Promesa rota involuntariamente, la última vez que tracé líneas y di vida a un retrato, procuré no tardarme mucho, solo fueron seis años de avanzar lentamente, pausadamente, línea por línea, trazo por trazo hasta completar la obra... Con esto quiero decir que al verse incumplida esta promesa que me hice bajo caución de no incurrir al arraigo del abstracto arte de pintar y pintar y pintar, volveré a pintar por el placer de hacerlo, veamos pues, sin como dice Gardel "Veinte años no son nada" y qué tanto se ha diluido esa cualidad, que reconociendo con modestia, pero con certeza, fue una parte del perfil que de joven destilaba a la vida...
Hoy te pinto un retrato de palabras y letras, de oraciones, quimeras y acuarelas alfabéticas. Te pinto con mis versos que se encajan en la belleza de tus rasgos, que se fusionan con la singular y hermosa calidez de ti, mi princesa, de entonar cada milimétrico trazo que describa a la perfección tu perfección y que exponga al mundo entero que aunque lo niegues y no me recuerdes... Tu eres mi amor.
Héctor.
Mi retiro de pintar, fue concesión a este retrato, lejano, por allá en otra vida. |
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