Friday, July 29, 2016

Soliloquio.

¿Qué hay de mi si no la vuelvo a ver? ¿Dónde quedará ella en medio de mi soledad? ¿Cuántas letras más derramaré en pos de una sola oración inspirada en una noche, de unas horas y un infinito para poder olvidar?

Derramaré vino y alcohol, construiré muros y en ese me excluiré de esta realidad sin su sonrisa de acuarela, sin sus ojos de princesa, sin sus labios de odisea, sin sus palabras sabias y sus delineadas  formas de ninfa y hada.

Y seguiré esperándola, aunque no deba, y seguro estaré con una reserva de su amor, un poco de su incontable amor que me regaló para guardar en mi cava, en mi almacén de momentos lindos, de momentos felices... Esperando que un día vuelva a mi, para poderla amar, sin importar la distancia, ni el tiempo ni el olvido... Encontré en ella mi alma gemela, sin embargo, ella se siguió en busca de un mejor amor... Yo solo tengo amor para dar, y se me ha derramado una vez más.

Héctor

Thursday, July 28, 2016

Somnoliencia...

Con sueño y deseo de recibirte, de darte una bienvenida a mis noches, de reinaugurar el templo sagrado de tu alma, de cosechar el fruto divino que entregas cuando amas, de beber de tus mañanas para mantenerme en conserva, para endulzar un sombrío panorama y para despejar con nubes el cielo a plena madrugada.

A veces caígo en somnoliencia, como en este momento... Entre abro y cierro los ojos y no te he vuelto a ver.

Héctor.

Tuesday, July 26, 2016

Recaída...

A veces se retoman vícios que se creían olvidados, que se percibían ya dejados en el exilio de nuestras posibilidades... Hoy suscribo, bajo esta verborragea de líneas pensadas en ti, a la mejor de las adicciones, al mejor de los malos hábitos, que siempre es y será pensarte totalmente a plenitud. Degustarte como el aperitivo por excelencia que soslaya en la felicidad, palparte como una guirnalda, como una ofrenda, tan cadenciosa y perfecta, tan musa y poética, como una utopía, como un edén en mi sinfonía llamada vida.

De los recuerdos que me tienen atado al vício de tus recuerdos, es aquel que te comprende enterita, desde la vez primera en que te vi, hasta culminar con aquel beso en la mejilla que te di, esa línea de tiempo que yerme mi sangre, y de agonía crónica para poder sobrevivir con el espectro de tu ausencia, con la vilesa de haber registrado el sabor de tu piel, de cada textura de tu cuello, de cada poro de tu alma, de tu pecho, de tener grabado en mi mente el registro vocal de tu timbre de voz y sacarlo para probar pequeños bocados en mis tiempos de veda; todo un curso de supervivencia avanzado, con tu estrella como faro y mi ayuno como señuelo de tus recuerdos.

A veces, se retoman vícios que se creían olvidados; y hoy he recaído en pensarte Mar, pensarte en tu lejanía y en tu océano, donde no te diviso más...

Héctor

Thursday, July 14, 2016

El Ciruelo.

Pasan las lunas, pasan los otoños en pleno verano; el Jardín de los helechos en el patio se ha entelarañado, extraña no haberte conocido para poder extrañarte, tan frondosa y clárida, a ella a ti, las dos como una sola, como una fotosíntesis en la mañana fija, con la luz solar brillando como una luna opaca.

Las esporas de las llanuras marchitan al ciruelo que no quiere dar mas de su fruto, solo su savia estéril que no provoca más que nostalgias y alguna que otra irritación; el cielo no compadece al ciruelo, el cielo no cesa su calor inmenso en las faldas del viejo y vetusto árbol, como oda de tu historia, como leyenda que cuenta el mito de tus realidades, de tus lejanas travesías por los parajes de mis labios, por las sendas de tus pechos... Como una Venus, como una Andromeda!

Visto lo que calza mi madriguera, rebusco un libro que instruya mi vida hueca, y socavo al tiempo, al reloj, que es un puño seco, que para bien o para mal, ya es muy tarde para alcanzar la mañana de tus atardeceres... Infinita en mis pensamientos, huyendo de ti y de mis líneas, de ti por medio de una poesía, de mi, por medio de una tarde que invento alguna excusa para no sentarme y para solo escribir en mi mente, sin pulsar las letras en el monitor.

Y el ciruelo se deshoja, el ciruelo tiene manchas de debilidad, de triste dolor y de vivir en una noche que no tiene final. El ciruelo se ha cubierto de un manto de ti, con su corazón tirado en ese rincón, pero negándose a morir, esperando su riego y las palabras de aliento, conservando el lugar en donde te pueda encontrar, con su soledad y tu cercanía, con su eterna tiniebla y tu luminosa existencia.

Y no te preocupes mi Ciruelo, como me dijo ella alguna vez... Todo estará bien.

Héctor.

Wednesday, July 06, 2016

El Paño de tu Nombre.

No sé si lees esto; la verdad es que casi no escribo ya, poco a poco va diluyendo esa pena que existía y se aferraba a mi garganta, poco a poco se va menguando y se va retrayendo hasta convertirse en brisa, en entumecimiento, en adormecimiento del cuerpo... Del alma.

He renovado mis bríos en la vida, sin embargo, en algún momento del día y en la noche, pienso en ti, vienes a mi mente y generas inestabilidad emocional; viéndolo desde la óptica correcta, estoy perfilando de manera errónea la situación, porque por más que pase el tiempo yo jamás te olvidaré, sin embargo, no percibo esa gana que mata y condena al corazón.

Tengo telarañas en mi mente, tengo polvo de tus recuerdos en mi piel, y sigo rayando el paño del espejo con tus nombres, sin embargo no me traiciona la vista y sigues sin aparecer...

Hector.

Tuesday, July 05, 2016

Sin Tanto Espacio.

Donde quiera que vayas, yo estaré contigo, 
al principio, al final o a mitad del camino, 
yo estaré como sabes esperando ese día,
que la vida nos ponga frente a frente de nuevo 
se que no puedo detenerte, cada quien es dueño de si.

Y donde quiera que vaya yo te llevo conmigo,
y se suele decir queremos buenos amigos,
mira que la vida suele dar muchas vueltas,
y a veces lo que tenemos no le damos valor,
y dejaré las puertas abiertas y toda posibilidad 

Y vuela si quieres volar, desde arriba puedes mirar mejor,
no tardarás mucho en bajar y del suelo no pasarás,
no hay tanto espacio como se ve,
no hay tanto cielo como se ve.

FdV