas mi amor eterno, mi musa adorada y mi fuente amada...

Pienso incluso en llegar al extremo de robarte, cual cuento de romance sustraerte conmigo, de decirte "ven conmigo y conocerás el verdadero amor, la verdadera vida, y vivirás" y olvidarnos que el mundo existe, comenzar de cero tú y yo, y saber que nos estarán buscando pero no nos encontrarán, porque estaremos en nuestro universo confinado solo para amarnos, solo para desafiar las leyes mundanas que nos dictan cátedra de comportamiento en sociedad ¡Al demonio la sociedad! Si yo te amo más que a mi vida misma, si yo te venero desde el día que te conocí y desde mucho antes, ¡Si! desde mucho antes te pude sentir, si yo sangro mis dedos de tanto roer y pulir el suelo que has pisado en alabanza a seguir tus pasos y conciliar el fuego que calcina mi alma, si con las lágrimas que en este momento enjugo, de verme imposibilitado y limitado a solo unas líneas, en un portal cautivo de todos, asfixian y sofocan, duele tanto este llanto que pareciera que es ácido el que resbala por las mejillas de tanto que deseo contigo estar... Todo esto al mundo no le compete, solo a ti y a mi, y por un poco de tu amor, amor que puedas entregarme sin prejuicios de vida, y yo a cambio regresarte mundos enteros de alegría, entregarnos uno al otro a ojos cerrados, en confianza plena, en fe en las aspiraciones mutuas y en amor diario para que cada día que pase amarnos más y más, en expansión perpetua hasta que Dios mismo sienta enojo de tanto que nos amemos, de tanto que hoy te amo...

Entiendo que todo lo anterior es muy posible de realizar, solo dame la pauta, un mensaje, un aviso por correspondencia, una línea a mi ensayo, y yo me encargo del resto, del primer paso, que es el más difícil de dar. Te amaré con sustento real, con la fuerza del verdadero amor y con las fuerzas de mil batallones que custodien nuestra fábula real de quien es este, tu loco enamorado... Lo irónico del tema es que muevo montañas por ti, desafiaría mil mundos, y en diez mil vidas enteras me sacrifico por ti, solo dame la señal y lo haré,  pero sin tu aviso, no puedo siquiera tomar el bus e irte a buscar.

Héctor Eduardo.

Sunday, January 24, 2016

Convalecencia...

Una nueva recaída he tenido, claro, sufro de tu ausencia... La promesa se cierne sobre la verdad absoluta de un profundo amor a ti... Mañana vuelvo a escribir con los trazos del cielo que me inspiras y con los bosquejos de pintar tu rostro en oraciones y renglones con estrellas de tu pelo, poniendo rosas en tus labios y teñir tu cabello de cielo... Suponiendo que sobreviva el malestar la noche entera.

Deseo seguir durmiendo

Te amo... Y te amaré más mañana que esté mejorado.

Héctor Eduardo.

Sucursal del Cielo.

Cómo explicar que las mañanas dan fuerza de voluntad? Si la fuerza de voluntad se ajusta al tamaño de mi almohada que solo piensa en tu alma y en tu esencia acompasada. Eres revolución de mis sentidos, primavera en noviembre y verano de mis otoños. Cuando en realidad creí haberte encontrado, me he sorprendido porque tú has sido quien ha logrado que yo me encuentre, que yo me expanda como la raya infinita del horizonte, todo pregonando para mis adentros, los pasajes bellos que entonamos en aquella, nuestra hermosa e íntima canción.

Es claro amor, que si tú y yo no estamos, es por un mandato, por un designio tuyo, pero también es claro vida mía, que yo te estoy esperando, que cuando suene el móvil, fuere cuando fuere, tú serás la prioridad de mis sentidos, convergeremos realidad y encanto, transformándonos en dos enamorados que solo viven para amarse y solo se aman para vivir... Eres la sucursal del cielo en la tierra, y quiero tener mi anaquel, con su estante en tu corazón... Te amo y es un honor vivir enamorado de tu amor. Mar.

Héctor Eduardo.

Bésame.

Quiero apagar en tus labios la sed de mi alma... Escuché esta oración en una pieza musical y te recordé a ti, infinita y omnipresente... Anoche, fue una noche larga, con más de catorce horas de sueño continúo, pero en todos y en cada uno de ellos apareciste tú... Reitero, eres la chica de mis sueños.

Cuánto te extraño Mar, un mes bastó para que me cambiaras la vida y dedique mis presentes, cada momento que pasa solo a contemplar el vacío que dejas en mi... Vuelve pronto corazón, vuelve pronto amor mío que yo, te seguiré esperando, llorando a mares, pero amando cielos en nombre del amor que siento por ti...

Héctor Eduardo.


Bésame-

Bésame la boca, con tu lágrima de risa, 
bésame la luna y tapa el sol con el pulgar, 
bésame el espacio entre mi cuerpo y tu silueta 
y al mar más profundo besare con tu humedad. 

Bésame el susurro que me hiciste en el oído, 
besa el recorrido de mis manos a tu altar 
con agua bendita de tu fuente besame toda la frente, 
que me bautiza y me bendice, esa manera de besar. 

Besa mis campos y mis flores, con tus gotitas de colores, 
besa la lluvia que resbala la ventana, 
besa mi vida y mis cenizas, me dirás que voy deprisa 
bésame y deja con un grito, qué lo logre. 
Besa el torrente de ilusiones, besame todas las pasiones 
besa mi río hasta su desembocadura, 
besa mi vida y mis cenizas, me dirás que voy deprisa 
besa mis días y mis noches, 
mis diluvios y mi cielo a pleno sol. 

Bésame los ojos, aun dormido en la mañana 
bésame la piel con el caudal de tu estreches, 
con agua bendita de tu fuente, bésame toda la frente 
que me bautiza y me bendice esa manera de besar. 


RM

Cada que despierto, doy gracias al Dios de los cielos, al todo poderoso, al que todo lo ve y escucha. Tu Dios y mi Dios, que es el mismo; en esencia por ti, yo creo en él, porque hasta antes del milagro de tu aparición, mi fe no se movía, era agnóstico, pero con tan poderosa obra del cielo, que eres tú, solo me rindo ante él por haber dejado que te tocara, que te rozara, que te besara, pero por sobre todas las cosas, por darme el placer, el privilegio divino, de amarte, como te amo, y esperar que la semilla de mostaza germine en ti, para que hasta donde estés, sientas el mismo amor por mi, Mar, siente mi cariño en cada una de mis letras, en cada uno de mis cuentos y ensayos, en cada uno de los segundos y en las esporas del aire que respiras, en cada objeto que toques, en cada gorrión que cante, siente mi cariño y mi eterno amor que te profeso... Eres sin duda, la mujer de mi vida.

Héctor Eduardo

Saturday, January 23, 2016

Descanso.

Hoy tengo la batería completamente desvencijada... Voy a optar por seguir el consejo médico que me dictamina descansar... Si, voy a descansar, porque una vez que duerma soñaré y al soñar, estoy completamente seguro que soñaré contigo, no sé en qué escenario, no se en qué planicie del planeta, pero tengo la firme idea que soñaré con uno de tus besos y mis caricias rozando tu piel...

Voy a arroparme en el edredón, hecho bolita, si, así como me has aconsejado (como me aconsejaste) y pensaré en tu sonrisa, y yo sonreiré, pensaré en tus ojos, y yo te veré, pensaré en tus labios, y te besaré, pensaré en tus anhelos y yo te los realizaré... Para luego ser abrazo por ese sueño profundo, ese sueño que me conciba recuperación y mejoría, dentro del universo paralelo, en donde te encuentro mía y yo soy tu caballero.

Beberé una o dos tazas de té, escudriñaré un poco de la poesía de Borges o Neruda, para entender del oficio, atestaré una lectura a tu rostro en nuestra foto, la única foto que nos hemos calzado, y antes de caer rendido, te daré un beso lleno de amor y felicidad.

Solo espero que esta fiebre, producida por la ausencia de ti, disminuya porque ya más no puedo escribir...

Héctor Eduardo.

Divagando por tu Amor.

...Y tu eres la octava maravilla, por ti guardo al infinito en tus jardines y al mar muerto le doy vida en tu retrato... Me enredo en las cordilleras de tu cuerpo e incendio el agua con el calor de tus besos. Divido toda la poesía en sonetos inspirados en cada hebra de tu pelo, y García Márquez se vuelve ensayista de cuento incompleto, y el planeta entero explota en mil universos... Por un beso mudo de tus labios congelo el fuego y le doy de beber amor a los cisnes del lago tu alma...

Me atasco de ternura en los sentidos de tus pensamientos, sin que sospeches que todos mis cuentos, son tu historia la que cuento, profetizando la fábula de nuestros adentros en prosas que son un concierto tuyo solo... Una invasión a tus oídos, y una sinfonía a tus ojos cuando lees y sueltas en mi honor uno de tus suspiros.

Quizás piensas siempre que exagero, que como un loco divago mis palabras incurables en tu nombre, pero si es verdad, a ti te conocí en la oficina y de ti me enamoré cuando salvaste mi alma que se encontraba totalmente perdida... Tu eras la mas nueva de todos, y me enorgullezco de lo sublime que has sido, cual milagro etéreo entre lo real y un sueño, sabes a cielo, con luz en los ojos capaz de iluminar el mundo entero... Eres de corazón bueno, de tiernos sentimientos y gafas con espejuelos que transmiten con sus cristales tu alma en destellos... Labios gruesos, suculentos que cuando se prueban saben a cereza y ciruelo...

Quiero recordar tu nombre entero, salir a caminar a la ciudad y creer que en una coincidencia coincidiremos en un mar del llanto de mi guitarra, y que mi no olvido te dé tanto quebranto, el que te trae cuando estás descuidada, olvidando que no debes pensarme... Desteñiremos la mañana con tu amor, pintaremos de acuarela tu olor, y el valor que proyectas como mujer y hermosa dama... Siempre en silencio estaré quieto queriéndote quedo, transparente y salpicando palabras solo en versos y prosas, con ganas de pedirte que me recuerdes, por lo menos en mi fecha natal, para que aunque sea a tu memoria, regrese el amor y me materialice en tu río y juntos nadar...

Dentro de todo, creí muchas cosas mal, creí pensarte siempre junto a mi, vivir una vida a duo sin volver a romper en lágrimas de soledad... Quiero conmigo tu compañía, vivir la vida a tu lado, y conciliar tus sueños en mi sonrisas cuando te cuente las estrellas de tu nariz y vea en el cielo tus pecas que me guían por las noches. Remover tu fleco ondulado para darle  masaje al chichón de tu frente enamorada... Dentro de todo, tengo ganas de llorar, pero también de reír una lágrima de tu felicidad, que se maquilla siempre de dicha con el amor que te doy para que puedas continuar con tu jornada, querida amada...

Héctor Eduardo.

Eterno Domingo.

Pongo entre mis dedos, cada uno de tus caracoles, cada uno de ellos, que tanto quiero... Imposible que no vengas a mi mente en un momento como este, imposible olvidarme de tu ojos cerrados mientras nos besábamos, imposible no querer detener el tiempo en esos momentos de pasión, donde te descubrí todo un portento de mujer, tan hermosa y atrevida, tan exquisita y seductora, tan provocativa y desafiante a la cordura... Desde esa noche, te he hecho el amor todas las siguientes noches. Cuando te pienso, es imposible no viajar al cielo y vivir de los deseos que afloran a raudales, que afloran en cada uno de mis silencios... Y es que así como tú mujer, yo soy hombre y conozco mis deseos, conozco las fantasías que sueño contigo, solo tu y yo, en una intimidad que hasta el mismo Shakespeare envidia, en su amor, con Romeo y Julieta. Te besaría tanto, y cumpliríamos tantas fantasías, que si contara a detalle todo, hasta Gobernación cancelaría este espacio y pagaría más de mil millones en multas como condena.

Teniendo los caracoles en mis manos, descarto por completo la idea de no tenerte en mi futuro, trasiego la brasa que hierve en mi interior, tan solo de pensarte diseñada y hecha para tu servidor, para tu fiel escudero que sonríe de tanta felicidad por saberte mía y en la vida actuar en honor al amor... Puede ser que hoy no vea el sol, pero se que ahí está tu luz, que me brinda confort y sosiego, que me regala fe y esperanza, que le obsequia certeza a mi revoltosa existencia. Todo lo anterior, evocado a tu recuerdo, de la excitación que llevo por saberte y esperarte, de tocarte sin rozar tu cuerpo, de vestirte con la tela de mi imaginación y sollozarte tiernas palabras de amor.

Suenas a historia triste, a melancolía, a caricias tuyas que no me has dado jamás... Sueñas con mis caricias pero lo niegas, sueñas con la plenitud y la felicidad que entre mis brazos tendrás, pero te atas a las cadenas de la esclavitud de tus ideas... No es igual vivir feliz a solo vivir, te ofrendo la felicidad...

...Eres amor bonito, pasión y sorpresa que vive en mi... No soy mucho, más que un eterno enamorado de tu amor, de tu corazón y de las promesas que nunca has dado, y te llevas de mi prisión... Ahoga mis penas, que mi amor solito se muere despacito sin ti, sin tus canciones, sin tus estaciones de humor, sin tus chistes de cabras destrampadas, sin la dulzura del deseo de ser  siempre querida y amada eterna. Tú sabes bien lo que urge atender con amor todas tus llamadas y confinarte del cielo cada una de las estrellas, viviendo toda la vida en un eterno domingo, cerniendo en tu frente las primaveras de tus noviembres, con una historia que nos haga suspirar de tanto amor... ¿A dónde irás sin mi? ¿A dónde terminarás sin el comienzo de nuestro sueño? ¿Cómo importarás caricias de unas manos que no sean las mías, si, las mías que tanto te aman y tanto se amoldan a tu anatomía? ¿Cómo suspirarás esperando que sea yo el que te besa y el que tanto te desea, llegando siempre tempranito a ti y sin tener ojos mas que para tus ojos? ¿Cómo secarás tu llanto de tristezas sin el pañuelo de mis besos?¿Cómo vivir sin ser tú y yo aliados en la vida?...

... Lo que mata no es la soledad, lo que mata es no tener consigo a la persona amada... Huyo de esta vida sin saber en dónde estás Guadalupe, sin saber qué te hace hoy pensar, guardar silencios, gritar y amar...  A pesar de tu enojo y la inmensa tristeza que me invade por dentro, quiero darte unos cuántos motivos para que te abrigues en mi pulmón y puedas respirar... Olvídate de mi espera, de llevar mis palabras, de mis intuiciones de tu humor, de tus calendarios ya marcados y de echarme de menos... Olvídate del olvido y vive conmigo toda la vida, en mutua felicidad...


Héctor Eduardo.

Delirio.

Estoy agotado... El doctor me ha diagnosticado un raro síntoma de infección, nada que no cure un poco de reposo y comer en horas que sean decentes. El dilema de dicho diagnóstico no es comer precisamente en horas correspondientes a la de probar el bocado, sino que qué es lo que ingestamos para vivir. Por un lado, un compendio empaquetado de galletas con agua, por otro lado, de comida principal un emparedado empaquetado (parece trabalenguas) de tienda de autoservicio con una bolsa de frituras... No sé, pero el médico (término correcto a quien estudió medicina, porque el doctor puede aplicar en todas las áreas de la ciencia, siempre y cuando se estudie un doctorado) me acierta a decir "uno busca, en muchas ocasiones, su propia autodestrucción'', y si, dio certero en el blanco, pues cuando no se tiene un norte, un camino que allanar, y solo se sienten en el interior la palabras tristes de todos los recuerdos, es cuando se enciende la luz en el tablero de nuestras calamidades y entonces cobra forma física, forma de enfermedad.

... Han pasado tres horas desde que escribí el párrafo anterior, en definitiva el medicamento no surte el efecto esperado, solo me ha dado mareos y la fiebre parece que sigue vigente, no sé, tengo que tener un poco de paciencia, al menos eso dicen, paciencia a que los fármacos invadan mi cuerpo y comiencen la batalla de las batallas, la puja por ver quien se coronará con el bastión de mi organismo... Mientras tanto, aprovecho para darle forma a esta sinfonía de letras ensimismadas, para que parezca un digno museo de palabras y contenido, pues cuando uno tiene mellado alguno de los sentidos, es mucho más complicado encadenar ideas y seguir un patrón que tenga sentido en lo que se dice.

Dentro de mis alucinaciones, hubo una que me hizo mucho ruido. En ella había un caballo, un coyote y un búho; el caballo se negaba a que lo montara, se volvía cada vez mas bronco por mis intentos; el coyote me seguía a donde fuere, pero con intensiones subnormales de atacarme a la primera de cambio, y  el búho, el búho se limitaba solo a verme... Llegué a una población, estilo cherokee en donde el líder me interpretó tan fastidiosa aparición; "El caballo, me dijo, representa los intentos que has hecho por conseguir la felicidad, el coyote, son tus temores que vienen de cerca y no te han dejado liberar tus miedos y conseguir lo que deseas y el búho no es otra cosa que la gente que ha estado a lo largo de toda tu vida, para bien o para mal, a la expectativa de los pasos que des ¿Cómo puedes domar al caballo?, sencillo, deja de perseguirlo, limítate a ver su movimiento, a seducirlo con la no acción y solo él se acercará por su interés natural ante lo enigmático, igual en la vida sucede, si forzas las cosas, éstas se estropearán. Del coyote no debes de huir, ni correr porque te alcanzará y te devorará, debes confrontarlo y resolverlo, como se resuelven los problemas, las situaciones a las que nos enfrentamos día a día... Y del búho, al búho debes admirarlo y venerarlo, debes entender que el búho es todo aquel que te sabe, que te siente, que has tocado con la magia de la vida y que te ha dado lo mejor de si, el búho es la fortaleza, el cimiento del castillo, la roca de la cual parte tu existir, pues sin el búho no habría registro de tu vida, no habría  evidencia de tu existencia, tu ser y no ser se fusionarían y eclosionarías en una paradoja de no existir". 

Delirio o no, creo que el ver visiones con mensajes atraídos desde una supra consciencia nos hace reflexionar por muchos motivos, por diversas formas... Es por ello que te quiero agradecer, esperando me leas, todo lo mucho o lo poco que hemos vivido tú y yo, créeme que intentaré enfrentar al coyote, entenderme con el caballo, pero más que nada, venerar al búho, porque sin el búho, para bien o para mal, yo no sería quien creo que soy, y creo que soy simplemente un tipo de bien y que vive (o muere diariamente) enamorado de un amor, de momento imposible, pero que me ha hecho sentir más vivo que el mar muerto...

Héctor Eduardo.

Friday, January 22, 2016

Un Mes... (Carta No.4)

Treinta y uno del mes primero... Después de ti.

Hola Mar ¿Cómo te va? ¿Qué ha sido de tus conflictos con papá? ¿Ya aventajaste en la escuela?

...Te platico un poco más de mi, sigo siendo, o soy más bien, el mismo romántico y meloso de siempre, el que siempre te embriaga de palabras tiernas y te amarga de recuerdos dulces... Te escribo hoy, hoy viernes, porque después de un mes, hoy es veintidós y te tenía que escribir... Reitero, hace un mes de lo nuestro, de lo de nadie, pues fue hace como mil años, oculto al mundo y si no hay quien lo sepa, si solo somos los dos, es una lágrima existencial sin punto de caída, al extremo que siento entumidos mis sentidos y creo que aun te siento... Tanto y tan poco, como un ojo de tormenta; pequeño, transitorio pero devastador... 

Quisiera comenzar poniendo las cosas en una retrospectiva clara y concisa, real y honesta, porque ante todo te quiero tanto que no profiero mentira alguna sobre mis sentimientos, y así, siendo congruente con mi actuar, debo ser claro en algunos puntos:

Uno) Yo deseaba, de corazón, llamar tu atención a como diera lugar para el día de ese evento. Absurda y hasta cierto punto, tontamente mi atuendo fue poco visto, al tenor de la circunstancia, no era el adecuado (¿lo recuerdas, la corbata y gabardina?), tuve que cambiarlo porque las circunstancias del día no permitían que fuera la apariencia correcta, sin embargo, confieso plenamente que me vestí así para ti, totalmente para ti, para de alguna manera impactar tu rango visual y por lo menos, y digo, por lo menos, aceptaras bailar una pieza musical conmigo. Sin embargo, a las pocas horas, cuando apareciste en escena, me dejaste boquiabierto con tu hermosura y belleza... 

Dos) Me irrité en el cambio de planes, yo tenía contemplado que fueras conmigo, llevarte (claro que irían chaperones) y conducir tu camino, sin embargo fui relegado a otras tareas por lo cual, vacilé seriamente en acudir... Pisé casa, por la furia de saberme hecho a un lado, pero ya estando en el viejo sofá, este del que siempre hablo,  medité y concluí que no tenía caso el enojo, la molestia y decidí volver a tu camino...

Tres) Yo deseaba cuidarte a plenitud, solo que no fui precavido, pues te cuidé de todos, menos de mi mismo... Un miserable que no debería tener cabida en un mundo tan bello como el tuyo... El plebeyo de tus realidades.

Con estas aristas, te expreso mi sentir, en donde la única realidad es que estos escasos treinta días, han sido los más revulsivos en toda mi vida, he vivido de todo, he sudado, he sangrado, he reído a más no poder, he soñado, he distinguido, me he enamorado como nunca jamás me enamoré... y he llorado, como nunca jamás lloré.

Conocerte a ti, fue lo mas preciso del mundo, fue encontrarle sentido a mi vida. Es jugar a la ruleta rusa cada que te escribo para saber si en suerte contestas uno de mis cuentos o al menos me envías un texto cifrado, una pista o una clave que al menos me piensas un instante en tu agetreado día... De realidad creo que como bien me mencionaste en la última charla, todo es muy intenso, pero creo que también parte de esa intensidad que percibiste fue porque en medio de mi euforia por ti, me expresé de más... Cuando te hablé de casarnos, de tener hijos y nietos, de nuestros viajes juntos y vivir juntos, de la boda por la iglesia y vivir en medio de un cuento, claro que hablaba en serio, Dios padre sabe que daría mi vida por vivirla a tu lado por completo, y más con la bendición de él... El tema aquí, fue que el canal de comunicación fue errático, equivocado, yo te profiero mis deseos, pero debo empatarlos con los tuyos y siempre estuve pensando esas quimeras para cuando tú estuvieras lista, para cuando tú me dijeras "si, ya es momento de hacer una vida juntos", pero creo que interpretaste como que deseaba eso de inmediato, lo cual visto desde todos los ángulos, es totalmente insano y hasta estremecedor. Mi visión va, o iba, más allá, más allá del alcance de tu vista y más allá de lo que mi realidad me dicta, esperarte a que te sientas preparada, ese era el foco central de proferirte mi amor, el cuánto te amo, así como sigo esperando ese día, en que me digas que estás lista, pero si se da, se dará cuando estés lista, mientras tanto, yo no deseaba sufrir tu lejanía, mi exilio viviendo en la embajada del olvido es un castigo que no le deseo ni al peor de mis enemigos...

Las pequeñas grandes decisiones, cuando acariciaba tu cabello, no sé si recuerdes, pero en muchas ocasiones miraba rumbo a la puerta, buscaba una ruta de escape para no dejarme vencer por mis deseos, pero fui débil y entonces pasó, te besé y me correspondiste como jamás nadie me ha besado, los mejores besos de mi vida sin duda alguna en la mil ciento uno del lugar de mis sueños, espero que no el de tus pesadillas... Pero esa decisión, de quedarme, fue la que me marcó por completo ¿Qué hubiera pasado si me hubiera ido sin darte ese beso? Seguramente te hubieras enojado mucho y hubieras dicho mi nombre en voz alta, o hubieras continuado con tus intentos fracasados de conciliar el sueño que no llegaba o simplemente al recibir su llamada, te hubieras quedado dormida y no hubiera pasado nada...

El punto es que sucedió, ya eso no se puede cambiar, como no se puede cambiar que hoy en día soy un ser a la mitad, porque mi otra mitad se fue contigo cuando me quedé abandonado de ti. Cuando me dijiste, hace unos pocos días "me gustas, por qué", me diste una bocanada de aire, me diste oxígeno y me diste un poco de calma, porque tú también me gustas y mucho, y seguro estoy que sí te gusto, que sí me quieres, y yo sé que sí me quieres, y sé que sientes algo por mi, por eso me alejas, porque de quien no se siente nada y hay indiferencia, se le mantiene,  y tú me has condenado a la distancia por el miedo del amor que comienzas a sentir por mi;  y yo te digo mujer, tú también me gustas, así como yo también te quiero y así como yo también siento algo (un universo entero) por ti, de que Te Amo con locura, Te Amo con locura, y tengo mi fe que un día vas a buscarme y entonces no te preguntaré nada, no te diré nada, solo te abrazaré, te besaré y te pediré que aceptes ser mi novia, que yo gustoso te amaré por  los cielos y los mares, por los tiempos y las horas, por el mundo y el universo, holísticamente todo en ti y en mi... Y nunca más nos separaremos jamás... Bailaremos la pieza musical que nos faltó, esa y mil millones más.


Héctor Eduardo.

P. D. Cuando te besé por ver primera y sentí lo calientito del interior de tus labios, debo confesar que tenía miedo, sentí mucho miedo,  miedo de que cada uno de los besos que nos dimos, fuera el último y que jamás volvería a besarte, pues no había un guión que dictara en cuál de ellos, mi boca entraría en veda para volverte a besar... Te amo Mar.

"Ya probé con el Yoga, el Hare Krishna y el Vudú. Ya probé con un brujo, un adivino y un gurú, pero me sigo volviendo viejo... Y tu no apareces por ninguna parte..."

El Tesoro del Cielo...

¿Cuánto tiempo es para siempre? Comienzo con esta reflexión que me hago, porque pensar en el tiempo, pensar en el siempre, dos conceptos tan lejanos pero tan hermanos... Si enfermase el tiempo, si le diera un catarro al tiempo yo nunca jamás te hubiera besado, jamás mis labios hubieran rozado los tuyos, ni hubiera percibido tu aliento en en el interior de mi boca, no nos hubiéramos acelerado con tantas caricias y todo esto desembocaría en una simple teoría... Si el tiempo fuera para siempre, un par de segundos serían dos años, dos besos tuyos serían mil milagros, pues el siempre es eterno, en lo eterno no entra el tiempo y al no existir el tiempo volvemos al teorema del catarro sin tus besos y tus abrazos...

¿Entonces el Para Siempre cuándo caduca, cuándo llega a su inminente fin, cuándo comienza? ¿Cuando llegó mi amor por ti, cuando cruzamos miradas, cuando mordí tu lóbulo y respiré en tu oído o cuando besé tu cuello y bajé mis manos hasta alcanzar tu vientre y subí calmo, tan calmo que suspirabas de la emoción?... El tiempo que es para siempre se percibe con consagrar la vida en una sola acción, que es amar, haya que hay quienes no viven para amar, que solo viven para sus propias ventajas y beneficios. Hay que vivir para amar, porque en el amar está la clave del tiempo, de trascender la eternidad, de albergar al Para Siempre como huésped distinguido de nuestro estilo de vida, de nuestro yo diario. Porque el amor trasciende fronteras, trasciende el espacio tiempo que tanto nos ofusca y confunde con sus marañas rebuscadas de conocimientos y ciencia. El amor es el poder más consagrado que existe, puede hacer milagros con tan solo invocarlo, puede aliviar penas y mitigar las angustias con tan solo exhalarlo, puede curar corazones inertes y darle humanidad al humano...

Con el amor entonces, todo es Para Siempre, porque destronamos al mal habido y sobrevalorado padre Tiempo, él es el verdadero inquisitor de tantas penas y tantos daños, si queremos difuminar por completo todo vestigio del Tiempo y su atroz paso por la vida, dediquémonos a amar, dediquémonos a dar amor por el simple hecho de darlo... El amor no se exige, se da, se regala, es el don más grande que tenemos en la vida, es el verdadero Tesoro del Cielo que tenemos para compartir, para exponer y vivir cada segundo de nuestras vidas, cada minuto y en cada obra, cada acción en nombre del amor... Porque sin amor, el tiempo enfermaría y el mal duraría para siempre... Tengo tanto amor en el pecho, que me ahoga y quiero entregarlo ya.

Héctor Eduardo.

En la Orilla de tu Mar.

Cuando me re descubro poeta y trovador, me doy cuenta que alguna vez me importaron los sueños, que alguna vez los tuve y en ellos siempre te tuve idealizada...  Pues tengo la certeza y la seguridad que ya te conozco de siempre, que en algún punto nos encontramos, vivimos, fuimos muy felices y sin embargo nos tuvimos que separar para hasta hace poco volvernos a encontrar... Ayer leí la siguiente oración que dicta mi sendero y reza así "Puedes estar relacionado por muchos años y no sentir nada,  puedes encontrarte con tu otra mitad por pocos días y sentir todo. El tiempo no determina los sentimientos".

En definitiva ese razonamiento lava mi cara ante el paño de falta de expresiones que tenga para recitar lo que pasó cuando te conocí... Y sin embargo sigo a la distancia, exiliado de tus besos, tus caricias y tu presencia... A la espera de que se me levante la condena, en la cual mi delito fue amarte como jamás pensé amar a nadie... Y sigo así, a la distancia, a la orilla de tu mar.

En la Orilla de tu Mar.

A las orillas de tu playa,
encallaré mis caricias,
recorreré la arena de tu cintura,
y beberé del manantial de tu dulzura,
los besos que me desmayan.

Surcaré los límites de tu cuerpo,
me calzaré los zapatos de tus pasos
bailando bajo la lluvia una balada de amor,
sin prisa hasta empaparnos,
pero ambos sabiendo que es un romance de los dos.

En la orilla de tu mar quiero descansar
con tu silueta a mi lado quiero despertar,
rozar tus labios sin besarlos,
hablarte palabritas que enamoran sin hablar,
y en tus ojos encontrar tu tiempo, el de amar.

En la orilla de tu mar busco felicidad,
cuido de ti y de tu fragilidad,
curo y alivio tus momentos en que hay que llorar
y te entrego mi vida, yo soy tu felicidad.

En la orilla de tus olas tengo mi calma,
quiero dormirme a tu lado, siempre en nuestra cama,
vendiéndonos sueños con luciérnagas y arcoiris
que nos dan jirones de vértigo, al compás de tus ojos,
y vivir amándote desde tu alma hasta tu iris.

En la orilla de tu mar, yo quiero naufragar...


... En las noches, cuando voy a dormir, acostumbro dar gracias al señor, por tantas cosas que me ha regalado, por todo lo que se me ha negado, porque ante la no concepción de los deseos propios, es cuando más se valora lo que está con nosotros...  Pero el verdadero poder, el verdadero milagro radica en tomar la tabla que nos entreguen desde arriba, para flotar y no hundirnos en la mar... Tú eres mi tabla en el mar...

Héctor Eduardo.

Sin Luz.

Se nos fue la luz y aprovecho para charlar contigo... He reído mucho, sonreído a todo mundo, haciéndoles creer que en mis interiores nada pasa que sea de cuidado, como si por arte de magia, la risa, las sonrisas y las ideas ingeniosas que se me ocurren (debes reconocer en mi a un ente espontáneo y creativo, si, reconócelo... bueno sigamos) fueran el estandarte, la bandera de una felicidad que se emite, pero no se siente, algo así como un buen platillo de comida, pero sin condimento, sin sal, eso es mi actual realidad, porque entrego a los ojos de quien me frecuenta luz y alegría, pero en realidad siento que me frena la ausencia que lleva por recuerdo tu nombre completo.

Quisiera seguir riendo por completo, pero mis sonrisas y mis facciones fingidas son muy desgastantes, tanto así, que siento entumido el rostro de tan amañada expresión... Mejor me centro en un recuerdo tuyo, si, de esos que tanto cautivan mis sentidos. En un relato, intenté mencionar lo genuino del sentimiento que escapa de mi corazón, ese sentir sigue en píe en este ensayo dedicado a las risas, solo que es como una enfermedad en expansión, crece más y más, sin posibilidad de acudir a sesiones de control por medio de radiación que me hagan no pensar más en ti, en nuestros futuros posibles, en nuestras aventuras por vivir uno al lado del otro, en los viajes, en los lugares por explorar, en las alegrías y en las tristezas, en tus temores y en mis sueños, mi sueño eres tú...

¿Qué hacemos cuando la inspiración se va? Hay ocasiones en que uno está en medio de algo, y de pronto se le viene una idea, un concepto o sentimiento que resalta más allá de lo normal, que exige sin chistar que sea conservado y presentado en sociedad, porque sino, este no volverá, eso se llama inspiración. Sin embargo, hay otras tantas, en que se quiere escribir, se cuenta con el espacio, el tiempo y los recursos para plasmar lo que sabemos que está guardado en el pecho, pero no fluyen las ideas, no fluye el cause de los sentimientos y es como un empacho de emociones y vivencias que no se pueden expulsar a quien lo lee... Y de pronto, con solo pensarte, ésta vuelve por arte de magia, pues la chispa que enciende el fuego de mi leña es la idea de pensarte y recordarte, nunca podrás saber cuánto te recuerdo, todos los días, en cualquier hora y en cualquier momento, siempre te recuerdo...

Me dedicaré a seguir riendo, con este homenaje que te ofrendo Mar, para que sientas mi emoción por haberte conocido, que te percates de la fe que le tengo a la vida de que un día pronto te volveré a encontrar y que en esa ocasión no dejaré ir la oportunidad para demostrarte con acciones y no con palabras, que si existe en el mundo alguien diseñado exclusivamente para ti, que tu flecha guía mi camino al centro de la felicidad y que si yo llegue antes que tu aquí, fue para allanar el camino, y prepararlo para cuando fuere nuestro momento, todo esté listo y solo nos dediquemos a ser felices, que para eso estamos en este plano existencial, para llenarnos de felicidad y alegría.

Ya ha regresado la luz, fue un corto, al menos eso dijeron, lo importante es que me dio un espacio de tiempo para dedicarte mis letras sin sentido, para centrar en ti todas las emociones y pensamientos que tengo acumulados día a día y que pienso decirte con palabras, pero más que deseo con decirte en persona, frente a frente, cuando me mires a lo ojos y yo de golpe te robe un beso, ahora si, de ambos enamorados... Te amo Mar.

Héctor Eduardo.