Friday, June 22, 2018

Cameo.

Hoy te volví a soñar... Carajo, cuando justo comenzaba a creer que te había olvidado, que había estrangulado la esencia de tu recuerdo, que me había liberado de la nostalgia de pensar en tus besos y de tu olor a fresca primavera, y ahora resulta que no, Mar, que no, que en mis sueños, en lo más profundo de la calma y la tranquilidad de las noches, has aparecido a robarme un suspiro, a hurtar mi tranquilidad y a sentarte en la mesa a cenar conmigo, pero sin querer cenar, sin querer hablar, con muecas de disgusto, en medio de un berrinche, enojada por algo o por alguien, pero estando conmigo, que es lo importante, como un cameo de cine, como una esporádica referencia a tu persona, con tus cabellos rojizos y tu piel sonrojada de estar con el cabreo y soportando mis embates por tanto insistir en hacerte sonreír... Con devolverme el oxígeno y las ganas de seguir durmiendo, en esa efímera cena que nunca probé, en ese débil momento que en ti fragüé y que prolongué hasta el amanecer.

No puedo romper el pacto (de olvidar olvidarnos), no puedo... Y sin embargo espero con ansías dejar de soñar.

Héctor Eduardo.