Friday, March 04, 2016

Caprichos del Corazón.

Vista al mar, al océano infinito de agua, calmante pacífico que da mil vuelcos de alegría a mi pacífica alma... Cuando ella me dijo que necesitaba un tiempo, por más que sus labios enunciaron una fecha a corto plazo, en mi interior conocía que la sentencia sería perpetua, magistrada por parte de una corte que no apela a mi corazón, que solo edicta juicios en base a ejercicios de conocimiento y razón.

El valor de extrañarle tanto, es el consecuente de lo que es su persona ¡Oh Dios! Su persona, qué linda es, si la conocieran a ella, tan menudita, tan tierna y bonita, tan bien creada, como alabastro divino, como marfil de escultura, tan confortante, como manzanilla a mi clima; extrañarle tanto es sintomático a su excelencia divina, ella, Mar, fue un parte aguas en mi burda existencia, le dio un toque real de razón a mi vida y me enseñó que nunca hay que dejar de vivir sin tener amor, por eso fue que desde que la conocí, aquella lejana tarde del lunes veintitrés de noviembre, fue cuando tuve esa visión, me rendí ante su hermosura, cual azucena clara, cual atrio evangelizando mi alma.

Y es que  cómo decirle que no a cada una de sus palabras, cómo borrarla de mis sueños si en mis sueños es cuando más le amo y más le quiero... Entiendo que fui yo el último en llegar a esta historia, entiendo que su lejanía es bastante clara, que es muy contundente la delgada línea de amarme u olvidarme, y creo bien, que en este guiñol, mi personaje ha sido olvidado y esta antología de pensamientos y retratos de su vida son solo partituras de mis memorias que yacen inspiradas en la hermosa historia que pudo ser si ella tan solo me hubiera ofrecido en un espacio de su vida.

No sé qué grado tengo ya de resignación, creo que está a punto de llegar al cien, pero el corazón no entiende, no sabe de contar, si es que hay uno, para el corazón eso es igual y es por eso que prefiere mil veces compartir antes que perderla, funcionando en los matices de mi vida, amando los amarres de mis días... Ella me ha bailado en mis pensamientos, me ha calado hasta los huesos, me ha transformado desde mi antes hasta mis después, ha expuesto la mejor de todas mis versiones, la del ser que ama, esperando nada, la del ser que sufre y limosna un toque de su mirada, la del ser que es mendigo de sus caricias y un esclavo de sus besos... ¿Cómo decirle que no la amo, cómo decirle que no la quiero, cómo decirle que en ella es en lo único que pienso, cómo olvidarla de mi tiempo, cómo dejar de contemplarla y cómo dejar de venerarla?

Pero el corazón insiste ¿Qué será lo que le diste? que no es capaz de hablarte en tercera persona y tiene que personalizar sus palabras para que entiendas lo que te amo y que nunca podré dejarte de amar...

Héctor.

No comments: