En la península de mis emociones, recorro suavemente la brisa marina, le abro las cortinas a la fina capa de niebla que me estropean tus recuerdos, que nublan mis emociones; esta bandada de nubes, me hace reflexionar sobre tu eterna transparencia, sobre tu gran palidez de hermosa ninfa, de titán, de sirena... Eres lo que mas quiero en la vida ¿Y cómo es que te puedo querer si no te tengo en la vida? ¿Y cómo te puedo calzar de cariño y hermosura sino te encuentro y te tengo perdida? ¿Y cómo puedo asumir siquiera, que te he perdido, cuando nunca antes nos encontramos?
En la tarde de mis mañanas, recorro en vehículo la caravana de tu magistral y colosal hermosura, recorro cada capa, cada poro, cada milímetro de la carretera de tus recuerdos, y encontramos juntos, en cada uno de ellos, los mejores besos nunca antes ofrendados, los mejores abrazos, las mas húmedas caricias, las palabras mas hermosas jamás antes dichas, o escritas, la veneración más fiel y leal que nunca jamás podrá humano en el mundo encontrar, el amor más tierno y verdadero, y la prueba de fe, la prueba de voluntad más interminable, más perpetua que cualquier ser pueda apaciguar...
En la península de tu amor, me he topado unos corales con las huellas marcadas con tus manos en mi espalda, en mi cabello, mientras me sostenías para que besara tus labios, para compartirnos el alma en nuestro aliento, para surcarnos nuestra pasión de cero a cien, de un instante a unas horas, de unos días a muchos siglos... Me he topado con los caracoles que se encierran muy atesorados en la rodaja del bolso de mi pecho, pegado al corazón, que es donde te llevo, pegado en mi pasión, en mi carácter y en tu línea de recuerdo... En la península de tu amor, me he topado con la arena que aun tiene tus píes marcados en la duela de la antigua oficina, con las marcas que dejan tus pasos, y con las enormes alegrías que me brindaste en el mes que nos abandonamos... que me dejaste, en el mes en que nos enamoramos...
Vista a tu Mar... |
Héctor.
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