Monday, February 29, 2016

Nueva Forma de Pensar...

He encontrado un nuevo nicho a la gran luz con la que ella ilumina cada una de mis mañanas. Es un nuevo estilo de pronunciarla, es invocarle, pero a escondidas, como perdiéndome en el espesor de sus colinas, considerando su vasta lejanía y levantando el brindis celebrando su pródiga existencia.

... Hoy la volví a pensar, como resultante de ver una chivita loca, atravesarse en mi camino, un poco más y no cuenta más un día en ese mismo camino, pues saltó de su barda, como si estuviera loca, como si estuviera contenta, como si estuviera loca, como si estuviera muy contenta... Pero se dirigió hacía mi; y me sorprendí y me detuve, me frené en seco, me estrellé en contra de la inercia, como delatando las leyes universales de la física, de continuar un ritmo que en principio no lleva inicio, solo para bajarme del vehículo y acariciar a esa chivita; y en sus berridos y sus relinches, se me acercaba ¿Y no debería dejar de seguirme? ¿Qué no se supone que deben tener cautela, la misma que la madre naturaleza les ha concedido?

Solo dije entre el murmullo del viento, por estar en un paraje lejano, en la soledad del campo, exclamé entre dientes, como platicando con el pequeño cabrito "yo sé de alguien que sería muy feliz de acariciarte y escuchar tus gritos, pequeño, regresa al corral porque te van a atropellar". Sensación jamás antes vivida, invocarle cuando no debía pensar más en ella, como jugarreta cruel de la vida, trayéndome una experiencia que haga vivirla, abrazando solo el espacio vacío de su cuerpo, y tomando la nada, el aire en donde soplaría el mover de sus dedos y su mano acariciando mi mano.

Le regresé a su lugar al pequeño animalito, y creo que en el contacto con las pequeñas grandes cosas, es como puedo suturar esta costura, que por principio de cuentas, lleva su nombre tejido, pero cuando mi nueva forma de pensar se contrapone con la de sentir,  conlleva un conflicto existencial, que no me deja ni avanzar ni retroceder, solo quedarme a la mitad; como esa chivita, como esa cabrita que no sabía ni a donde ir. Tan identificado en matiz, como en situación, en medio de la nada, como me encuentro yo, esperando que un buen día, ella llegue a mi estancia varada, detenga su marcha, se acerque a mi, me tome entre sus manos, y me lleve a un refugio, en donde pueda siempre permanecer con bien, en sus brazos y con feliz porvenir...

La Pequeña que casi me hace recordarla...



Héctor.

Calamidad Primaria.

Ya no escribiré más poesía, y no podrá volver su rostro hacía el lado opuesto de mis escalofriantes rimas, ni podrá conversar con mis ritmos de palabras, solo contará de quien le regalaba ofrendas de lealtad y alguna que otra cosa rara, como una bufanda desgastada.

Me desdibujo en la torrencial neblina de esta mañana, pensando que mis actos son de buena voluntad, pero que no he pensado en nada que no sea en su calmado andar, tan quedo, tan pausado, como ganándole el respiro al tiempo, al segundo que llega en el tormento de la soledad.

Y es cuando creo que siempre está pensando en lo que no pienso para pensar que pensé en ella, y vuelvo al origen de la calamidad primaria, de pensar en ella, luciría más sencillo, un vestido engalanando su presencia, con un acto de vida en las muertes nocturnas que confronto para renacer con las mañanas, recordando su mirada, acompañarme en las noches y descubrirle que solo es mi almohada... Porque pensarle es remover las entrañas, es expulsar las víceras de la angustia de que puede ser que exista, pero yo confronte negación de olvidarle y siempre pensar el rumbo de sus escualidos pasos.

Mejor retomaré la lira,  tensando las cuerdas de mis emociones con rozar su rostro, y contribuir un poco más a que no me nombre, agregando unos centavos a la discordia de que aparente, de que disimule que no le escribo, olvidando que en la esquina de su casa, me dejó alguna vez... Y no le pensaré, y tanto no le pensaré, que le pienso en este momento, y me vuelvo, para escribir otra vez.

Héctor.

Sunday, February 28, 2016

Extracto del Grafito Desgastado.

Me alegra que el sol haya  salido después de tantas horas; me alegro que los árboles se estiren como quien sale de la cama; me alegro de que los carros tengan gasolina y yo tenga amor; me alegro de que este sea el día veintiséis (o tal vez dos) del mes; me alegro de que nos hayamos muerto.

Me alegro de que haya gentes tristes (como yo), como esa muchacha que podría quererme, si no quisiera a otro. Me alegro del bueno de Dios, que me deja alegrarme.

¡Tilín, Pirrín! Yo estoy alegre: quiero hacerlo todo. No emborracharme con este vaso de tequila, sino curar tu alma. Pararme de cabeza para que rías, sacarte la lengua para que te aprietes la barriga.

Te muerdo por debajo de la oreja, te ensalivo el pezón izquierdo, y sé que estoy cerca de tu corazón, ciertamente.

Mira, día: Vamos a ser buenos amigos (por favor). No daré nada a nadie. Seré generoso; me arrodillaré en una esquina y extenderé mis manos abiertas. Que me den un centavo del sol, el hombre que pasa, las niñas que van a la escuela, y hasta las viejecitas que vienen de la iglesia. Quiero ser bueno, como el que acaba de salir de la cárcel.

¡Salud, esqueletos!

JS.

Saturday, February 27, 2016

Me Acostumbraré a no Saberte (Carta Final)

Febrero de dos mil diez y seis.

Mar;

Sin duda alguna paso por un momento de mucha soledad, sin embargo estoy muy seguro que aprenderé a procesar cada segundo en que no estés conmigo, a pesar de que duela hasta el hueso, convencido estoy que lo mejor que puedo hacer, es retirar mi 'pluma' de tu nombre y con ello, dejar en el completo encierro del entierro del pasado cada uno de nuestros besos... Me ha quedado claro que no fui más que un tropiezo en tu altiva vida y que no signifiqué más que solo un error, una equivocación producto del licor... Demasiado bello que una belleza tuviera sus ojos en mi.

Tengo una úlcera estomacal, producto de tanta angustia, pocos lo saben, pero me consume poco a poco, como beber sorbos del cáliz de hiel que te merma la vital vida y me tiene con las pulsaciones sin un ritmo o compás adecuado. Muero de angustia, al tenor que tengo que mentir tu nombre, para que no se manche tu sagrado nombre, como ha querido ser manchado por no sé quién... Es cuando decido que lo mejor es que no sepamos jamás más del otro, aunque me duela el corazón, aunque me quede sin alma, si hoy te extraño a mares, mañana mucho más te extrañaré.

Está es mi última Carta, es el epílogo de esta hermosa quimera; nunca creí que fuera a terminar de golpe y sin aviso, pero esto es lo mejor, más no puedo decir, solo que sabes en dónde estoy y cómo estoy, si deseas conocerme de nueva cuenta, yo te conocería otra vez, sino en esta vida, quizás en alguna otra, pero en algún punto del horizonte, cuando el atardecer anide en tus ojos, comprenderás que el verdadero y único amor en tu vida, lleva mis nombres y tus apellidos, que siempre, por más que pasen las noches y las mañanas se lleven su espesura, existirá en tu corazón y en tus pensamientos un rincón para recordar mis caricias y mis besos, y cuando ello pase, es cuando me haya acostumbrado a no saberte y me sorprenda de saber que me extrañes, así como yo siempre, por los siglos de los siglos te extrañaré y te amaré... 

Te deseo de corazón el mundo para ti, Guadalupe... El hombre que tanto te ama y que hoy deja su tinta descansar.

Héctor Eduardo.

P. D. Nunca Olvidaré, olvidar, olvidarte.

Friday, February 26, 2016

Extracto de mis Nostalgias.

Me cuesta tanto adivinar tu voz, que sostengo que solo te escucho cuando pienso en tu bella cara... Dicen que cada lectura que uno consulta debe dejarnos algo de aprendizaje, un conocimiento nuevo o al menos una lección que aplicar a la vida; lamentablemente mis escuetas palabras o líneas poco aportan al mundo exterior, a tu mundo Mar, solo le dan un vehículo de desfogue a mis incomprendidos sentimientos. Mis penas a cielo abierto, con constelaciones de emociones, son cometas de amores, ante la aurora boreal de tus ojos que me allanan el firmamento entero.

Me he dejado llevar por la corriente que arrasa en tu marea; he querido ponerte rosas azules en tu pelo, junto al lazo del interminable hilo que se desgaja de la madeja de tus labios, y he alcanzado la confirmación de tu credo, todo esto obrando en el pensamiento de tus actos y tus diarios momentos... Recuerdo con finura de detalle, la entonces plácida modulación de tus palabras, con un dejo de chiqueo en cada pronunciamiento de tu boca, con voz de niña emberrinchada, pero con un tenue confort de ser la melodía que cautiva mis sentidos y exporta mis buenos hábitos del olvido, en donde cautivos desvanecen de desavenencias, de empalagarme con el dulce sazón del timbre de tu voz y en donde como si apenas fuera hoy, coincidieran mis oídos con escuchar cada susurro tuyo, hablándome quedo, calmadamente invocando mi tranquilidad, mientras tomas con tu mano mi mano, y sosiegas mi fe con la intensidad que en ti emana.

Quién diría que significarías tanto, jamás creí que amara tanto a quien llevara tus nombres, Guadalupe, tan cotidiano encontrar en millares la pronunciación de tu nombre, y hoy distingo entre el tumulto al ser más deslumbrante que lleva ese nombre; y me confieso, en total asombro y contra todo lo que en principio habría creído, un Guadalupano desde el núcleo de mi corazón, hasta el hormigón de mi coraza. Porque escuchar tus nombres, enunciados y pronunciados en cualquier sitio, en cualquier lado, son la nieve que enfría la caldera que llevo en el pecho, es el bálsamo que cura mi ansiedad, es el antihistamínico de tus ausencias, y la cortisona que cura la inchazón de no tenerte.

Evoco un fragmento de tanto echarte de menos, de segregar del extracto de mis nostalgias en ti, un poco de tus cualidades, y vaya que si tienes cualidades, pues adicional de ser la mujer mas hermosa que jamás hayan visto mis ojos, de quien estoy perdidamente enamorado, tienes atributos y cualidades poco comunes, pero que te engrandan cual titán ante los mortales... Lo he dicho y lo reitero, eres una en millones, como tú no hay dos mujeres en el mundo y eso es sin dudarlo, lo que me hace extrañarte como un poseso enamorado, como un nostálgico de tu aroma... Como el ensayista de tus cronologías, que me hacen amarte más y más... Te vivo todos los días, aunque todos los días muera por vivir para ti.

Héctor.

Wednesday, February 24, 2016

Nuestro Hilo Rojo (Carta No. 8)

En Cualquier momento en que lo leas...


Mar, esperando que te encuentres bien.


Destinado de la leyenda, la del hilo rojo, la que reza que es el que conduce el camino de las personas que están destinadas a unirse, a encontrarse, a saberse siempre; me he encontrado con el hilo en mi meñique, solo que no le destino su rumbo, no le encuentro el fin a ese hilo... Puede estar enredado, quizás y muy probablemente así lo es, o bien en su estirada tensión, el fino hilo está a un solo jirón de ceder, convirtiendo en cenizas todas mis caricias, toda mi vida... Trayendo el diluvio del sol que solo se percibe desde tu orilla, en el puerto de tu persona, con la rosa azul que tengo para entregarte, pero que jamás verá la luz de tu luz, sin siquiera desenmarañar mi camino de ti.

Blando mi espada para cortar las fibras de ese hilo, quiero desligar cualquier pensamiento de mi ofuscada mente de la conexión de tus sentidos, solo encamino mis pasos tratando de adivinar el rumbo que lleva la fina línea que te lava la cara en mi taza de té... Con la calma de no gritar y de mucho amar, con la intensidad de la pasividad te confieso una vez más que te echo de menos, como sé que en algún momento, si llegaras a leer este cuento, también me extrañarás, aunque sea en la espera de la intuición de tu planeada felicidad.

Tengo el hilo desfogado, como esperando que tu rumbo prodigue la guía a al menos una de sus hebras, para embonarle a su espalda que se joroba con el viento que le araña, y le vuelve la cara a la deriva. Habrá pasado el tiempo y gente,  y el almacén de tanto llanto que he guardado en los anaqueles de mis días, se torna en el tornasol de las paredes huecas de mi corazón, esperando volver a escuchar el ritmo de tu respirar; considerando, ya en la lejanía, alguna vez volver a leer  de tus ocurrencias y criticar las curveadas y abstractas formas del compás de tu letra... Y que el hilo sea cortito, por el estrecho camino que distancie mi guía de tu corazón.

Se han suscitado muchos eventos, muchas verdades se han estrellado contra mi, como toneladas de nieve han aplastado mi fe, han empujado devastándome... Las debilidades que merman mi fuerza las escondo en uno de tus gorros, en tus sombrero que marcan la poesía de tus movimientos, y entonces recuerdo que debo olvidar al olvido de tus momentos; cuando he olvidado lo que debía olvidar es cuando más te recuerdo, busco explicaciones para nunca más regresar al fracaso del uno para el otro, a este acto teatral fallido, cual comedia triste con final distante me aleja y me pierde, me trae a ti y me ha arrebatado de golpe para extraviarme en el surco que deja la nieve que hasta el hilo que nos junta se ha empecinado en rasgar.

Borra todas las caricias que han dejado mis manos en tu piel, mis dedos en el contorno de tu cara y las muecas dibujando tu sonrisa por mis gracias en ti. Pues a pesar de que tienes tres cuartas partes de mi vida entre tus manos, a pesar de que te entregué mi piel en cada roce que nos dimos, tengo las huellas digitales de tu piel en el corazón... Ya no es raro que te escriba y no contestes, ya no sería raro que no me leas y de mi no te acuerdes, que me hayas borrado de tu aire amor, que no hilvanes en conjunto mis nombres por temor a equivocarte y que en el infinito del horizonte Mar, me prendas y me arrojes en alta mar.

Erraré en diversos rumbos, caminaré diferentes destinos, seré un vagabundo de tus besos, pero el hilo rojo que no nos une, estará al pendiente de que se dibuje  en tu dedo, apuntando a mi extremo para cumplir la cabal promesa de entregarte cada suspiro entero, en nombre del amor que siempre te profeso...

De corazón vuelvo la vista al cielo deseando que la felicidad se apropie de tu ser, esperando que de ella hagas tu fiel inquilina y que te encuentres con la dicha de saber que en mi, siempre tendrás a quien te ame con pureza y bondad, pero sobre todo, con todo el amor del mundo para otorgar.

Que siempre seas feliz, Mar...

Héctor Eduardo.

Tuesday, February 23, 2016

Besos Olvidados...

Se me puso flaco el aire, pues no te puedo respirar, y la tormenta que trae la lluvia no tiene a quien mojar, mientras sigo solo pensando en ti, en tus besos, en hacer el amor con nuestras palabras y con miradas, en tomar el mordisco de tus labios y tus suspiros, como mi alacena para sobrevivir el mes entero en ayuno y en veda de ti.

Te entrego todo un paraíso de amor, de saber darle valor a tu respirar, a tu calor, a tu abrazar, darle gracias a Dios porque tu felicidad viva en mi lecho, juntos en el mismo techo... Si en el olvido, te olvidas de pensar para olvidarme, y con mi mirada, alguna madrugada te escaparás con la promesa de un porvenir, en el cual los dos juntos vivir.

Entrego la extrañeza del mar en tu profundidad, en el misterioso tormento de tu ansiedad, buscando mi calmar, en el coma de mis septiembres, pensando solo en los noviembres de tu respirar, colmado de las nadas, solo sabiendo tu vana lejanía y la costumbre de brindar el luto de tus besos olvidados...

Deteriorando mis líneas y cada vez acercándome al final de afinar mis renglones, soportando todo, dejándote lo que pude haber sido ante tus píes, mi pensamiento amando tu rostro cuando sonríes; tu libertad, tu sobrante te lo adeudo, hasta tu respirar... Cueste lo que cueste, te dejo todo de mi, lo que fui y lo que seré... Amando tu recuerdo y tus labios, tus manos y tus palabras, tu grandeza y todo lo que se me olvide, todo y mucho más... Llévate mis besos que me dejaste, te los cambio de nuevo por los tuyos que no he olvidado, y que siempre me enjugan su exquisita lluvia con sabor a cereza y perfume de frambuesas... Mis besos olvidados quedan en la religión de tu nombre, esperando que pase su cuaresma, para tu pronto regresar.

Héctor.

Monday, February 22, 2016

Segundo mes Después de ti...

Veintidós de febrero... Un día más desde aquel nuestro día; o un día menos, que sobrevivo sin el placer de tu compañía... Un día me arrodillé ante ti, y entonces fue que descubrí tu luz, descubrí la generosidad de la vida en concebirte a ti como ninguna.

Se cumplen dos meses desde que abrimos los ojos al mundo, desde que aprendimos que jugar con fuego puede causar quemaduras y heridas de por vida, perpetuas, que se expanden en el ardor de la piel por no tocarte, que cercenan cada fina percepción de la vida, como algo bonito, y se entrama en la historia de tu mirada fuera de mi vista. Dos meses desde que decidí amarte, desde que considero tu persona el centro de mi universo, desde que te toqué el cielo con mis manos, y sentí a la sangre correr por mis venas, en donde bailamos un vals en el silencio de nuestras olvidadas caricias.

Y después de todos estos días, evoco cada segundo en que he respirado sin ti, pero he absorbido cada rastro de tu aroma, aun sin que estés a mi lado; y no sé si me voy o si llego cada que aparece tu retrato en mi mente, me disuelvo entre calor y frío, al punto que hasta confundo mi almohada imaginando tu cuerpo de Sirena, y tus ojos, esos tan pequeñitos, como dos luceros, bonitos y queridos, adornados por esas gafas que deslumbran mis ideales y los convierten en madejas de tus edictos, de tus escritos que dejas a medias... como me has dejado a mi.

Nuestra historia, desde que se fundó, aquel lejano veintidós de diciembre, no ha terminado de cuajar, está en el proceso de la cocción, pero le faltan los ingredientes principales en este amor, que es el abyecto camino de regreso en la calamidad de mi sentir, y el condimento de tu alegría, que enfoque los matices en mi vida, prodigando de esa manera tanta dicha de saber que soy tuyo y siempre lo fui... De pensar que en algún páramo del tiempo, fuiste mía, y en un futuro también lo serás... Como bien rezaste cuando pronunciaste al tiempo, diciéndome que solo el tiempo lo dirá...

Héctor.

El Camino de tu Amor.

He recorrido muchos labios para llegar a tus besos, he caminado muchos senderos, para llegar a tu cuerpo, he desterrado muchos fantasmas, para alcanzar la cima de tu cielo, he navegado en muchos mares, para encallar en tu puerto.

He amalgamado el itinerario de tus manos, contabilizando la belleza de cada uno de tus dedos y pronunciándome en el vértigo de sus cadenciosas formas de escultural aurora. Guardando en mi inventario,  cada onza de tu peso, todo forjado en mármol y granito, como arte de Picasso y pintura de Van Gogh, como murales que confrontan mi enajenación, mi admiración por el estambre de tu piel, por las delicadas facciones de tus muñecas... Quisiera jugar con ellas y hacer jirones en el aire, acompasando tus manos en las mías, dibujando en el vacío, el lienzo de nuestros corazones.

En el inventario de tu hermosura, encuentro alegría en dar un poco del enfoque de tu vida, mientras me encuentro en la alta mar de tu mirada, y soportando la alegría de conocerte, y aunque no sea primavera respirar el polen que en ti habita, mi Sirena, confundirme con tu sonrisa de perfume y en un beso contigo fundirme, mientras me salves de hundirme, a tu cuerpo quiero unirme.

Vivo en la total alegría, de tener imaginación sin medida; de soportar la humedad que ha dejado tu rastro en mi vida, con beber de tu río y hacer de tu laguna un manantial del perfume con tus caricias.
Te amo más que el amor mismo se ha amado, te amo tanto que el verso sale sobrando, te amo como quien nunca ha amado, te amo tanto que no sé cómo se ama en este estado sin tus besos... Soy tan feliz por amarte tanto, que me deprimo por la ausencia de mi amor en tus labios...

Héctor.

Sunday, February 21, 2016

Poema de poemas.

Este cada que lo leo, pienso absolutamente en ti... Desafía todo lo que siento por tu persona, por tus recuerdos y por tu noble y grata existencia... Mi duendecita.

Poema XVIII -

Aquí te amo, aquí te amo. 
En los oscuros pinos se desenreda el viento. 
Fosforece la luna sobre las aguas errantes. 
Andan días iguales persiguiéndose. 

Se desciñe la niebla en danzantes figuras. 
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso. 
A veces una vela. Altas, altas estrellas. 

O la cruz negra de un barco. Solo. 
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda. 
Suena, resuena el mar lejano. 
Este es un puerto. 
Aquí te amo. 

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte. 
Te estoy amando aún entre estas frías cosas. 
A veces van mis besos en esos barcos graves, 
que corren por el mar hacia donde no llegan. 

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas. 
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde. 
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta. 
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante. 

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos. 
Pero la noche llega y comienza a cantarme. 
La luna hace girar su rodaje de sueño. 

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes. 
Y como yo te amo, 
los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.

Pablo Neruda

Si te Volviera a ver (Carta No.7)

Veintiuno del mes del amor... Del mes en que me perdí.


Hola Mar;

En la presente misiva, primero que nada, deseo saludar a tu recuerdo, deseo extenderle un fuerte abrazo a tu fatigada fragancia que perfuma cada una de mis mañanas, cuando me detengo y medito un poco sobre tu ahora, sobre tu hoy que vives cada día... Deseo darte un fuerte abrazo a ti, querida mía. 

Nunca antes pensé en qué sería lo primero que haré si te volviera a ver, sinceramente, diría que sería darte ese afectuoso y emotivo abrazo, tanto te prensaría en mi cuerpo y pudiera tener consecuencias de hospital... Pero ya, en la certeza de mi ahogada existencia, creyendo conocerme un poco, preciso que no sabría que hacer, me colapsaría y entraría en un coma inducido; de felicidad, de nervio, de temor, de frío y calor... me colapsaría de ti.

¿Por qué aseguro mi reacción en caos ante tu presencia? Sencillo de explicarlo, porque he entrenado tanto tu ausencia que ante la madeja de palabras para pronunciarte estando aquí, frente a mi, la sangre me subiría de golpe al corazón y mi mente entraría en crisis, orbitando mis ojos fuera de tu enfoque y en el estadío de reiniciar mi sistema nervioso central. Toda esta sintomatología, a causa derivada de tanta expectativa de volver a verte, de tanto desear ese momento, pero a su vez, tanto temerlo, porque sin saber el motivo del encuentro, mi mente dramaturga se iría por el pasaje oscuro y encendería las velas de la precaución... Cuando no alcanzo a dimensionar que eres luz, siempre luz y no hay espacio en ti, que habite para dar un momento de sombras.

... En este periodo, del celibato de tus ojos, he aprendido a ver cosas distintas, he magnificado que la vida sigue su rumbo, a pesar de las dolencias del cuerpo y de la mente, he comprendido que todo lo que pasa, pasa precisamente en este momento, siglos de siglos y solo en el presente ocurren los hechos, solo en el presente ocurres para mi.

Lo que es una realidad, es que si te volviera ver, te festejaría todos tus argumentos de vida, no apartaría mi mirada de la tuya mientras hablaras, tomaríamos una nieve del sabor que tu prefieras y caminaríamos sin dirección, hacía la nada, hacía el todo, escuchando tu historia y reconociendo de nuevo tus caminos. Si te volviera a ver, me encontrarías un poco cambiado, con una tos de cigarro de tanto inhalar tu ausencia en ayunas, y con un congestionamiento nasal de tanto contener el llanto desde tu partida... Notarías un grisáceo más pronunciado en mi cabello, señal de las angustias auto infligidas y un dejo mayor de seriedad que me ha conquistado, el reto total a vencer por parte mía.

Si te volviera a ver, te llevaría a recorrer la playa, caminar sobre la arena, mientras la olas nos mojan los píes, en su entramada lucha por conquistar tierra, pero regresando siempre por su propia senda... Presentaría a tus caracoles con los caracoles que ahí aniden y veríamos el atardecer enfocados en platicarnos historias nuestras, de nuestro pasado, conociendo el posible futuro, aunque fuese por unos minutos... Y enamorarnos de nuestra mutua presencia.

Pero la realidad es que nuestro presente es el uno sin el otro, donde actualmente, en domingo, me siento a escribir para solo ver transcurrir los minutos y matar un poco más del día, para volver a enredarme en el trabajo, esa mediática distracción que sustrae momentáneamente mis pensamientos de ti, como placebo de mis recuerdos de ti, y así, sucesivamente, desde aquel ocho de enero hasta hoy veintiuno de febrero, ya han transcurrido cuarenta y cuatro días sin verte, todo un martirio de tiempo, toda una distancia tortuosa de sufrimiento... Como un abrir y cerrar de ojos, sin tener tus ojos de cielo mirándome por el reflejo del monitor, que acompasa las pulsaciones de mi vida.

Por ello es que toma mayor magnificencia el pedirte que tomes mi tiempo, porque tomando mi tiempo y mi vida, es como dejo mi melancolía, es como mi albedrío deja de ser esclavo de la libertad de pensarte y entramos en la fase de automatizar mis emociones y mis sentidos, solo esperando en que llegues a mi, y de ese modo ya no soñar más contigo, ya no fantasear en el mismo mundo, ya no estrellarme con la utópica fábula de tu amor para mi... Porque teniendo mi tiempo en ti, ya serás mi realidad y los sueños, las fantasías, las fábulas, todas las crearé en tu honor, las materializaré y serán nuestra vida para los dos... viviendo en absoluto amor.

Por último, te confirmo, que si te volviera a ver, y después del abrazo, ya sea en el amanecer o en el atardecer... No me cansaría de besarte hasta los píes entregándote todo mi querer... Hasta luego.

Héctor.

P. D. Si te volviera a ver... Te entregaría para siempre todo mi ser.

Saturday, February 20, 2016

El Mar y tu Marea...

Cuando pienso en la fragilidad del espíritu, me cubro en el abrigo de tu voluntad, que me cobija con tu recuerdo, me da calor y nos acerca en la chimenea de tu humedad... Planeo e intuyo tus ratos de amor, de la iluminación de tu luz, en el frío de mi oscuridad... Hago mil alabanzas pensando en encontrar tu camino, encontrando tu verdad, tu brillo y tu amor, y encuentro en tu suspiro, el aire condensado que emana tu olor...

Eres todo, eres la canción que yo necesito,  quien tiene mandato en mi corazón, mi helado de vainilla y el dulce en mi sazón. En ti conjugo el pasado dentro del futuro y al presente lo derribo, porque quiero siempre en mi tenerte y mientras te escribo, soy pertenencia de tu olvido. Me encierro en el paraje de tu cuerpo, pongo llave a la puerta de tu piel, quito el cerrojo de tu intimidad cautiva y agudizo mis sensaciones en tu miel. Cuelgo en el estribo de tus pechos, cada caricia de viento que exhalo de mis labios, beso hasta el último rincón de tu fino cuello, dejando la evidencia de mi pasión marcada, en tintes caoba, en contraste de rosas color carmín y aterciopeladas.

No quiero ver más ausencias de tu espacio en mi lecho, ya que tengo mi pecho extraviado en el lienzo perdido del retrato de tus anhelos. Cuantifico los recuentos de los daños que me han producido vivir sin ti tantos años, y se bifurcan con la dicha que me da encontrarte en mi ausencia física, solo en este plano astral, en donde te puedo amar.

Encuentro desvencijada cada palabra que tu nombre pueda llevar,  es por ello que recurro a señas y mímicas que solo tú entiendas, para no surcar de herejía tu recuerdo, para bañar de la pureza de mis manos, todo tu cuerpo y enterrar por vez primera, al fraguado olor del olvido y la desazón... El mar brindará con el vino de su espuma, por mi arena y tu costa, destilará olas cubiertas de frambuesas, estacionando su marea en tus mejillas, usurpando mi nombre y conquistando tus labios... Cuando alguna vez escucho la canción que necesito, me transmuto en lo que sea, y cuando apareces en mi horizonte... Me convierto en tu marea.

Héctor.

Friday, February 19, 2016

El Tiempo de los Dos.

Te encontraré en el viaje que tengo a través del tiempo... Te siento tan cercana, tan pegada a mi, que si te explico lo que somos, no alcanzaría el verbo entero para emigrarte cada grito en forma de palabra de lo tanto que tengo en mi de tu piel... Beso a beso nos dimos un respiro, hicimos una transfusión de almas en esa habitación, emprendimos el vuelo de tanto cariño y tanta pasión, como volando en el tiempo, recorriendo cada jilguero en su viaje de estación.

En tus recuerdos me traslado a nuestro breve tiempo, cuando aquel jadeo denunció que tus excusas son transparentes a mis ojos, cuando tu intranquilidad se sosegó con mis abrazos y cuando te pregunté tu años, eliminamos al tiempo de nuestro lienzo celestial... Al cabo de las horas, que no son otra cosa que el tiempo oscuro de tu ausente, bailamos una canción en esa alcoba, danzamos piel adentro de nuestros sentimientos, coincidimos al beso en el mismo encuentro, le presentamos la caricia a tu cuerpo y a mis manos tu deseo, intermediamos en un poco tiempo, entre un pasaje breve y el eterno momento... Nos amamos, pero por el tiempo, todo se fue al olvido, quedó en el despeñadero de la poca fantasía de solo pensar en ti, de la costumbre de ver el reloj transcurrir con su largo tiempo, sabiendo que no me quieres más... Que colgarás el teléfono si te llamo un día, dejando el silencio de mi cansado corazón, perdido en su anhelo por volver a escuchar tu hermosa voz.

Por ti dejaría al tiempo mismo, dejaría todo para hacerte feliz, al tiempo  lo encerraría en la soledad de la ciudad... Pareciera fácil olvidar, pero no es así, el tiempo inclemente como nadie, sabe que en la lejanía de tu vida, quien sabe que vida llevaré, pero siempre, dejaré un rastro del amor que te profesé en esta vida, en esa habitación, marcado con letras pequeñas, lo gigante que es tu amor... Mucha pasión encerrada en esos muros, mucho cariño diluyéndose en el tiempo, solo las hojas de los cerezos cayendo en mi parco cuerpo, como gotas de cascada goteando en mi piel, como llanto que rocío en tu ayer, contrastando con tu palidez que me invita a volver a sentir tu piel....

Solo le pido al tiempo el deseo de ver en la extensión de nuestras vidas, que seas la dicha y la felicidad, que contrario a mi tristeza, y a mi consumado acto de agonizar día con día, sea el edicto de declarar tu vida en singular alegría... Facultado de escribir canciones que nunca cantaré, de versar poemas que en el otoño de tanto llanto, nunca te leeré, incomprendido en este tiempo y esperando que esta lágrima mía seque cualquier lágrima tuya... Que una sonrisa tuya, dure para siempre, que trascienda todo el tiempo suficiente, y pueda en las noches claras iluminarnos en la lejana distancia de abrazarnos con el corazón, solo tocándonos la fe y que la madrugada se diluya, con el precioso tiempo de tu amanecer para siempre y eterno, en el tiempo de los dos...

Héctor.

Detén tu Retiro.

Me encerré en la obstinada insistencia de pensar en ti, en tu madeja de palabras, en el surco que haces en el suelo en que caminas, en contemplar el extraño y lánguido torcer de los rulos en el misterio castaño del café de tu cabello... En la intempestiva encandilada que me entrega el brillo de la estrella de tu mirada...

Para un poco, te lo digo con calma y arrebato, te lo pido con susurro de extrañarte tanto, no te vayas de mi mente; quédate en mis recuerdos, reside en mis pensamientos y alquila una alcoba en mi corazón. Es verdad que nunca antes conocí alguien como tú, es verdad, que la vida, me puso en tus manos, y tú eres mi agua bendita, curas la sed de mis sequías, y te evaporas dejando solo mis cenizas, consumando mi vida.

Detén tu marcha de escapar de mi vida, ten en consideración que esto que vivimos en un rato, es un rato para siempre y un siempre es solo un rato en medio de la eternidad, que no se va olvidar nunca, que no se distanciará mi sentir jamás, de tu sonrisa roja y tus bellos ojos aceitunados, de tu frente con su rasgo de batalla y de los hoyitos en  el final de cada uno de tus labios.

Detén tu retiro, detente un poco,  reduce la velocidad de tu escapada, obstaculiza el camino de tu huida inminente, con uno de mis besos, con solo el pestañeo de mis ojos cuando digo que te quiero... Guarda amor para mañana y nunca abras la ventana, donde escape nuestro amor... Se quiere menos en toda una vida, que lo que te quiero a ti, después de unos días... Eres felicidad, eres lo que necesito, eres la alegría y mi romance en vida, te lo digo y no hagas caso, solo no sigas el camino, descansa tu partida... Me emocionas aun después de todo este tiempo, elevas en silencio con el recuerdo de tus caricias y nuestros dedos entrelazados...  Es un amor para siempre, no es un siempre para un rato... No puedo romper mi juramento de poner mi vida para ti, de quererte a ti, no se romperá nunca, nunca... nunca.

Héctor.

Evangelio sin Palabras.

Tengo que ir segmentando cada escuálida palabra somera en que te pronuncie desde ahora en adelante. Ya no tengo más resistencia que solo los recuerdos que evocan tus sonrisas, y en el confort que entrega esta no acción, en la que he residido desde ya un tiempo considerable, he concluido que más no puedo estar. He diluido toda posibilidad de  tu encuentro; la materia prima de mis ideas está en veda, pues tiene ya un considerable tiempo en que no te veo y mi inspirada letra se merma, se desvanece... se muere.

Dividir cada uno de tus actos en tiempos infinitos, los hace demasiado cortos, los vuelve efímeros, como un estornudo, como un relámpago que solo encandila con su brillo, pero posterga solo las inminentes tinieblas de la soledad... Segmentar tus episodios en mis recuerdos, solo es como contar la sémola del trigo para cultivar heno que no alimenta, que solo desnutre el corazón y aflige los sentidos, que vuelve marchita a la razón.

Tengo que reconocer que me he visto superado por la razonable expedición que realizan tus apariciones en mis noches, como fantasmagórico episodio de melancolía, surges en mis sueños, me retratas en tus besos y luego te diluyes, para volver al enigma de mis días... Eres ya un mito en mi recorrido, a quien cuento de ti, duda tu existencia, cuestionan si mi razón está afectada y determinan diagnosticarme en locura, en perdición mental... Pero sigo rumorando de tu cuerpo, sigo confinando cada pasaje y cada recorrido por todos tus besos, bebiendo del oxígeno de tus suspiros y exhalando chispitas de tu humor que es el huerto de mi emoción.

Ya no platicaré más de ti, ya no dibujaré tus facciones como estandarte de mi locura. Ya desprovisté al que lea de ti, y le platique de tus detalles que te hacen una en un millón; codificaré cada rasgo tuyo y lo guardaré en el bolsillo junto a los caracoles, junto a mi corazón. Diagnosticaré demencia espiritual por cada triturar de mis coyunturas, producto de la ansiedad de pensarte y no saberte, de percibirte, pero sin tu mirar en mi presente... Por la locura máxima que me ha entregado tu existencia a  mi vida, que me tiene descalzo y de rodillas, siempre a tus píes y con tu recuerdo como evangelio sin palabras, en silencio... por ti amor.

Héctor.


Thursday, February 18, 2016

Huracán de Sentimientos.

Boca a boca besarnos, sin despegar los labios, con la tibieza de tus suspiros, con el hervor de tu aliento, plácido aroma de rosas, de orquídeas y ciruelos... Cuenta la historia que a nuestro encuentro no volví, pues debo de reconocer que he quedado sorprendido por la sed que solo calma tu agua, y vivo un destierro de ti, un desierto sin tregua con solo el espejismo tuyo, ahogado en la arena de fantasear tu cuerpo...

Cuerpo a cuerpo amarnos, sin sumergirnos en el vértigo de la piel, sin caer de la rama en la que pende el fruto del amor, siendo amantes, siendo amigos, siendo el cielo que le da infinito a la respiración, siendo el poder de Dios cuando te estremezcas entre mis brazos, y te revuelvas entre álgidas e intensas miradas, exponiendo la serenidad del silencio que me da rozar tu cuerpo con tanto amar.

Te entrego una poesía a medio terminar, te entrego mi noche a medio calor, con una sonrisa llena de seriedad, con un silencio de palabras, que palpan tu hermosa cara, con un principio sin final, con un cuento que no puede acabar. Con el Salmo de nuestra historia como evangelio, con tu gloria como el norte de mi hemisferio y mi tributo, como el sendero de tus mañanas, de tus amaneceres; cuando despiertes con el sol en tu cara, y pronuncies tus primeras palabras al anochecer, sean pensadas en mi... Me aferro a tu tierra, esparzo mi llanto que sopla en medio de este huracán de sentimientos, y le doy rocío a tu hermoso sosiego...

Cada idea que te regalo, es una buena ocurrencia de amor, es jugar un eterno juego y hermoso juego de seducción, es pasear tu cuerpo de principio a fin, en donde sin dudar, extrañarás mis líneas y mis arrebatos, pero nunca echarás de menos mis medios días y mis ocurrencias que tanto te hacían reír... Era lo más simple y grato del mundo, tener tu compañía como mi amiga... Hoy suspiro por ti, tengo el vacío de ti, sé que tengo mucho para vivir, pero sin duda no tengo ganas de dormir, porque al despertarme te volveré a extrañar, y volveré a derramar llanto de tanto añorar... Pensar en tu sol de noche, pensar en tus lecturas de otros autores, pero no de mis tristes versos de melancolía, me hace sobrar en el plano de este mundo, en donde cada palabra y cada poema, son mis huellas, que son el paisaje para tu viaje de ida y volver, para darle todo el sentido a la vida que solo lo tiene, si vives en mi, solo conmigo...

Héctor.

"Te esperaré en la altura sublime del silencio... Para hacerte el amor..."

El Momento Perfecto.

He tenido un día con mucho trajín, de arriba para abajo, con cansancio de tanto trabajo, de tanto enfocarme a lo que me deja el sustento diario... de tanto enfocarme y concentrarme en no pensar en ti; Encontré la posibilidad de encontrarte, quizás ya tarde, quizás en un desfase temporal, pero en el momento perfecto, en el momento ideal; intentaré explicarlo de un modo en que hasta yo mismo me pueda entender; si te hubiera encontrado antes, no hubiera sido posible, ambos sabemos porque, porque hay una connotación marcada de diferencias de tiempos, que el conocerte antes, es tan absurdo como inimaginable, sin embargo, el conocerte mucho después, no sé, en diez años más, es tan abstracto por el mismo tema, pero en este tenor, quien se queda fuera de la partida soy yo... Entonces, el momento ideal para conocerte, para encontrarte y cautivarme, fue perfecto, fue el ideal, Dios en sus tiempos sabios y precisos, te ubicó exactamente, me ubicó quirúrgicamente en ese cabal presente, que hoy es un pasado nublado, y me dio la pizca más exquisita de tu impresionante amor.

Te entrego mi vida, como formal ofrenda de recuerdo, te entrego mis alegrías y mis sueños, te entrego cada mañana de frío y cada margarita que figure en el firmamento... Pero siempre retendré para mi, cada uno de tus besos, cada sensación extrasensorial que se desató con la pasión de respirar tu interior y beber de tus deseos, me ha encumbrado a perpetuar tu estancia en mi pecho, en mi corazón que lleva siempre figurado tu nombre amor... Que lleva siempre tatuada tu sonrisa de bienvenida, así, como cuando me mirabas... Mar.

Héctor.

Wednesday, February 17, 2016

Los Garabatos...

Jirones y rayones amorfos, continuos y poco espaciosos, como sendas que se pierden en el llano, como horizonte que se purga en la infinidad de lo que abarca la vista, así como cuando te abarcaba yo... Los códigos de expresión que entono para ti, no son más que garabatos de todo lo que un grafito desgastado provoca en su estado de melancolía omniosa, en el cero absoluto de su fría e inerte alma, plasmada en solo unos cuantos trazos sin sentido, pero con mucho contenido, que siempre se tienen que descifrar.

Mis garabatos son semblanzas que nublan las ideas, son pesquisas del rastro que tu amor dejó dentro de mi corazón, así como el remanso de tu bello deambular y tu sonrisa, son alabanzas tuyas, emanadas de tu luz, siempre de ti, y con la  amalgama de mis escritos, fruto del corazón que te he entregado y que solo a ti te pertenece. Los garabatos que te edifico, son catedrales de sentimientos que erigen versos que con besos te rimo, son la muestra del amor que siento por ti, son la muestra de lo mucho que me importas y lo mucho que te quiero...

Garabatos de ternura, garabatos grabados en el llanto seco de mi pecho, y que exponen al mundo entero que no he muerto, que sigo el camino de no saber en dónde estás; esperando tu carta que no tiene principio ni final, solo las rayas delineadas de no decir todo y de decir nada... Garabatos que abstractan tu hermoso rostro y que lo maquillan con el rosa de tus mejillas, evidenciando el rubor que mis incoherencias en ti provocan. Garabatos que realzan en voz queda, casi murmurando mis líneas, en el tono de tu voz y tus labios, susurrando lo que te escribo, cuchicheando cada tenue caricia que te escribo...

En el tenor de estas líneas, entrego a tus ojos mis Garabatos de alegría, que son ilegibles ante el nervio de dictar palabras y palabras de tanto amor que te tengo... Soplos de inspirada cordura y ausencia de razón en cada Garabato que te regalo entre rosas y postales, entre letras y poemas, pero siempre pensado y pronunciados en tu honor, en tu hermoso recuerdo y en tu futuro eterno... mi amor.

Héctor.

Las Palabras...

El peso de nuestras palabras; qué tanto peso tiene el poder de decir algo hermoso, algo bello. Ese es el real dimensionamiento de la palabra, poder cambiar una vida, poder cambiar el mundo entero, hacer del algodón de las nubes el surco de tus ojos o entregarte un otoño en estos febreros y en abriles también. La palabra, cuando es bien empleada, puede ser el camino, el llano de la dicha y el imperio de la alegría... Tu palabra es cielo y es paraíso, es agua que calma la sed de mis sequías primaverales; es un acervo de misterios y luz que guía la virtud de tu rumbo...

La palabra es tan poderosa que tiene la capacidad de crear o destruir; el mejor ejemplo está entre lo tuyo y lo mío, lo que en un principio fue una hermosa coincidencia, finalizó con el calvario en medio del edén; iniciamos conversando, prometiendo y terminamos incumpliendo,  nos dio miedo enamorarnos por completo y le temimos a un intento de siquiera al menos querernos... Y por unas palabras terminamos terminados... Ni una palabras más para evitar el amor, ni una palabra menos para olvidar amarrarnos a nuestras vidas.

La palabra No se la lleva el viento, no existe nada más falaz que dictar esa norma absurda, porque las palabras se quedan impresas en nuestra mente y en nuestro corazón, y de esta forma toman el timón de nuestro barco, surcando el océano de nuestra voluntad, y así, puede naufragar en la arena del corazón desértico o bien, llevarnos al puerto del amor... La palabra es el gran milagro que el cielo nos dio, y con la palabra puedo respirarte amor, puedo entregarte un templo de lágrimas por tu recuerdo que resguarden todo el amor que te profeso.

De tu palabra y mi palabra depende nuestro futuro, nuestra vida... Hay que cuidar el futuro, hay que preservar lo más sagrado que se tiene, el poder de la palabra; no acotemos tinta sin contenido, o vaciemos ideas sin prever su impacto o su fuerza, recordando que la palabra es tan poderosa que si le agregamos el sentimiento, la emoción y la focalizamos en la misma palabra, estamos materializando un poder tan grande y creador, tan místico y probablemente destructor que trasmutará a los confines de la materia y será tangible lo que se haya evocado... Deseando con el corazón, a solas y en el eco del silencio del corazón, he tenido las mejores palabras tuyas y mis oraciones son simples imitaciones de tu gran hermosura.

Tus palabras que llevo en mi mente, son tantas Mar, que han re programado mi estado de amar, mi concepción de querer y mi sentido de respirar... Tu palabra fue, es y será, tomo a tomo, letra a letra, una enciclopedia para mi voluntad, una Pangea Holística de pasos para poder existir en esta realidad, para resistir cada segundo del corrosivo respirar sin tu mirada para mirarme, sin tus labios para besarme, sin tus oídos para escucharme, y sin tus palabras... para hablarme...

Héctor.

Tuesday, February 16, 2016

Lo Mejor que Nunca nos Pasó.

Hoy te vi en el obituario de mis viejas ansiedades... Creo que solo fabrico mensajes tristes, enunciados que no dejan luz, solo traen tristeza y melancolía, señal de mi duelo no superado... Reflexionaba sobre cómo se dieron las cosas, cómo fue que no nos esperamos todo esto, cómo fue que optaste por alejarme de tu vida y cómo fue que acepté tu dictamen, arguyendo mi papel favorito, mi concilio espiritual de víctima de la tiranía de tu retiro. Sin embargo,  apegándome al verso de los universos paralelos, sé que en alguno de ellos, tú y yo permanecemos juntos, siempre los dos con el mundo a nuestros píes... Cómo te echo de menos Mar, te conocí poco tiempo, solo unas semanas, pero sin duda alguna cómo te extraño; al punto que en más de alguna ocasión, he llegado a considerar que hubiera sido mejor no conocerte, así no sabría este dolor que es extrañarte; 'que se me pasará', me dicen los que saben de ti, 'que el tiempo cura todo', me dice quien me ve con un halo de tristeza en la mirada; 'nunca pasa y nunca se olvida'... alguna vez me lo dijiste tú.

La vida siempre me ha enseñado que hay que ver el lado bueno de las cosas y que todo siempre pasa por algo, pero en este caso, ¿Qué hay después de ti? ¿Qué pasará si nunca te puedo olvidar? ¿Dónde quedarán mis sinceras palabras de olvidar el eterno olvido? ¿Qué será de la mañana sin el camino de tu hermoso aliento? ¿Cuántas gotas de lluvia bastarán para colmar mi cornisa con cada uno de tus besos que se me han escapado al Mar?

Muchas incógnitas, pocas o nulas respuestas, solo la sabia frase emitida de tus hermosos labios 'el tiempo lo dirá', y efectivamente, apuesto por el tiempo y por los días que pudieran pasar; cada que mi espíritu flaquee, cada que sienta la punzada que divida mi mundo hasta al inframundo de extrañar cada una de las hebras de tu pelo, cada que tenga tu imagen en el bolsillo y cada que tenga el valor para recordarte, por cada momento que estás y en los que no también, por cada semblanza de ti, que entrego en forma de prosa, o poesía horriblemente versada, por cada todo de lo anteriormente dicho... Siempre te llevo en mi corazón, como lo mejor que nunca nos pasó.

Héctor.

Cansancio Derrotado.

Voy ganándole al cansancio y caigo en la contemplación de ver el recuerdo de tu hermoso perfil, estrellado como las noches de mis nostalgias, como la más hermosa del mundo que se encierra en mis sueños, dormida como Diosa, susurrándote versos con el calor de mis besos y desatando mi devoción hacia tu amor.

Cerquita tuyo, siempre a tu lado voy, en el cautiverio de tus mañanas en silencio, en el invisible llanto de tanto que te extraño, en el retorno de mis pasos hacía el caminar de las huellas de tu encanto. Siempre contigo, siempre sin ti, como una lejana estela de su sol, como una luna cerca de tu cielo, estando sin estar, en ausencia pero contigo. Así transcurre la vida desde que te he perdido, desde que me dijiste 'calma', hasta el segundo en que se decapitaron mis esperanzas y retiraste de mi, todo vestigio de ti ¿Cómo se le puede comprobar al mundo que tu y yo pudimos existir? ¿Cómo el cerezo deshoja en primavera, así como yo deshojo mi llanto por ti? ¿Cómo justificar ante la vida, que ha sido cruel con mi corazón, que el amor más grande que me entregó, se fue, sin siquiera decirme adiós? ¿Cómo agonizar en el lecho de las rosas de tu partida, así, como agonizo diariamente, sin ti?

Es extraño pensar que este mismo cansancio al que le derroto noche con noche, día con día, es producto de mis asignaturas que he dejado pendientes en torno a ti... No reniego, jamás protestaría del más grande momento que haya tenido en vida, ese momento eres tú. Solo que ha sido muy difícil esta cuesta que se inclina cada vez más y se hace más lejana tu última sonrisa, y ya no recuerdo nuestro último abrazo o nuestro último roce de nuestras manos... Mientras tanto, ahí sigue tu estación en el radio, reservada para cuando algún día la vuelvas a escuchar, reservada para tus oídos de guirnalda, y te pueda prescribir un poco de mi eterno amar...  Pienso que en otros tiempos, en otros universos, en otros días y en otros cielos, así, con mis versos y mis letras, con el plus de mi presencia, si te hubieras enamorado perdidamente de mi...

Héctor.

Monday, February 15, 2016

Cada Segundo...

Es crítica la congestión espiritual por la que se atraviesa cuando uno reflexiona y se convence que se ha perdido al gran amor de su vida... Podrás decir muchas cosas, argumentos muy válidos, por decir algunos, la diferencia de mundos, nuestras diferencias de gustos, nuestro desencuentro del corazón, o bien, el más trillado de todos, que no nos amamos... Pero la verdad es lo contrario, tu mundo ya es mío, planté bandera en él, lo he conquistado y le he entregado cada palabra nacida de mi corazón; en cuestión de los gustos, mi gusto más grande eres tú, en consecuencia, si hablamos de gustos, soy un obseso de tus delicadas formas, un escultor del alabastro de tus encantos, un aficionado del molde de tu cintura y un pregonador de tu hermosura; si el tema es relacionado con nuestras distancias, por la lejanía, ese resuelve fácilmente, ven a mi, encuéntrame donde ya sabes, cuando tu quieras, y yo estaré ahí, para rendirte pleitesía y alabanzas de sol al calce de tus píes, en homenaje a tu bello ser, totalmente de ti, tuyo y por ti... Del amor, mi amor creo que no tiene tema de discusión, tengo tanto amor por ti, te amo tanto, pero tanto, y es tan inmenso y completo, que este amor es capaz de cubrir la parte de amor que tu debes de abarcar...

Te amo tanto, que hasta me he olvidado de mi, que he sacrificado mi existir solo pensando en ti, y en tus besos de miel, que ponen a vibrar toda mi piel... Vivo en la insensatez de perderme cada segundo de tu respirar, cada segundo que pudiéramos fabricar historias nuestras, cuentos de novela e historias viviendo cada segundo, juntos los dos... Como tú no han nacido dos mujeres, y definitivamente, te quiero a ti, quiero tu amor para vivir, tu felicidad y poner mi vida en tu corazón.... Dándole oxígeno a tu Luna y vivir en ella esperándote en el amanecer de tu cielo enamorado.

Esta noche, te pienso solitaria caminando donde estés... Mi corazón se encuentra en un letargo en espera de tu extraño regresar, mutilado, por la falta que le haces, asustado y sin entender su 'ahora en donde no estás, y aguantando solo por ti, solo por tanto amarte Mar.

Héctor.

"Es un amor para siempre... no es un siempre para un rato"

Ven y Quédate Aquí...

Tengo una aurora boreal, dibujada en el cielo tus ojos amor, con sus colores que matizan tus cabellos, pienso que te vuelo a través del cielo de tu cuerpo, atravesando las fronteras de los límites de tus besos, aterrizando en el puerto que existe entre tus caderas y mis anhelos... Te miro y gira el Sol!

Quiero salir a caminar tu calle , dejar mis huellas en la arena de tu playa y que recuerdes con nostalgia cada una de mis palabras, cuando comprendas que me he ido, que me recluido en el monasterio de tu silencio, sin tus palabras y sin mis versos, que son tan complejos como tus besos. Quiero enumerar cada uno de tus detalles, queriendo recordar hasta el olor de tu perfume que rocías como lluvia, y la verdad es que me vuelvo loco, con cada semáforo en el rojo de mi vida, y me detienes siempre para no avanzar a tu vida...

Tengo muchas ganas de encontrarte siempre, coincidir con la coincidencia de verte en la parada del bus, y de una vez por todas impedir que te escapes de cada una de mis reminiscencias que te invocan como aparición que teje sus milagros, y acompañar a tu cansancio que se diluye por completo de tu cuerpo cuando sonríes de saberte bien querida... La gracia de Dios es saber tu felicidad, aunque lamente que tus estrellas pertenezcan a otro firmamento, que tus palmas toquen otra arena y que tu aliento de vida a otro universo...

Lamento esta pena, tengo que llorarla aunque me ahogue en tanta lágrima, aunque me ahogue en ti que eres causa de alivio y llanto, y es que tengo que hacer de la costumbre de mi soledad una realidad, en donde no tengo metas que entregar, pues siempre mi meta es costear la luna y entregártela por la mitad, en cada noche con el lunar de mi mejilla surcar los rincones de tu anatomía y amarte más y más, siendo tu amante y tu mi amor... Debo eliminar el vicio de buscarte y no encontrarte, debo aparcar mis impulsos de bandido y no tentar a tu inmaculada tranquilidad con la zozobra de mis románticas palabras ¿Cómo llegas y te escapas de cada uno de mis segundos por las noches y las mañanas? ¿Cómo confortarme de saber que no estás, pero existes y no puedo palparte si quiera una sola vez más para saber que no te soñé y deliro tu amor? ¿Cómo pedirte que vengas, que lo hagas por ti y por mi y que siempre te quedes aquí, en mi y yo en ti?

... Me doy cuenta que tengo rotos los bolsillos y se me ha escapado cada una de tus monedas, revueltas en el vacío de tu caracol.  He perdido mi roto corazón, sin tenerte a ti para que lo puedas remendar,  con el hilo de tus caricias, con el bálsamo de tu compañía, con el humo de tu esperanza... Y lo que pasa en realidad, es que tengo que aguantarme siempre, aguantarme solo porque ya nadie me aguanta... Ven, por ti y por mi, y quédate aquí.

Héctor.

Sunday, February 14, 2016

Un Lejano San Valentín (Carta No. 6)

A Catorce de Febrero, día especial para celebrar con la silueta de tu compañía.

Mar;

De verdad espero que estas líneas lleguen a tus ojos, ya sea por el medio que ambos conocemos o por el método que se ha utilizado por muchos años... Hoy es un domingo muy especial, es catorce de febrero, y simplemente quise ofrendar un poco de lo mucho que tengo guardado en el corazón, y que se debe de liberar gradualmente, gota a gota, quedo, tan quedo como el fresco sereno, como olla de presión, evitando la combustión... Espero y perdones el arrebato y el atrevimiento del presente para ti.

Versando un poco de historia, como ya habrás leído, el Catorce de febrero nace a partir de una prohibición, y un cura rebelde, subversivo, que celebró bodas en secreto, el nombre de dicho apóstol; Valentín... Bueno, retomando el tema; No dejo de extrañarte, al punto que a veces ni recuerdo de que yo mismo existo. Mi corazón se ha tornado mi cruel compañero de cuarto y no hace más que fastidiar mis noches de calma, con el ruido del estridente conteo de tu nombre, en una y otra ocasión... He tomado algunos analgésicos y otros antidepresivos, pero me percato que el mejor remedio para mis noches de insomnio, es el jarabe de tu amor.

Ya por las mañanas, cada vez es mayor el esfuerzo por acudir a mis rutinas al aire libre, me envuelve una densa pereza que no me hace más que remitirme a tus recuerdos y extrañar como nunca la calidez de tus palabras, la dulzura de tus ojos cuando me mirabas y tu sonrisa, cautiva para cualquiera que no notara que era la antesala de la gloria, el encuentro con la dicha y la miel que le da sentido y sabor a la vida... Puedo llegar a alejarme años y siglos enteros, pero jamás me alejaré del hermoso recuerdo que me viene tras tu sonrisa y tus ojos apuntando a mi alma, con el hermoso estertor que me ha producido la electrizante capacidad que tienes para entregar amor.

... En los días normales, acudo comúnmente a mis actividades rutinarias, las cuales, hoy en las "nuevas" ubicaciones, ya no le dan sentido a nada, antes, como ya alguna vez mencioné, veneraba el suelo que pisaste alguna vez, pues aun percibía tu perfume,  con su rocío que me remitía a tus andares en los pasillos, en la oficina y en los caminos que ambos allanábamos; hoy ya no queda nada de eso, no puedo trasladar tu aroma y tu esencia de puerta en puerta, de sitio en sitio como si con un recipiente pudiera encajuelar tu fragancia y tus recuerdos. No puedo tener melancolías en pasillos en donde no deambulaste emanando tu belleza y tu toque de misterio que siempre ha sido mi más cautivo fanatismo... El fantasma de mi gran vicio. No puedo sentir en paz este vacío que me consume, debido a que hay tantas personas en tan reducido espacio, que cuando apenas tengo mi nostalgia favorita de tus recuerdos, me llega el ruido o la interrupción, perdiendo el hilo de mis pensamientos y tengo que recapitular y recomenzar de nuevo. No puedo siquiera imaginarte, porque para imaginarte, requiero un recuerdo tuyo en esta nueva osamenta de concreto, y al quedarme en blancos de los mismos, me alejo completamente de ti, por algunos momentos, hasta que te encuentro de nuevo, en el aislamiento de mis soledades, cuando sopla el viento y solo me enfoco en recordar tu cara, tus hermosas manos y tus mejillas de queso.

Ya por las tardes, recurro a la noche como escapatoria de mis manías de pensarte, de mis manías de recordarte plena, completamente infinita a tus pensamientos y sueños, como un cometa que no deja rastro ni estela, solo una gran sensación de incertidumbre por haberme salpicado de sus cargas de amor, enigma y dulzura... Mi mecanismo de olvido consiste en escribirte más y más, en recordarte para olvidarte, pero he llegado ha sospechar que mi afán de no acordarme, es lo que me tiene tan enfermo de tus recuerdos... Me canso tanto en los recuerdos, que solo me quedo en vilo, esperando que se me pasen, algo parecido a un resfriado, que se cura conteniendo el virus con medicamento; el asunto es, que tu recuerdo aun no sé cómo se cura, si con medicina no funciona y con la respiración guardada menos, no entiendo cómo le haré para no recordar un poco más de tus facciones tan bellas, de tus palabras tan emotivas, de tu perfil de sirena y de tus cuencas y bahías de Afrodita. No sé si mi Mar se encuentra en calma o es por tu alto oleaje que aun no recibo la armonía de descansar, pero el sueño, sabio como solo él lo sabe, me vence y termino por dormitar y dormir, soñando con los días aquellos, con los días en que te conocí... Soñando con tu mirada sensual y con el hermoso sueño de alguna vez, volverte a encontrar.

En la versión en papel, que debe de llegarte junto con los pétalos, no vendrá nada de nuestros besos, no vendrá nada de nuestras caricias, ni siquiera algunas partes del texto (digamos que esta es la versión extendida), comprendiendo a la perfección los asuntos de privacidad. No conozco los límites que puedas llegar a tener, si alguien más lee lo que te escribo, pudieras pasar un mal rato, no pretendo eso, no pretendo nada, solo entregarte un símbolo de mi amor, por ello mismo omito todo, verso con respeto, y entono solo  palabras de amor, de un fan enamorado, de alguien que solo anhela, de alguien sin dedos para tocar, solo para escribir, así como me encuentro sin ti... Si alguien te mira extraño y es consecuencia de que leyó mis líneas físicas, solo di que soy un loquito que no te quitabas de encima, un perdido en vida que cometió el delito de enamorarse de la mujer prohibida, que transgredió tu confianza porque solo le entregabas amistad y él (osea yo) lo confundió con algo más que amor... Niega lo que vivimos, niega nuestros besos, nuestra pasión, nuestros suspiros, nuestro breve, pero muy bello y eterno romance. Niega cuánto te amo y cuánto he sacrificado y sufrido por demostrarte todo mi amor, en el bosque de mi hermitaño retiro. Niega mi fuerza de voluntad que es más fuerte que mis deseos de amarte más y más. Niega que en este catorce de febrero no estoy en soledad, que me encuentro contigo, a tu lado, pero solo que no me puedes mirar.

Héctor.

Saturday, February 13, 2016

Hablemos de Felicidad.

Y recordé  la mañana en que por última vez te vi... El saberte ahí, me hizo creer que los días eran para siempre, para mi hoguera y antes que mi angustia de perderte invadiera mis sentidos. Quisiera morder el Sol amor, por tanto frío que tengo, ya he sudado el miedo de tu partida amor, me encuentro en resignación, he pasado de la negación... Tengo muchas cosquillas en el alma de saberte ahí, en la distancia del hilo que nos une cuando me invade el buen humor, de solo recordar tus ojos de sirena y tus labios de frambuesa.

Eres la caricia que me araña, y que me sumerge en el profundo azul de tus mañanas; con solo recordar tus palabras, yo vuelo por el planeta entero, recorro en un instante tu universo, con los domingos de tus lunes, y las noches de tus amaneceres, ya sea de madrugada o por las tardes de tus rutinas espontáneas.

Quiero hacer noviembres en tus recuerdos, aunque aun sea febrero, regalándote rosas de perlas, en ramos de jazmines, con olor a azucenas. Que te aten con la esclavitud de mi gran amor que te libera y que te perfumen con la fragancia de la  felicidad y la plenitud de estar una vida entera con mi amor, un ratito en el verso de mis besos que riman tus prosas que me demuestran que alguna vez te importé y a su vez yo te adoré.

A pesar de que mi letra no se entienda, sabes bien lo que mi palabra te quiere entregar. Sabes bien que mis discursos son el mapa con el camino implícito para que llegues despacio a mi, costándonos respirar sin los dos, volviendo al llanto seco de nuestra dicha; un rato, un siglo, una eternidad, lo que te dicte tu voluntad, pero ya no huir sin saber bien donde estamos los dos, en la ausencia de los dos... Hazme regresar a tu lado, hazme que bese de nuevo tus manos, hazme que la tristeza inmensa desaparezca... Soy tu pulmón, tu suspiro, tu noche de abrigo, tu fresco y tu luna... Tu tasa de té.

No te pido amor incondicional, ni que bailemos juntos otro vals...  Solo te pido la llave de tu corazón, para ir en busca de ese amor, y remendar la felicidad... Te busco y huyo, planeo e intuyo tu cercanía y tus ratos de buen humor. Acepta la felicidad que de mi emana para ti, hablemos de felicidad, hablemos de ti, porque la felicidad se llama Mar y emerge totalmente de ti... ¿A dónde va tu corazón... Sin mi? ¿A dónde voy, sin saber si te voy a encontrar?

Héctor.


Friday, February 12, 2016

Algunos Deseos.

Y en el silencio de la sala, solo se escucha el bullicio que proviene de afuera... Pienso en buscarte, y si, lo he pensado mucho; pienso en encontrarte de sorpresa, hacer que tu expresión muestre un fruncido de ojos, con un asombro en tus labios y elevar tu respiración a agitadas y exageradas bocanadas de inhalación, del nervio, y la emoción.. o quizás el enojo. Es por ello que me acobardo, que me quedo en mi cueva, en esta que me atestigua como tu fiel admirador, como el hombre que en el mundo te besó con más pasión que ningún otro, como el hombre que en el mundo te desea más que ningún otro.

Deseo tomarte mía, conquistarte desde tus costas hasta tus cordilleras, hacer míos tus montes y tus praderas, eliminar de entre nosotros cualquier vestigio de fronteras. Deseo corresponder a tu ardiente pasión que tienes en calma, como volcán que no ha despertado, zambullirme en tus mieles y beber de tu humedad y de tus laureles. Deseo volverte mía, una y otra vez que me sientas como tu hombre, te llenes de mi y de mi firmeza de hombre, que conquiste por completo tu feminidad, aprovechando cada segundo de nuestras noches, acompañados solo por nuestros corazones y con el motor que nos incendie en total pasión y furor... Mientras el cerezo suelta sus pétalos, en señal de nuestro amor que crece junto al ciruelo.

Hay tanto que deseo contigo, pero mucho más deseo, que me vuelvas a besar, aunque sea una vez más... Te extraño mucho Mar... Te amo de ida y vuelta, de aquí al sol que se encuentra en la eternidad...

Héctor.

En un Segundo.

Amor de noche, amor de lejos y amor a oscuras... Todo en un mismo lecho, todo en una misma sintonía. Amor del mío, intenso y puro; amor del tuyo, lejano y desvanecido, amor de ambos, tan abstracto como un Picasso o una mañana con niebla y llovizna de olvido, y tormenta de volvernos a encontrar...

En las noches creo encontrar la clave que descifre este amor, que se ha ido a dormir antes que mis ojos siquiera hayan conciliado el sueño de tu pequeña gran grandeza que recuerda cada caricia tuya y cada beso y cada una de tus risas, en los sueños de mi corazón ¿A dónde fue a parar, o a dónde irá a parar el corazón tan enamorado que tengo estancado en el amor que se descifra cada que piensa en aquellos besos tuyos tan excelsos y tan divinos? Internaré mis sueños en el descanso de tus sueños, para que cada recuerdo de tu sonrisa se albergue en el refugio de mis noches de desvelo, solo pensando en tus pequeñas pecas que resaltan el bello respingado de tu nariz... 

El mar llora ya sin nosotros, sin ti Mar y sin mi... En la inmediación de la deriva del navegar, brindaré por ti y por mi, aunque no estés, embriagando tu retorno con la falsedad de mi etílico respirar, confundido de tus besos, con el buqué de tu lejano aliento, como perfume de rosas y con la saciedad de recordar esas dos horas en que te enamoré de mi en un segundo... Tan solo en un segundo.

Héctor.

"Tengo de lo que no tengo, para dártelo como si tuviera, mi alegría y mi noche entera... Mi certeza y mi inseguridad"

Siempre Para ti...

He releído la mayoría de mis sentimientos escritos en estas líneas a lo largo del último mes... Dictamino en este momento que soy un desastre para la lengua escrita, no puedo encontrar las palabras precisas para invocarte y que dejes un rastro, una señal de ti, un aviso en el diario o un mensaje en la internet... No sé si el exilio en el cual me encuentro sumergido, aplica en general en el mundo entero, en los entornos que manifiestes tu presencia y en donde no, también. Resulta muy contradictorio saberte y no saberte, saber que existes, que navegas como galeón en medio del océano y yo soy un náufrago en medio de la nada, vagando a la deriva, esperando tu salvavidas que me dé de nuevo aire para respirar...

Entre los muchos momentos de mis pláticas con tu dulce retrato, en mis charlas contigo, matinales o diurnas, nocturnas y ya de madrugada, encuentro el común denominador que cada palabra que te pronuncio, lo hago sin emitirla de mis labios, que cada que te acaricio, no toco tu piel, que cada beso que nos damos, es a una distancia que sofoca, que cada que tomo tu mano, me encuentro con que nunca he tenido tacto... Eres tan lejana y tan cercana, como estar tan lejos de Dios, pero tan cerca del cielo, como encontrarme en el desierto con toda el agua del mar vaciada en el oasis de tu recuerdo... Así, como espejismo cruel que devora mi piel, que devora mi sangre y la convierte en hiel, pero que sin tu recuerdo, no puedo beber de tu manantial y no puedo conservar la aspiración de amarte más y más, como te amo cada día más.

Necesitamos reencontrarnos ¿Cómo es que puede resultar tanto amor y tanta angustia en tan poco y en tan largo tiempo? Te esperé por cientos de años, te encontré en solo días, me enamoré de ti hasta la médula de los huesos en solo unos minutos... Y para olvidarte, tardaré todas las eternidades que existan, porque me he dado cuenta que nunca había sentido amor, era algo más, pero no amor, porque esto que hoy me tiene flaco y desnutrido, es el verdadero arte de amar, el arte de saberte y mantenerme a raya, distante, aunque me duela el alma, aunque muera en cada una de esas eternidades  en que te ayuno... ¿Cómo fue que tú, mujer hermosa, tan bella y seductora, has sido el revulsivo de mis expectativas de vida? ¿En qué momento me descubriste el rostro y me inundaste de sentimientos? Ahogándome en las mieles de tu hermoso cabello y encandilándome con el brillo de tus ojos chiquitos, pero profundos, como diamantes, como cuarzo que enamoran con solo destilar su brillo...

No conozco la relatividad del tiempo, no conozco nada sobre tesis científicas que manejen temas centralizados en distancias, paralelos o condiciones atmosféricas; lo que si sé a la perfección, es que tu tiempo y mi tiempo, son nuestro entrenamiento para cuando nos reencontremos, me des la única oportunidad de entregarte todo mi amor y que sientas en tu pecho que el nombre real de la palabra felicidad somos tú y yo... Que nuestra distancia que nos separa, solo es una mera cuestión de mediciones en escalas de metros y centímetros, porque lo que realmente nos acerca es pensarnos día a día, segundo a segundo; que nuestra brújula que orienta a nuestro corazón apunta rumbo al corazón del otro, así, cara a cara ambos corazones, sin parpadear, sin detener su palpitar; que por más que te esfuerces en no creerlo, por más que entrometas al razonamiento en pensar negaciones arbitrarias, y que auto engañes a tus mañanas, en algún momento del día, de la noche o de la madrugada, cuando el clima enfríe, cuando llueva, cuando el calor nos abrase y el viento sople, sabes que conocernos tú y yo, es el inicio de todo, que soy hecho a ti, a tu medida y a tu cuerpo y a tus voluntades... Que cuando busques mi amor, te darás cuenta que mi amor por ti, es el amor verdadero y siempre, siempre estaré esperando por ti... En este mundo, en cualquier paralelo en que me encuentre, estaré siempre para ti...

Héctor.

"Es tan corto el amor... Y es tan largo el olvido..."

Thursday, February 11, 2016

Temperatura del Corazón

Alguna vez en esta vida le pronuncié a alguna persona que nuestro destino no nos manipulaba, sino que por el contrario, uno mismo es quien determina en base a acciones y/o decisiones el rumbo que determina nuestra vida... Qué arrogante he sido, no me daba cuenta que por más decisiones y acciones que uno ejecute, todo ya está predeterminado, como el color del azul del cielo, representativo de la pureza de tu alma, y uno se queda sin margen de albedrío, sin opción para elegir, más que lo que la vida misma nos entregó...

Tengo el corazón con frío, con escasez de calor, porque no tiene los latidos de tu hermoso corazón... La luna se ha envuelto en el rojo de su tenue mirar, como el rubor que cubrió tus mejillas, cuando te intenté enamorar con palabras bonitas, con palabras tiernas y llenas de pudor... Tengo frío en el corazón, porque vive en el iglú de cada día tener que separarse más de tu cálido aroma y tus candentes besos... Mi corazón retoma su color escarlata con tu cercanía en mis días, y tu presencia en mi lecho, por las noches.

Tengo el corazón tibio ya, de tanto pensar en tus hermosos ojos mirando al paisaje cuando salías de regreso a tu hogar, calmando el hielo que lo tenía gélido y a punto de reventar. Tengo tibio el corazón, por el hervor que entrega tu calor, y que me das en cada fracción de segundo que te traigo conmigo, a mis pensamientos, a mis sueños y a mis deseos... Rebombeando la vida en su interior, palpitando con la fuerza de un gramo de tu amor.

Mi corazón se ha calentado con tus besos que llevo guardados en mi bolsillo, con tus roces y mis atrevidas caricias que te he proferido. Hierve mi corazón de recordar tu agitada respiración, con tu artística desnudez, la cual llevo como estampa de mis noches y venerando en la galería de mi atrevida imaginación, tribulando locuras personales, viajando por pasiones desconocidas para todos, pero que activan mi sangre que circula a mil de tan solo pensarte y sentirte aquí... Mi corazón siempre se calienta hasta las temperaturas más elevadas, por el ritmo de mis dedos cuando te describo en mis escritos, y por el deseo de volver contigo, aunque sea en un lejano tiempo... Y amarte, ya sea en Celsius o en Fahrenheit's.

Héctor.

Felicidad a Granel.

Se solicita sangre tipo B negativo para mis pobres arterias, que ya no tienen más que transiten en sus mal conjugadas venas... ¿Pudieras creer que alguna vez tuve un ligero esbozo de felicidad y que ese efímero instante en el universo, fue gracias a tu hermosa, cálida y grandeza humana? Fui tan feliz que me mantenía deprimido por el temor de que esa felicidad fuera a acabar, y si, terminó. Fui tan feliz que la mirada me dio un brillo que todos en derredor se percataron, de mi felicidad... Hoy vivo en tranquilidad, con la ansiedad que da la calma y la paz, siguiendo la inercia de lo que pasó y sabiendo que puedo esperar, que puede ser mucho, pero también, puede ser nada.

... Es irónico, como los actos de buena fe, la gente tiende a confundirlos con malas intensiones. La gente con la que convivo, por solo prestarme a ayudar a una persona que conocemos en común, me han tildado de su admirador, al punto de decir que dicha persona es mi punto débil... Comencé negándolo, cual cierto es, pero ante el efecto contrario producido, he optado por callar, simplemente por callar, pero en mis adentros pienso "Ilusos, no tienen idea que solo hay una mujer en el mundo la cual me tiene completamente loco y envuelto en enamoramiento, y lo que menos imaginan es que también la conocen" y sigo con la absurda mecánica de mantener el silencio como el vilo que me salva de hundirme más o de salir del atolladero...

Recuerdo que hace muchos, pero muchísimos años, alguien me dijo exactamente lo mismo, que no pueden ver a un par de amigos, amigo y amiga, para ser precisos, sin que se les interprete de alguna otra manera, y yo siempre idealicé como que eso era real, cuando un hombre y una mujer están en continua amistad, tiende a surgir ese chispazo, y ya refuto ese argumento, porque precisamente vivo un momento como ese, en donde no tengo ojos, ni oídos, ni palabras para nadie, que no seas tu Mar... Aunque no me leas, aunque ya te hayas aburrido de mis rodeos mentales y estas palabras se pierdan en el barranco de los desechos de la verborrea diaria que doy... Mi felicidad no es plena, es solo un pedazo de ella, he tomado a granel unos cuantos gramos de felicidad que son los que me impulsan día con día, pensando en tu nombre, pensando ti y en nuestra realidad... La realidad es que pueden acercarse todas las personas del mundo a mi, pero yo solo vivo para ti ¿Hasta cuándo? No lo sé, siento que será para siempre, pero mi corazón, por lo pronto, tiene tatuado tu nombre en su corazón... Aunque tu corazón no lo quiera ni ver.

Héctor.

Wednesday, February 10, 2016

Un Pinturita de Ti.

Y hoy pinté, cuando juré que jamás lo volvería a hacer... Fui inducido a retomar la brocha, solo que faltó la paleta de colores y el lienzo para retomar otro viejo hábito. El resultado fue un armonioso tono blanco color miel (suena extraño, pero así es el color) para armonizar el sitio donde restaré días de ardua labor, de aquí hasta que reaparezcas en mi lecho.

Promesa rota involuntariamente, la última vez que tracé líneas y di vida a un retrato, procuré no tardarme mucho, solo fueron seis años de avanzar lentamente, pausadamente, línea por línea, trazo por trazo hasta completar la obra... Con esto quiero decir que al verse incumplida esta promesa que me hice bajo caución de no incurrir al arraigo del abstracto arte de pintar y pintar y pintar, volveré a pintar por el placer de hacerlo, veamos pues, sin como dice Gardel "Veinte años no son nada" y qué tanto se ha diluido esa cualidad, que reconociendo con modestia, pero con certeza, fue una parte del perfil que de joven destilaba a la vida...

Hoy te pinto un retrato de palabras y letras, de oraciones, quimeras y acuarelas alfabéticas. Te pinto con mis versos que se encajan en la belleza de tus rasgos, que se fusionan con la singular y hermosa calidez de ti, mi princesa, de entonar cada milimétrico trazo que describa a la perfección tu perfección y que exponga al mundo entero que aunque lo niegues y no me recuerdes... Tu eres mi amor.

Héctor.

Mi retiro de pintar, fue concesión a este retrato, lejano, por allá en otra vida. 

Lo que me Gusta (s)...

Es algo que no se ve, pero es algo que se siente... Percepción inmediata al inmediato placer de conocerte... Como encontrar la brújula que te guiara al norte de mis sentimientos. Cuando por vez primera te vi, algo estalló dentro de mi, una supra consciencia se detonó, en la cual, conocí  el cielo, el edén viviendo en la mundana realidad... Quisiera que me conocieras un poco más, quisiera contarte más de mi:

Me gusta leer, me imagino ya lo sabes, leyendo recorro el abecedario de tu cuerpo, comprendo tu acervo de besos y te seduzco con la lectura de gestos. Me gusta correr,  trotar el mundo con la bandera de tu compañía, calzarme de los zapatos que han recorrido tus pasos y llegar a la meta que es tu besar en mis labios. Me gusta hacer juegos de palabras, con el surco que da tu brisita al pronunciar, juego con las líneas que vienen a mi alma, proyectadas desde el confinamiento de tu garganta, plasmándolas en papel virtual, para enamorarte mucho más... Hasta el ocaso me encanta, me encanta el brote de romanticismo que proyectas cuando te ocultas en el horizonte, cual sol de mi vida eres Mar, cual percepción de esta noche en que me encuentro, porque me encuentro en tu ocaso, en el posterior de tu atardecer, esperando que llegues con la mañana y me inundes de tu luz otra vez.

Me encanta escuchar música, particularmente la melodía de tu voz, aun tengo el dato guardado y muy preciso del timbre exacto de tu voz, modulado a la tonalidad melódica que otorgas cuando hablas y que me enamoras por completo, con el Do de tus besos, la llave de Sol de tu cuerpo y el idilio del coro que me regalas cuando te sueño.

Lo que me gusta, es lo que me gustas, es el atesorado menú que entregas a la vida. En verdad te digo Mar de mi vida, que jamás creí que una mujer me gustara tanto. Que me gustes tanto es el mejor de mis gustos, que me gustes tanto es ganarle al gusto y convertirte en mi delirio... Que me gustes tanto solo puede ser alcanzado y superado, por el hecho de que me gustes mucho más, cuando estés conmigo... A mi lado.

Héctor.


Nuestras Prisiones.

Todo este tiempo he pensado que mi corazón sufre a razón del amor que duele noche y día... Pienso mucho en la paridad que existió entre los dos, y me reencuentro que solo fue mi ilusión. El amor nos arrancó tantas alegrías, tanta dulzura con tu compañía, tantos futuros que se estrellaron con mi fantástica imaginación... Ningún consuelo puede cubrir mi cada vez más lejano sentimiento, tanto temí que llegara este momento, y hoy me encuentro ya prisionero en la cripta del destierro, en proceso de descomposición de mis sentimientos, extenuado del corazón y fatigado de respirar el aire en que no respiras más...

En el encierro de la catacumba de mis días, devuelvo el cambio que me sobró ante la vida, regreso mi poesía y mis prosas mal sonadas, regreso los recuerdos de tu mirada divina y tu sonrisa magnífica. En este cautiverio de aire húmedo y terribles sombras con tus misterios, entierro para siempre cualquier evidencia que te señale como causante de mis más bellos sentires, como la presunta culpable de mis pasajes más hermosos de felicidad, pero también como involucrada directa en la oscuridad de esta celda en que me desvivo con cada día que vivo en la oscuridad.

En la prisión de mi retiro, te encuentro cada vez más en el encierro de tu realidad. Me cautivo de tristeza y sentimiento de que aun permanezcas lejana, sin la posibilidad de encontrarnos, con la casi total probabilidad de no sabernos nunca, que has elegido el hermetismo de nuestras distancias a la felicidad de vivirnos, de amarnos y tenernos...

Vivimos en prisiones distintas, vivimos en la orfandad de nuestra solidaría compañía... Morimos cada quien en su propia agonía, desfallecemos de falta de nutrientes y energía que nos entrega nuestra mutua compañía... Probablemente creyendo tú tu felicidad absoluta, probablemente yo, creyéndome la tristeza absoluta. La realidad es que en nuestras prisiones, nos hacemos falta para allanar esta vida transitoria en donde solo es la preparación del camino de la felicidad, pero ésta solo se conocerá, sin el drama de nuestra separación y con la alegría de nuestro concilio y la bendición de estar siempre juntos, en unión y con todo el amor del mundo... Para los dos.

Héctor.

Tuesday, February 09, 2016

Carpetas Rosas.

Tengo las carpetas rosas, marcadas con tu nombre, en ellas encuentro los mensajes que me enviaste con avisos de ocasión, con imperantes señales que nos unían en trabajo, que nos hicieron coexistir, aunque fuera por unas cuántas semanas.

Sigo conmocionado por las brillantes jugarretas de la vida, que me han tomado por sorpresa, que me han cambiado la vida por completo desde que apareciste o bien dirías, yo aparecí en tu vida. Fue algo que hizo girar nuestros caminos, que me ha hecho ser otra persona totalmente distinta a la de antes de noviembre, porque, como ya te lo he dicho anteriormente, soy uno antes y después de ti, cabalmente me he transformado en una mejor persona, en un ser que ha regenerado su existencia, viendo las tonalidades hermosas de la vida, los enfoques bellos que me trasladan, de manera inmediata, a tu costado, para amarte solamente, para amarte en plenitud.

Vivo con la meta establecida, de saber que nadie calza tus alturas, de saber que cualquier otra mujer, que se atreve a cruzar palabra conmigo, de manera inmediata entra en el imposible reto de superar cualquiera de tus alcances... Eres inalcanzable, infinita e inigualable, tu esencia y tu presencia son únicas, tu belleza majestuosa y la colorida paleta de tus palabras son el mandamiento divino de lo que me has convertido y en lo que seré en el resto de mis días... Convivo con tu recuerdo, pero te tengo tan en mi, que hasta tus carpetas rosas siguen actualizadas y con tus palabras como mi guía espiritual...

Héctor.

"Cuando la vida te presenta a la persona indicada, no lo sabes... Lo sientes"

Recordando tus Pensamientos.

Aquí, pensando en tus recuerdos, ¿O recordando tus pensamientos?, es enredoso ubicar exactamente cada uno de tus acertados tonos de piel, de tus precisos espacios entre poro y poro que definen tu anatomía exacta, tus formas tan femeninas y tu hermosa belleza que libra cualquier poema... Emito un edicto en honor a tus precisas cualidades de ninfa y hada de cuento y fábula, en donde el precursor de mis sentidos se ha apropiado de mi razonamiento y mis emociones, todo ello partiendo de pensar tus pensamientos, y recordar cada uno de tus recuerdos, recordando recordarme.

Recuerdo la forma en que pensabas, la forma en que amoldabas tus ideas a tus sueños, transgrediendo cada surco de coherencia y apego al plano real y concreto, pero con el impulso de la pasión de tu enorme corazón, ese que no te cabe en el pecho, idealizando objetivos que son tuyos y que admiro como si fueran míos, porque en la ingeniería del cielo, se asignó tu nombre para alcanzar mil estrellas y que los sueños e ideales, se conviertan en tangibilidad y realidad con certeza y apego... Cumple cada uno de tus sueños, partiendo de la premisa de actuar y tener mucha disciplina, aquellos que te digan que no puedes realizarlos, no te deben de inquietar, si ellos no hacen nada por alcanzar los suyos...

... Dentro de tantos recuerdos, recuerdo la forma en que pensabas que el tronar de mis articulaciones, me traerá consecuencias en un futuro, y yo, fiel a mi estilo, te conquistaba con evasivas o un sórdido beso que solo tú miraras y que nadie más se percatara... Oh cómo recuerdo tu reflejo en el monitor de la pantalla, haciendo como que no mirabas, pero mirando y sonriendo con una señal de negativa con tu cabeza, pero con tus ojos delatando que te encontrabas contenta y que mis coqueteos te sentaban en dicha y alegría, en el cielo de mis deseos, en la inmensidad de mi cariño... Y después de todo, lo culminaras comenzando a tronar tus propios dedos, creando la paradoja de tus hermosas historias.

... Recuerdo la forma en que atinabas a terminar cualquier controversia que te diera la razón, con el "touche" que tanto te caracteriza, que tanto determina que saliste avante, que fuiste victoriosa y coronada de la inmensa alegría que el dilema fue resuelto a tu favor y cualquier rebate a tu palabra, cual realeza dictamina, deberá ser castigado con un puntapié tuyo y un hermoso y bello 'te pasas'...

Un excelente desayuno este sufflé de tus recuerdos, una excelente forma de despertar en la mañana y continuar con la aturdida rutina de hacer que vivo, en la ausencia de tu cuerpo, de hacer que muero, viviendo con la comida que me da vivir en el ayuno de tus besos... En el eterno recordar de tus pensamientos.

Héctor.

Monday, February 08, 2016

Un Aplauso.

¿Y cuándo te shutarás nuestro cuento? Hago alusión a la palabra "shutar" porque sé que de inmediato me recordarás con solo leer esa obtusa palabreta... Es verdad que tantas cosas hemos pasado, el uno sin el otro, que hasta ya perdí la cuenta de tus segundos en el retiro, en el exilio de nuestro desencuentro.

Hace algún tiempo te creí un ángel, hoy, seguro me encuentro que eres Dios disfrazado del edén, con tus formas y finas facciones. Y  después de considerar tu rastro casi extinto, encuentro las huellas de tus manos, amasando mi corazón, ayudándole a bombear sangre para avanzar un día más, un paso tras otro paso, lento pero seguro, pausado pero con certeza.... Siempre con la mirada enfocada en esperar tu llegada... Extenuado de tan largo camino, sofocado de la falta de aire, pero con la fuerza en mis piernas para llevar tu peso en mis hombros, a sabiendas de que siempre estaré para ti y para tus mandatos.

Un aplauso para ti, vida mía, por ser tan bella mujer, por ser elocuencia de la hermosura, por ser portavoz del cielo en vida, por ser la embajada de mi felicidad, suspiro de mis melancolías y flor que retoña en las praderas de mis esperanzas... Un aplauso por tu singular poesía, la que explayas cuando caminas, la que entregas cuando sonríes y nace la primavera... La que espero de tu mirada, cuando me veas directo el alma con un parpadeo y concibamos el idilio de nuestros sueños... Te amo Mar.

Héctor.

Encima de tu Piel.

En resumidas cuentas, entre mis pensamientos y mis sentimientos, inmortalizamos tus mejores momentos para coleccionarlos en mi almohada, en mis sueños y en mis amaneceres... Cómo deseo poder estar a tu lado y demostrarte cuánto es lo mucho que te deseo, demostrarte que tú, humana y yo humano somos hechos el uno al modo del otro, que mis caricias se amoldan al ritmo del movimiento de tus caderas, y que mis besos son ensayados exclusivamente para acoplarse con el tamaño de tus pechos, de tus hermosos pechos que llevo siempre en mis recuerdos, y quedarme ahí varado, encallado sin margen de movimiento, sin la opción siquiera de desviarme de alguno de ellos.

Pienso en buscarte de noche, para sorprender a tu sorprendida inconsciencia, besarte los labios, morder cada uno de tus morros apasionado, consintiendo que tus manos me tomen de mi cuello y yo con las mías recorrer tus muslos hasta llegar a los campos elíseos de mis deseos. Cogerte  de tu cintura, atrayéndote hacia mi, colgando en tus brazos más de mis besos almidonados, mientras aparto tu ropa interior, mientras nos quedamos piel con piel, surcándonos de emoción, explorar tus lunares que te hacen tan especial y con mis manos y tus manos jugar a conocernos más, a encontrarnos lo que no conocemos, a medir mis distancias y tus adentros, preámbulo de nuestra lucha, de entregarnos y cumplir nuestras fantasías y tener noches de sexo y amor, de caricias y jadeos, hacernos de los dos uno solo, un mundo entero.

Cómo deseo acampar encima de tu piel, mientras ambos nos fundimos en la pasión, fuego y miel, caricias húmedas con un toque de amor para los dos. Hacerte el amor y que me hagas el amor, siendo uno el otro y el otro siendo el uno, con gemidos y suspiros, con besos atrevidos, con mis manos explorando cada rincón de tus misterios y mis nariz palpando cada parte de tu interior, de tu aroma, mientras te bebo, como agua bendita, como agua de manantial, hasta que ambos alcancemos el éxtasis, el orgasmo de la vida, la culminación de nuestras pasiones en un estallido de celo y desenfreno, en una implosión capaz de crear mundos nuevos, con nuestras respiraciones ajetreadas, con nuestros cuerpos sudados, con nuestro amor detonado en la angustia de desearte mucho más y repetir el ciclo sin final, hasta el amanecer, y yo siguiendo encima de tu piel... Y cumplir con la promesa mía de aquella noche, que algún día amaneceríamos los dos juntos, en la misma cama, solo para platicarnos, solo para seguirnos amando.

Héctor.

Sunday, February 07, 2016

Mar de tus Recuerdos.

Pensaba en la gran evolución que tendrían nuestros descendientes con tu combinación y la mía, ambos zurdos ¿serían pequeños genios? No sé, solo se me vino esa idea a mi blanca cabeza... No comprendo cómo es que siento este gran cansancio y no logro zafarme por un solo segundo de la idea de tus ojos mirando directamente a los míos...

Eres la celadora de las prisiones de mi felicidad, conservas las llaves de cada uno de mis secretos en el alma, y siempre tienes agendado cada uno de los momentos en que te pienso y en que te sueño, materializando tus momentos en realidades fuera de este ciclo llamado realidad, y transportando cada exhalación de mi aliento, a la brisa que resbala por tu frente y por tus mejillas.

Adorar tu divinidad se me viene del alma, se me viene de golpe, con solo respirar, con solo parpadear, con solo contemplar. De tus palabras y tus manos yo puedo llenarme por completo, puedo hacerme un buffete de tus caricias y después guardar energías para soportar tu partida. Mi amor es infinito, sobre todo cuando estás conmigo cercas, me lleno de tus dones de amor, por que para ti lo oscuro y lo claro siempre son lo mismo.

Considero permanecer en la inmobilidad de pensarte y contemplarte, en el arte mágico de saber que existes y aguardarte para el momento en que regreses, del cautiverio que nos hemos puesto, del guetto de nuestras soledades... Mientras tanto brindo una copa para tu amor, con la sed que tengo de tus besos, beberé todo el Mar de tus recuerdos.

Héctor.

Un Sueño Más.

Volví a soñarte... En el sueño te subiste a un bus, yo corrí detrás del mismo y no te alcancé... Te fuiste en medio de la llovizna y quedé sofocado del vértigo de perderte, de las arcadas de la angustia de no saber si te volvería a ver... Primera vez que sueño que te vas y te pierdes en el abismo de la lejanía... He despertado y me alegro de verte en mi realidad, aunque sea en plano astral, pero me alegra de saber que algún día nos volveremos a encontrar... Mar.

Héctor.

Saturday, February 06, 2016

La Pureza de tus Besos.

Todos tenemos nuestros planes, todos tenemos un dejo de libertad de movimiento, se le llama libre albedrío... En esencia, escribo para ti, escribo para que tus hermosos ojos, tan bellos y lindos, entretengan algunos pocos segundos de tu tiempo... Las líneas que escribo, son el Coliseo de tus enfrentamientos... Logro colocar constelaciones de estrellas en tus sentidos, puedo colar al invierno en pleno viento de otoño por el mes de febrero, o simplemente, puedo demostrar con argumentos sólidos que tanto amor que te tengo, y te tendré, es arte y obra de una pureza majestuosa, tan puro, que ni siquiera tú misma lo puedes tener.

Dicen que el frío solo se combate con frío, o en este caso, un ente puro, al cien por ciento, solo puede ser arrodillado por otro del mismo calibre, y nada más puro y exquisito que la fuerza de un beso tuyo... Sincerando mis líneas, te confieso que no recuerdo cómo fue nuestro primer beso, porque tu estabas y yo estaba y de pronto, los dos ya nos estábamos... Perdidos en un elevado de besos y pasión, comprometidos en el acto de besarnos, en el mejor papel de nuestras vidas, en el meritorio placer de dejar al mundo a nuestros píes, para solo besar nuestros labios una y otra vez.

Recuerdo que la sensación que me dieron tus besos, fueron de una pureza infinita, de una sensación de tranquilidad y calma que no se ha comparado con nada, pero a su vez de una emoción y ganas de seguir y seguir, sin parar, continuando eternamente en la batalla de nuestros labios, en el choque de nuestros dientes y en los enredos de nuestros sentidos. Besarte ha sido lo más majestuoso y único por lo que he pasado, y en verdad, he besado otras bocas antes, pero nunca con la sensación de ansiedad, placer, paz y deseo de cuando nos dimos esos millones de besos... Porque besar y besarte son dos cosas distintas, son dos conjunciones de tiempos y presentes abstractos en situaciones, pero con pizcas de cielo en cada momento. Besar tus labios me elevó a la eternidad, y lo que no sabes es que guardé de la pureza de tus besos, para cuando deseé saborear un poco más de tu edén, te vuelvo a besar.

Héctor.