Thursday, July 13, 2017

Pensar En Ti...

Pensar en ti... En verano, en invierno o primavera, da lo mismo, estoy pensando en ti, ni la eternidad es suficiente tiempo para dejar de pensar en ti, en recordar tu figura de mujer hermosa, con alma de niña y sonrisa pícara y provocadora, un cóctel de tentaciones, un aperitivo a la felicidad y un postre a la vida... Pensar en ti, oh si, pensar en ti, como pienso en este preciso momento en ti... Mi tan pausada y oleada Mar.

Así, hasta morir, me encanta amarte así, sin palpitar, sin dudar y sin cuestionar, amarte en cada pensamiento que tengo en ti, pensando en tus pensamientos, en tus ilusiones  y en tus sueños, pensando que cuando te amo, doy formas al viento, doy oxígeno a mis pensamientos y construyo castillos de hielo... Pensar en ti es una angustia que gusta, es hacer lo mismo, siempre, improvisando cada momento que da una rutina cíclica, que nos envuelve en la felicidad de estar triste, en el día a día de estar dormido, sumergido aun en tus pechos, en tus pequeños, pero hermosos pechos, como de porcelana, como de cuarzo y diamante, retadores y apetecibles, voraces y seductores... Pensar en ti y en tus pechos me vuelve loco, me calma en la coherencia de una locura, me transporta al presente y al pasado... Pensar en ti... En ti.

Es un placer pensarte, que vivas a mi lado, inmaterial pero con vida, silenciosa pero con la fiesta de tu alegría, como desvelo por la mañana, como calma por la noche; como un estornudo de paz y armonía, como un consuelo sin sosiego... Pensar en ti es no tener visión, pero no estar ciego, es escucharte hablar cada mañana, pensar en ti es un absurdo, es un matiz que da lo incierto... Pensar en ti es la embajada de tus rasgos en mi cerebro, es también haberte odiado algunas veces, pensar en ti es la antesala a mi cielo, sin siquiera sepas que aun existo, pensar en ti es lo que me queda de un recuerdo,  para vivir... contigo; cuando aun no estés conmigo... Mar.

Héctor Eduardo.