Me haces falta... Con cuanta lejanía veo pasar la raya infinita del horizonte, como lejano y tiránico resulta creer que ha pasado medio año desde aquel veintidos de diciembre... Han pasado muchas cosas, han dejado de suceder otras más, pero siempre consigo recordarte en los momentos más inesperados... Incluso cuando duermo y cuando me he muerto, muero pensando en ti.
Héctor.
Tuesday, June 21, 2016
Wednesday, June 15, 2016
Algún Día.
Y solo te pienso, nada más... Apareces fulminante en mis momentos de mayor concentración, como bruma en alta mar, como banco de niebla que ahoga mi ecuanimidad... Siempre te pienso, oh, cuánto te pienso.
Fueron escasas las palabras que cruzamos, pero en esa palabras nos dijimos el universo entero, nos miramos por entero y nos extrañamos, aunque sea en momentos pequeños. No negarás que me recuerdas en algún momento, no negaré que me gustaría no recordarte para recordar que antes de ti ya existía; no negaremos ambos, que en la cercanía o en la distancia siempre fuimos muy unidos, que solo nos fuimos por caminos equivocados, desviamos el rumbo y terminamos iniciados en la distancia y en el olvido.
Algún día volveremos a sabernos, quizás, algún día cruzaremos alguna mirada por el bulevar o en la avenida; algún día escucharás de nuevo mi voz pronunciando tu nombre, o algún adjetivo que con tanto cariño y amor te enuncié, algún día volveremos a sentir un roce accidental de nuestras manos y una cercanía de nuestras almas, tan pegadas que te harán tambalear y te plantearás la idea infinita del tiempo perdido sin nosotros dos... Algún día, algún día... O quizás nunca, o quizás siempre.
Héctor.
Fueron escasas las palabras que cruzamos, pero en esa palabras nos dijimos el universo entero, nos miramos por entero y nos extrañamos, aunque sea en momentos pequeños. No negarás que me recuerdas en algún momento, no negaré que me gustaría no recordarte para recordar que antes de ti ya existía; no negaremos ambos, que en la cercanía o en la distancia siempre fuimos muy unidos, que solo nos fuimos por caminos equivocados, desviamos el rumbo y terminamos iniciados en la distancia y en el olvido.
Algún día volveremos a sabernos, quizás, algún día cruzaremos alguna mirada por el bulevar o en la avenida; algún día escucharás de nuevo mi voz pronunciando tu nombre, o algún adjetivo que con tanto cariño y amor te enuncié, algún día volveremos a sentir un roce accidental de nuestras manos y una cercanía de nuestras almas, tan pegadas que te harán tambalear y te plantearás la idea infinita del tiempo perdido sin nosotros dos... Algún día, algún día... O quizás nunca, o quizás siempre.
Héctor.
Tuesday, June 07, 2016
¡Gracias!
Gracias por haber leído alguna vez alguno de mis escritos, por haber consentido a tu corazón con alguna de mis palabras rebuscadas. Gracias por ser la inspiración que rima a poesía y que enciende mi voz en lejana melancolía, por ser el cause que lleva mi río de calmas y por ser la pausa en la laguna de mis emociones. Gracias Mar, por permitirme sincerarme como nunca antes lo había hecho, y sobre todo, por soportar cada una de mis incesantes y pícaras palabras, por consolidar la palabra alegría y por cuantificar mil sonrisas, en una sola de tus muecas cuando reías.
Gracias por permitirme una eternidad a tu lado, por concebir que un segundo contigo, sea un año, por prestarme un desayuno de tus manías y por reubicar con claridad de dónde vengo y a dónde voy... Gracias por ser la solución cuántica de mis ecuaciones, por ser la bandera que guía mi corazón, por estar cuando no estuviste y por no estar, cuando siempre estuviste. Gracias por ser el más hermoso recuerdo que tengo presente y por permitir al pasado siempre ser una pieza de mi futuro metafísico, en donde te palpo, te abrazo y aun te hablo... aunque no nos hablemos mas.
Gracias por romper mis esquemas, por ser la precursora de la vida posterior a tus huellas, por editar y exhibir la mejor edición de mis cualidades y por mantenerte vigente en mis latidos y en mis idilios, por ser la sonrisa que esbozo al cielo y el viento que roza mi rostro a campo abierto, por ser la música que escucho dentro de tus oídos y por ser la sensatez de mis imprudencias, la envidia de mi nobleza y por sobretodo, por existir en el mundo, en el mismo mundo que compartimos y en el que ambos nos ubicamos, aunque no estemos lado a lado, aunque estemos a millas de distancia, a corazones olvidados... No escribo más, solo medito el pensar y en el pensamiento te recito, gracias de verdad.
Como dijo Benedetti "Te espero cuando miremos al cielo de noche: tú allá, y yo aquí".
Héctor.
Gracias por permitirme una eternidad a tu lado, por concebir que un segundo contigo, sea un año, por prestarme un desayuno de tus manías y por reubicar con claridad de dónde vengo y a dónde voy... Gracias por ser la solución cuántica de mis ecuaciones, por ser la bandera que guía mi corazón, por estar cuando no estuviste y por no estar, cuando siempre estuviste. Gracias por ser el más hermoso recuerdo que tengo presente y por permitir al pasado siempre ser una pieza de mi futuro metafísico, en donde te palpo, te abrazo y aun te hablo... aunque no nos hablemos mas.
Gracias por romper mis esquemas, por ser la precursora de la vida posterior a tus huellas, por editar y exhibir la mejor edición de mis cualidades y por mantenerte vigente en mis latidos y en mis idilios, por ser la sonrisa que esbozo al cielo y el viento que roza mi rostro a campo abierto, por ser la música que escucho dentro de tus oídos y por ser la sensatez de mis imprudencias, la envidia de mi nobleza y por sobretodo, por existir en el mundo, en el mismo mundo que compartimos y en el que ambos nos ubicamos, aunque no estemos lado a lado, aunque estemos a millas de distancia, a corazones olvidados... No escribo más, solo medito el pensar y en el pensamiento te recito, gracias de verdad.
Como dijo Benedetti "Te espero cuando miremos al cielo de noche: tú allá, y yo aquí".
Héctor.
Thursday, June 02, 2016
Decisiones...
No escribiré un lloriqueo mas, solo aguardaré sentado en el sofá, a que alguna palabra tuya emane en la forma que no tiene forma, como un cubismo o un barroco que no se aprecia, solo se jacta de serlo...
¡Me pediste que no insistiera y así lo haré, así lo haré, maldita fortuna! Pero así tendré que hacerle y vivir para morir, vivir para ti y tus recuerdos y tus efímeras palabras... Aun recuerdo como ayer tu modulación de voz, aun no olvido la curva menguada de tu nariz, aun no rebobino del todo la cinta y comienzo de nuevo aquel veintidós, aun no te olvido... Aun no has aparecido.
Las decisiones que uno elige son las que debemos seguir; sensato de aquel que apela al instinto y no piensa tanto las cosas, así como pensaste en la distancia que elegiste, así como te autoconvenciste y me conminaste a no insistir, a no acelerar la inercia de esta caída libre.
Las decisiones que uno elige... Y en todas esas decisiones no olvidaste olvidar olvidarme.
Héctor.
¡Me pediste que no insistiera y así lo haré, así lo haré, maldita fortuna! Pero así tendré que hacerle y vivir para morir, vivir para ti y tus recuerdos y tus efímeras palabras... Aun recuerdo como ayer tu modulación de voz, aun no olvido la curva menguada de tu nariz, aun no rebobino del todo la cinta y comienzo de nuevo aquel veintidós, aun no te olvido... Aun no has aparecido.
Las decisiones que uno elige son las que debemos seguir; sensato de aquel que apela al instinto y no piensa tanto las cosas, así como pensaste en la distancia que elegiste, así como te autoconvenciste y me conminaste a no insistir, a no acelerar la inercia de esta caída libre.
Las decisiones que uno elige... Y en todas esas decisiones no olvidaste olvidar olvidarme.
Héctor.
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