Tuesday, December 29, 2015
Y estoy a tu Lado...
Disfrutando cada segundo de tu presencia, atestigüando tus gloríficas facciones, tu sonrisa mágica que me tiene disperso entre múltiples realidades, con la inagotable sed de volver a aderezar mis labios en tus pechos, tan hermosos, tan finos pechos, y escuchando tus susurros de las notas musicales de un anuncio del alma que nos ayuda a reservarnos en esta tensa calma
Cada risa tuya, cada enojo tuyo y cada roce accidental y "casual", me dan la vida, me vuelven al cielo que a tu lado toqué, para acomodarnos lado a lado, cuerpo a cuerpo siempre, arañando nubes al compás del movimiento de tus caderas, mientras toco cada una de las estrellas de tu cuerpo, mientras acaricio con mi corazón la melódica fibra de tu voz y el contorno de tu cintura se amolda al tamaño de mis brazos, apretando tu espituralidad y corazón con fuerza, hacía mi... Como aquella nuestra vez.
Soy tan feliz que estoy deprimido por el temor de que ya no me sepas más, porque tengo la incertidumbre fúnebre de saber si fui y ya no seré. Porque con ver mi reflejo en los cristales de tus bellos ojos me basta para diez vidas, pero saberme efímero me vuelve salvaje de las letras, inarticulando dilemas sin sentido. Soy tan feliz por tomar una y otra vez tus sedosas manos, al compás de nuestros secretos en los que somos cómplices del cariño y profetas de lo que nace. Soy tan feliz que siento que vivo en tus diecinueve noviembres y en cada uno te traslado hasta mis septiembres. Soy tan feliz por saberme a tu lado, poco a poco Mar y gradualmente que la misma sintonía de esta sinfonía te coronará como la reina de mi vida.
Héctor Eduardo
P. D. Si te miras al espejo y ves que estoy detrás, es solo mi deseo viajando a donde estás.
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