Saturday, February 11, 2017

Cuando Nunca mas Pude Amar.

Ya no estás aquí para leer estas letras rebuscadas, estos manojos de sentimientos convertidos en palabras, no, ya no estás aquí, y le escribo al viento, para que sople un poco del aroma de tu aliento; le escribo a la llovizna, para que brisee ese rocío tenue que moja mi espíritu cuando recuerdo tu calidez y yo pegado a tu almohada; le escribo al invierno de mis tempestades en calma, a los estruendosos alaridos del alma, que solo atinan a mantenerse quietos y en inmovilidad fingiendo una inacción, solo pasando desapercibidos del tumultuoso sentimiento; le escribo a quien no me lee y a quien no me recuerda cuando piensa un poco en mi, a quien recuerdo cuando nunca pienso en ti; le escribo al ruido que hacen mis coyunturas de las manos cuando aprisionan versos y los transforman en ensayos tristes de melancolía y recuerdo; le escribo a tu magnificencia y a tu emperatriz hermosura, a la finura de tus ojos y al contraste de tus pecas; le escribo al otoño que fragua en mi ayuno, una eterna primavera ¡Honor a tus recuerdos! Y le escribo esta oda a tu versatilidad de persona, a tu enjambre de sorpresas y a tus manos bellas, aquellas que nunca quise soltar, cuando nunca mas, pude amar...

Héctor Eduardo.